El primer ministro armenio, Nikol Pashinian, advierte a Europa de que si se equivoca en Nagorno-Karabaj tendrá a "Turquía en Viena"

Armenia alerta de la influencia turca en Europa

photo_camera PHOTO/DARIO PIGNATELLI - El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu

Turquía se encuentra actualmente en todos los titulares del mundo. Noticias sobre Siria, Libia, la tensión del Mediterráneo oriental, la lucha contra los kurdos junto a Irán en territorio iraquí, la crisis migratoria europea, el apoyo a Qatar y, ahora, su apoyo a los azerís en la guerra de Azerbaiyán.

Hace una semana, dos días antes de que estallara de nuevo el conflicto en Nagorno-Karabaj, las redes sociales publicaban una fotografía de milicianos turcos en un avión. Los rumores decían que estaban siendo trasladados desde el norte de Siria y Libia a Azerbaiyán. Al principio parecía un bulo, pero se ha terminado confirmando por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH): Turquía está presente en Azerbaiyán con soldados y armas.

La intervención del país otomano en esta guerra territorial entre armenios y azeríes por el territorio de Nagorno-Karabaj está haciendo retirarse a los armenios, que tenían un 20% del país azerí invadido desde 1994. Esto ha provocado un rechazo total entre las filas armenias que llevan denunciando la intervención constante de cazas F-16 turcos.

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, advirtió ayer domingo de que si la comunidad internacional hace una estimación equivocada de la situación en Nagorno-Karabaj, Europa podría toparse con la presión de "Turquía junto a Viena". El líder armenio pide así un posicionamiento claro de la Unión Europea frente al conflicto, intentando buscar que condenen las acciones de Turquía contra sus tropas.

"Espero una postura precisa. Si la comunidad internacional le da un enfoque geopolítico errado a esa situación, Europa debe esperar toparse con Turquía junto a Viena", ha afirmado Pashinian en una entrevista con el diario alemán Bild.

Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha reiterado desde el viernes el pleno apoyo de su país a Azerbaiyán en su enfrentamiento con Armenia, y ha vaticinado que la lucha "continuará hasta la liberación de Nagorno-Karabaj”, el enclave separatista de población armenia en Azerbaiyán.

Mapa conflicto Nagorno-Karabaj
La influencia de Turquía en Europa, también en Nagorno-Karabaj

Turquía y Armenia comparten una frontera de 268 kilómetros, con países como Georgia al norte e Irán al sur. Para Pashinián, actualmente "Nagorno-Karabaj y Armenia representan la línea del frente de la civilización". "Los armenios en el Cáucaso Sur son el último obstáculo ante la expansión de Turquía al norte, al sureste y al este. La política imperialista turca se extiende mucho más allá del Cáucaso", ha advertido.

A pesar de que el presidente turco tiene una excelente relación con el presidente azerí, Ilham Aliyev, Pashinian considera que Armenia es el bloque territorial que frena a Turquía. El primer ministro armenio ha subrayado que la actual escalada del conflicto, iniciada hace una semana, es mucho peor que la que tuvo lugar en 2016, cuando también se rompió el alto el fuego momentáneamente. 

Pashinián va incluso más allá y lo equipara al genocidio armenio perpetrado por los turcos hace un siglo. "Puede compararse, en el peor de los casos, con lo ocurrido en 1915, cuando, durante el primer genocidio del siglo XX, fueron asesinados más de 1,5 millones de armenios", ha señalado. 

El primer ministro advierte que “el Estado turco avanza hacia un nuevo genocidio, el mundo debe conocer lo que está ocurriendo en Nagorno-Karabaj", ha remachado. La guerra entre Armenia y Azerbaiyán durante 1987 y 1994 dejó aproximadamente 30.000 muertos y más de un millón de desplazados. Cuando se decretó el alto el fuego Armenia había conseguido el control de Nagorno-Karabaj que se independizó como la República de Artsaj y, además, ocupó un 20% del territorio azerí para asegurar el control de este nuevo enclave armenio.

La comunidad internacional intentó crear un clima de diálogo a través del Grupo de Minsk y los Acuerdos de Madrid, pero tras años de insolvencia y parón político, los países enfrentados han decidido volver a tomar las armas. La sorpresa en este caso es el papel de Turquía apoyando directamente a las tropas de Aliyev.

Actualmente se informa de cientos de bajas y heridos por parte de un bando y de otro, pero las cifras están por confirmar. Armenia ha prohibido la salida del país de todos los hombres de entre 24 y 55 años y, este fin de semana, parece que el líder de la República de Artsaj, Araik Aratunián, ha resultado herido de gravedad en el frente.

La capital de Nagorno-Karabaj, Stepanakert, sufre su tercer día de asedio sin descanso. Los primeros proyectiles han caído sobre la ciudad (que alberga cerca de 50.000 habitantes) sobre la 06.30 hora local (02.30 GMT), con intervalos de unos diez minutos. Más tarde los bombardeso se han trasladado a las afueras de Stepanakert, donde la niebla dificulta la acción de los drones de las fuerzas armadas azeríes. El domingo pasado, la capital karabají también ha sido atacada tres veces con cohetes.

El portavoz del Ministerio de Defensa armenio, Artsrun Hovhannisyan, afirmó que en los ataques de ayer las fuerzas azeríes emplearon sistemas de cohetes Polonez y Smerch, que dañaron considerablemente las infraestructuras de la ciudad. Según las autoridades del RNK, desde 27 de septiembre pasado, cuando estallaron las acciones militares, en este territorio han muerto 18 civiles y otros 80 han resultado heridos.

Reclutas armenios
La Unión Europea es incapaz de sancionar a Turquía

El mandatario armenio ha recordado las intervenciones de Ankara en el Mediterráneo oriental, en Libia, en Oriente Próximo, en Irak y en Siria. Turquía "traslada de Siria a terroristas para la lucha contra Nagorno-Karabaj y Armenia y en las acciones bélicas participa el Ejército turco", denuncia de nuevo el primer ministro. 

“Esto es señal de una actitud imperialista que busca restaurar el Imperio Otomano", reitera el líder armenio. Hace justo 97 años desde que se disolvió este imperio y el nuevo orden mundial y político parece ponerle las cosas muy difíciles a Erdogan como para reconquistar la influencia territorial que tenían en Turquía hace siglos.

Pero sus actuaciones dejan descolocados a muchos líderes que no entienden cuáles son las líneas estratégicas del país turco. Respecto a la Unión Europea, Turquía ha tenido siempre intención se pasar a ser un país miembro, hecho que se ha descartado en varias ocasiones por parte de la Comisión. 

A pesar de ello, Turquía es el gran tapón migratorio de Europa. Erdogan retiene a miles de refugiados a cambio de fondos europeos para que no crucen las fronteras y se instalen en los países unitarios. Esta gran responsabilidad migratoria, junto a la presencia de tuberías de gas que cruzan el país anatolio para abastecer de calefacción al norte de Europa, son las principales razones por las cuales Europa no se siente cómoda sancionando y criticando a Turquía.

Esto es bien conocido por el presidente Erdogan, que lleva todo el verano paseando dos grandes barcos de prospección petrolera por las aguas del Mediterráneo oriental con la excusa de que Libia le ha cedido el terreno marino para operar a sus anchas. Ante estas actividades que violaban la Zona de Exclusividad Económica (ZEE) de Grecia y Chipre, los tres países han empezado a elevar una tensión política que ha llegado este septiembre a debate dentro de la Comisión Europea. 

La Unión Europea ha elevado el tono contra Turquía dejando la puerta abierta a la posibilidad de diálogo. La Comisión se reunió la semana pasada para hablar de Turquía, Bielorrusia, el Brexit y otros temas de recuperación económica. Respecto a Turquía no sacaron ninguna conclusión unánime y se dan "como tarde" hasta diciembre para responder al "juego provocador de Ankara en el Mediterráneo Oriental”, según informaba el viernes un alto funcionario comunitario.

Habrá que esperar dos meses más para ver cómo actúa la Unión frente a todos las situaciones turcas que incomodan a los Veintisiete, desde la crisis migratoria, el abastecimiento de gas y petróleo, hasta el Mediterráneo oriental, pasando, sobre todo, por los recientes enfrentamientos en Nagorno-Karabaj que podrían dejar noticias con cifras devastadoras en los próximos días.

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