Las tropas de Turquía han comenzado a llegar a Azerbaiyán para realizar ejercicios militares combinados en plena tensión militar con la región vecina

Armenia y Azerbaiyán, un viejo conflicto territorial que revive en tiempos de pandemia

photo_camera Un viejo conflicto territorial que revive en tiempos de pandemia

Vuelve a aumentar la tensión en el Cáucaso. Las tropas de Turquía han comenzado a llegar a Azerbaiyán para realizar ejercicios militares combinados en plena tensión militar con Armenia, quien ha acusado a su país vecino de violar el alto el fuego, tanto en la zona del conflicto de Nagorno Karabaj como en la frontera entre las dos naciones. Azerbaiyán ha recibido a los soldados turcos con una ceremonia en el Puente Umit, situado en el cruce fronterizo de Sidirik de la República de Nakhchivan, antes de que las tropas de la nación euroasiática se dirigieran a sus respectivas unidades militares en la capital Bakú y Nakhchivan, según ha informado el digital Al Masdar News. 

Estos ejercicios militares – que comenzarán este miércoles en el marco del acuerdo de cooperación militar firmado entre los dos países y que durarán 13 días-- involucrarán personal militar, vehículos blindados, montajes de artillería y morteros, así como equipos de aviación militar y de defensa aérea de ambos ejércitos, de acuerdo con un comunicado oficial emitido por el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán al que ha tenido acceso el periódico Daily Sabah.  “Los ejercicios tácticos y de táctica de vuelo a gran escala conjuntos de Azerbaiyán y Turquía se realizarán en nuestro país con la participación de las Fuerzas Terrestres y la Fuerza Aérea de ambos países”, señala la declaración. 

Entre el 1 y el 5 de agosto tendrán lugar los ensayos militares que involucran a las Fuerzas Terrestres en Bakú y Nakhchivan, mientras que los ejercicios con la participación de la aviación militar se realizarán del 29 de julio al 10 de agosto en Bakú, Nakhchivan, Ganja, Kurdamir y Yevlakh. Durante las maniobras – explica Al Masdar News – también se probará la respuesta de las fuerzas en la implementación de las órdenes de comando militar y el disparo desde vehículos blindados, artillería y morteros “a objetivos enemigos hipotéticos”.

El viejo conflicto territorial entre Armenia y Azerbaiyán se ha intensificado en las últimas semanas. En este complicado escenario hay dos actores que juegan un papel fundamental: por un lado, Ankara respalda a Azerbaiyán, mientras que Armenia se encuentra bajo el paraguas protector de Moscú. Los presidentes de Rusia y Turquía mantuvieron una conversación telefónica el pasado lunes, después de que el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán anunciara el inicio de estos ejercicios militares, para analizar el empeoramiento de la situación en la frontera que divide a estos dos países. “Vladímir Putin subrayó la importancia de impedir todo tipo de acciones que propicien la escalada de la tensión", afirmó el Kremlin en un comunicado oficial. 

“El Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas de Armenia monitorearán muy atentamente el curso y las tendencias de los ejercicios militares conjuntos de Azerbaiyán y Turquía programados para el 29 de julio al 10 de agosto”. Estas han sido las palabras utilizadas por la portavoz del ministerio, Shushan Stepanian, tras conocer el inicio de estos ejercicios militares. Así, el Ejército armenio ha advertido este martes de que observará de cerca los ejercicios militares que se celebrarán en Azerbaiyán, apenas dos semanas después de la intensificación de los combates en la frontera que separa a los dos países. 

El diario armenio Azatutyun ha informado de que el ministro de Defensa de su país, Davit Tonoyan, le dijo al embajador ruso en Ereván, Sergei Kopyrkin, que las unidades del ejército armenio, así como un contingente militar ruso-armenio, “continúan monitoreando y analizando constantemente las actividades militares turco-azerbaiyanas con todos los medios de reconocimiento”. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de este mismo país ha expresado su preocupación por estos simulacros, al considerar que son parte de “las acciones provocativas de Bakú”. Asimismo, consideran que este tipo de ejercicios están destinados a “obstruir los esfuerzos de los mediadores internacionales para reducir la situación en la frontera armenio-azerbaiyana y poner en marcha conversaciones para resolver el conflicto de Nagorno-Karabaj”.

La aparente calma que caracterizaba a este conflicto en los últimos meses desapareció por completo el pasado 12 de julio, cuando doce soldados, entre ellos un general mayor y un coronel, murieron y otros cuatro resultaron heridos durante los enfrentamientos fronterizos. Azerbaiyán culpó a Armenia por las acciones “provocativas”. Una semana después, el Consejo de Seguridad Nacional de Turquía, emitió una declaración tras finalizar una reunión liderada por el presidente Recep Tayyip Erdogan, en la que la nación euroasiática reiteró su apoyo a Azerbaiyán, además de pedir a Armenia que acabara con este tipo de agresiones y “se retirase de las tierras azerbaiyanas que está ocupando”, según ha subrayado el digital TRT. 

Mientras tanto, en las últimas horas y en las vísperas del comienzo de estos ejercicios militares, Azerbaiyán y Armenia se han acusado mutuamente de violar el alto el fuego, tanto en la zona del conflicto de Nagorno Karabaj como en la frontera entre ambos países. “En las últimas 24 horas unidades de las Fuerzas Armadas de Armenia con fusiles de precisión violaron en 38 ocasiones el alto fuego en distintos sectores del frente”, ha dicho el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán en un comunicado que ha sido consultado por la agencia de noticias EFE. 

Al parecer, aunque no se ha producido ninguna baja, los militares armenios abrieron fuego contra Azerbaiyán. Por su parte, el ministerio de Defensa de Armenia ha denunciado que en la noche del 27 al 28 de julio, la situación en la frontera armenio-azerbaiyana fue de “relativa tranquilidad”. “El adversario violó el alto el fuego 17 veces y efectuó 220 disparos con armas de diversos tipos contra las posiciones armenias”, han denunciado. 

El analista de Atalayar, Diego Carcedo explicaba hace unos días que este enfrentamiento “es consecuencia de la diputa por el territorio del Alto Kabaja, o Nagorno Karabaj, un territorio montañoso cuya soberanía fue un problema que dejó olvidado el proceso de desintegración de la Unión Soviética”. Los orígenes de esta disputa se remontan a 1916, aunque esta se intensificó en la década de los ochenta, después de que el territorio azerbaiyano de Nagorno Karabaj pidiese su incorporación a Armenia, provocando una guerra que acabó con la vida de más de 25.000 personas. Las heridas sin cicatrizar de esta guerra han vuelto a reaparecer en la frontera que divide a ambos países. Azerbaiyán considera que la solución a este conflicto pasa por la recuperación de lo que define como territorios ocupados, mientras que Armenia apoya el derecho a la autodeterminación de esta región. 
 

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