La compañía fundada por Shalev Hulio vale más de 1.000 millones de dólares y se ha visto involucrada en casos de espionaje en una decena de países

Así es NSO Group, la polémica empresa israelí de ciberinteligencia señalada por las espías a periodistas y políticos

photo_camera PHOTO/REUTERS - Fotografía de archivo Shalev Hulio, cofundador del Grupo NSO

La cuenta de Twitter del israelí Shalev Hulio tan solo tienen 174 seguidores. A veces pasan meses entre una publicación y la siguiente. Podría ser el perfil de cualquier usuario de esta red social, pero se trata del de uno de los fundadores de NSO Group, la polémica empresa de ciberinteligencia señalada por espiar a periodistas y políticos a lo largo y ancho de todo el mundo. El éxito de la compañía es casi tan grande como la polémica que genera y ya está valorada en más de 1.000 millones de dólares. Pese a la discreta identidad digital en Twitter de uno de sus fundadores, la compañía ha copado los titulares de los medios de comunicación de España y Marruecos en las dos últimas semanas por supuestos casos de espionaje. 

Respecto a España, el centro de investigación de la universidad de Toronto Citizen Lab ha advertido de que NSO ha vendido el software Pegasus con el que se espió el teléfono móvil del presidente del Parlament de Cataluña, Roger Torrent, así como el de Ernest Maragall y otras personalidades del independentismo catalán. El Govern de Cataluña ha acusado al CNI (Centro Nacional de Inteligencia) de haber comprado esa herramienta para espiar a los políticos catalanes. John Scott-Railton, el jefe de investigación de Citizen Lab, ha señalado en declaraciones a la agencia Efe que la intrusión sufrida pro estos políticos “es muy preocupante·” y que es la primera vez que dicho programa es utilizado contra responsables europeos.

Las autoridades marroquíes también han sido acusadas por Amnistía Internacional de espiar el teléfono móvil de un periodista con el software israelí, aunque éstas lo han negado y han pedido a la organización pruebas fehacientes de este supuesto seguimiento. La compañía también ha sido señalada al otro lado del Atlántico. Estados Unidos acusó en 2019 a NSO Group de espiar a 1.400 móviles y también se ha relacionado a la empresa con el hackeo al móvil de Jeff Bezos, CEO de Amazon, con un ciberataque a WhatsApp e incluso con ciberespionajes a famosos y activistas de los derechos humanos en países como Arabia Saudí, Estados Unidos, Yemen, Israel, Turquía, Tailandia, Qatar, Kenia, Uzbekistán, Mozambique, Marruecos y Hungría. 

Citizen Lab y Lookout publicaron en 2016 que el software Pegasus se había utilizado para espiar al periodista egipcio de Al Jazeera, Ahmed Mansoor, y en 2017 denunciaron que el programa fue utilizado para espiar a los miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que investigaban la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerrero (México). 

Éxito empresarial

NSO Group nació en 2010 de la mano de Niv Carmi, Omri Lavie y Shalev Hulio y está centrada en la creación de un software de intrusión y vigilancia que solo vende a los gobiernos. Los tres socios habían trabajado como agentes del cuerpo de ciberinteligencia del Ejército israelí. Su objetivo era ayudar a las autoridades a monitorizar y capturar a terroristas, traficantes de droga o pedófilos mediante el uso de la tecnología

Sede NSO

La primera gran oportunidad de la empresa llegó en 2012, cuando el Gobierno de México contrató sus servicios para luchar contra el narcotráfico. Les pagaron 20 millones de dólares y gracias su software fue capturado el famoso narcotraficante mexicano Chapo Guzmán. La popularidad de la empresa subió como la espuma y el fondo Francisco Partners la compró por 130 millones de dólares. Apenas un año después NSO Group ya contaba con 500 empleados y el fondo propietario de la empresa la puso a la venta por 1.000 millones de dólares. En 2019, Hulio y Lavie la recompraron con ayuda de un fondo de inversión británico. 

Israel declaró en octubre de 2012 al software Pegasus que vende NSO Group como un arma, por lo que privó a los propietarios de venderlo libremente a quien quisieran. Solo los gobiernos autorizados por Israel pueden hacerse con él y las empresas privadas no pueden comprarlo

La aplicación Pegasus accede a los datos de teléfono móvil mediante una videollamada o con un enlace malicioso enviado a través de un SMS. Una vez dentro del teléfono, el software puede escuchar las llamadas, entrar al historial de navegación, activar la cámara y el micrófono, y visualizar los contenidos de Gmail, WhatsApp, Facebook, Telegram o Skype, según un informe de Citizen Lab al que ha tenido acceso el diario El País. También puede acceder a los datos de la nube del usuario e incluso suplantar su identidad en el correo electrónico, según informa el Financial Times.

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