El submarino Belgorod está diseñado para albergar los torpedos Poseidón de 100 megatones

Belgorod, la joya de la Armada rusa capaz de provocar ‘tsunamis radioactivos’

photo_camera PHOTO/Marina Rusa - El Belgorod, capaz de lanzar torpedos atómicos Poseidón

A principios de julio, la Armada rusa recibió el submarino Belgorod, el sumergible más grande del mundo. Con más de 184 metros de largo, el Belgorod está diseñado para albergar los torpedos nucleares Poseidón, capaces de viajar a 130 kilómetros por hora bajo el agua. Asimismo, puede servir como plataforma de espionaje.

Los torpedos que transporta, Poseidón, son especialmente dañinos. Además de causar daños inmediatos y contaminar la zona atacada con radiación, son capaces de provocar ‘tsunamis radioactivos’ debido a su potencia de 100 megatones. Cabe señalar que la mayor detonación nuclear de la historia fue de 50 megatones -llevada a cabo por la Unión Soviética con la bomba del Zar-, mientras que las devastadoras bombas estadounidenses que cayeron sobre Hiroshima y Nagasaki fueron de 15 y 20 respectivamente.

“Este 'megatorpedo' nuclear es único en la historia del mundo”, escribe H. I. Sutton, experto en submarinos en Naval News. “Poseidón es una categoría de arma completamente nueva. Remodelará la planificación naval tanto en Rusia como en Occidente, lo que generará nuevos requisitos y nuevas contraarmas”, añade.

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Por otro lado, el Belgorod -así como sus armas nucleares- ha sido creado como “un arma de represalia” para una guerra nuclear a gran escala, según detalló el experto militar ruso Alexei Leonkov en una entrevista con la emisora rusa Radio 1. “Para el primer ataque se usan armas como misiles balísticos e intercontinentales. Cuando se lanzan, producen el primer golpe devastador. Pero, detrás de ellos, entran en juego dos tipos de ‘armas de represalia: los misiles de crucero de alcance ilimitado Burevestnik y el torpedo Poseidón”, explicó Leonkov.

Hans Kristensen, director del Proyecto de Información Nuclear de la Federación de Científicos Estadounidenses, señala -citado por la CNN- que el Belgorod es realmente “un buque de prueba para la próxima clase de submarinos de propulsión nuclear Khabarovsk, el primero de los cuales podría lanzarse este año”.

No obstante, de acuerdo con la empresa constructora, Sevmash, el submarino está diseñado para llevar a cabo “diversas tareas de investigación, operaciones de investigación y rescate”, según la agencia de noticias rusa TASS. La compañía también indica que puede transportar vehículos sumergibles no tripulados y realizar tareas de rescate en aguas profundas.

“El submarino Belgorod abre nuevas oportunidades para Rusia en la realización de varias investigaciones y ayuda a llevar a cabo diversas expediciones científicas y operaciones de rescate en áreas remotas del Océano Mundial”, declaró el comandante en jefe de la Armada rusa, Nikolay Yevmenov, durante la inauguración del submarino.

A pesar de las declaraciones rusas, numerosos expertos y analistas ya han advertido acerca de las capacidades de Belgorod y sus torpedos Poseidón, así como de sus posibles objetivos. Uno de estos fines es la disuasión contra Occidente en medio de la guerra en Ucrania.

Tal y como señala Howard Atlman de The War Zone, los torpedos Poseidón “es un sistema nuclear diseñado directamente para mitigar cualquier capacidad de defensa antimisiles estadounidense”. En este sentido, las nuevas capacidades de la flota rusa podrían sentar las bases para una nueva Guerra Fría entre rusos y estadounidenses con los océanos como escenario, tal y como señala Brad Lendon de la CNN.

En esto coincide H. I. Sutton, quien en Covert Shores destaca que “podría producirse una nueva Guerra Fría en el Ártico, el Atlántico Norte y el Pacífico Norte”. “El juego submarino del gato y el ratón en el que los submarinos cazadores-asesinos de la Marina de EE. UU. y la Marina Real (británica) acechan a los rusos podría revigorizarse”, explica.

De hecho, Washington ha seguido de cerca el desarrollo de Belgorod y de sus armas. En noviembre de 2020, Christopher A. Ford, entonces subsecretario de Estado para el Control de Armas y Seguridad Internacional de Washington advirtió que los Poseidón eran diseñados para “inundar las ciudades costeras de Estados Unidos con tsunamis radiactivos".

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Igualmente, en abril, un informe del Servicio de Investigación del Congreso estadounidense (CRS, por sus siglas en inglés) indicó los Poseidón fueron producidos como armas de represalia, diseñadas para devolver el golpe a un enemigo después de un ataque nuclear en Rusia, recoge la CNN. Según el CRS, el submarino Belgorod sería capaz de transportar hasta ocho Poseidón, aunque algunos expertos en armas apuntan que es más probable que su carga útil sea de seis. Sin embargo, de acuerdo con el informe, no se espera que los Poseidón se desplieguen hasta el 2027.

El aumento de tensiones entre Washington y Moscú en los últimos años, unido a la actual guerra en Ucrania, ha provocado que Rusia refuerce su armamento. De la misma forma, los países europeos han iniciado un proceso de rearme, invirtiendo más en el sector militar y de defensa. 

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