Biden advierte: "La OTAN responderá si Rusia utiliza armas químicas"
Cinco años han pasado desde que Estados Unidos replegó su posición en el tablero internacional bajo la Administración Trump. Biden prometió volver a la senda multilateral, y así lo ha hecho en los últimos meses, especialmente desde el inicio de la invasión. “La OTAN es tan fuerte y está más unida que nunca”, ha asegurado el presidente de Estados Unidos, quien trasladaba a su llegada a Bruselas que Putin “contaba con dividir a la Alianza”. “Nunca pensó que la OTAN se mantendría totalmente unida. Y puedo asegurarles: La OTAN nunca ha sido más fuerte ni ha estado más unida en toda su historia de lo que lo está hoy, gracias en gran parte a Vladímir Putin”, insistió el demócrata.
En su declaración más contundente, Biden ha asegurado que la Alianza Atlántica “responderá” en caso de que Rusia haga uso de armas químicas en Ucrania. Aunque el grado de represalia responderá “a la naturaleza de su uso”. El presidente estadounidense no aclaró si esta acción desencadenaría la intervención militar de la OTAN, pero tampoco descartó este escenario: “Lo decidiremos cuando sea necesario”. Biden lanzó la advertencia después de reunirse con los líderes del G7 en un encuentro donde se discutieron nuevos paquetes de sanciones contra Rusia y su exclusión del G20.
Cinco años han pasado desde la amenaza explícita de Donald Trump a la OTAN. El expresidente de Estados Unidos, absorto en su doctrina de America First, sembró la discordia en el seno de la Alianza Atlántica al tildarla de obsoleta y rechazar incluso el compromiso de defensa mutua. Un escenario que llevó al presidente francés Emmanuel Macron a pronunciar en 2019 unas palabras traídas hoy a colación: “La OTAN se encuentra en un estado de muerte cerebral”. Las declaraciones del líder galo, ‘a priori’ premonitorias de su final o, al menos, de su inminente reforma, fueron aplaudidas desde el Kremlin, pero no pudieron resultar más erróneas.
Los 30 líderes de la Alianza Atlántica se han reunido este jueves de urgencia en el complejo de la OTAN de Bruselas en una nueva demostración de unidad. Estrenadas en 2017, las modernas instalaciones han albergado una cumbre extraordinaria con motivo de la reciente invasión de Rusia sobre Ucrania, una agresión que ha hecho saltar las alarmas en Occidente y que no ha conseguido sino reforzar el papel que históricamente ha jugado la OTAN, creada en 1949 en contra de la Unión Soviética. Un resultado del que Vladímir Putin no debe de estar orgulloso.
Después de varias horas reunidos a puerta cerrada, los máximos representantes de cada Estado miembro han alcanzado una serie de compromisos comunes para fortalecer las defensas militares de Ucrania y, sobre todo, para reforzar las fronteras de la Alianza Atlántica, valiéndose de las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien dijo estar dispuesto a defender “cada centímetro” del espacio de la OTAN en una clara advertencia a Moscú. Atacar a un socio supondría, activación del artículo 5 mediante, atacar a todos.
Al término del encuentro, el jefe de la organización, Jens Stoltenberg, ha trasladado que los aliados pondrán a disposición de Kiev equipos de detección, protección y apoyo médico, y formación para la descontaminación y la gestión de crisis en caso de cualquier ataque químico, biológico, radiológico o nuclear por parte de Rusia. Un apoyo logístico prometido el miércoles como resultado de las “amenazas reales” de que Moscú utilice armamento químico en Ucrania ante el estancamiento de la invasión, repelida por las fuerzas ucranianas.
La Alianza Atlántica dice haber activado todos “los elementos de defensa química, biológica, radiológica y nuclear”, mientras los países miembros despliegan defensas químicas, biológicas y nucleares adicionales. Toda prevención es poca, pero revela el alto grado de nerviosismo y preocupación de la organización, que ve probable una ofensiva de estas características. En palabras de Stoltenberg, la OTAN está tomando medidas tanto para respaldar a Ucrania como para defenderse.
Pero eso no ha sido todo. El reelegido Stoltenberg, que prolongará su estancia en la secretaría general de la OTAN hasta septiembre de 2023 a pesar de ser elegido en febrero como próximo gobernador del Banco Central de Noruega en vista de “la mayor crisis de seguridad en una generación”, ha confirmado además la información anunciada el miércoles: la Alianza Atlántica aumentará el contingente desplegado en Europa del Este. Cerca de 40.000 soldados están actualmente desplegados en los países bálticos, Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumanía y Bulgaria, el doble desde el inicio de la invasión.
Es Varsovia quien amasa un mayor número de efectivos: 10.500 soldados aliados, que se suman a los 120.000 efectivos polacos. Y se espera además que la organización blinde su flanco oriental con la creación de hasta cuatro grupos de combate desplegados en Bulgaria, Hungría, Eslovaquia y Rumanía. Una estrategia de disuasión que se suma a la condena tajante de la acción unilateral de Moscú, a quien han advertido de sus acciones: “Trabajaremos con el resto de la comunidad internacional para que los responsables de las violaciones del derecho humanitario e internacional, incluidos los crímenes de guerra, rindan cuentas”, trasladó la OTAN a través de un comunicado.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, intervino por videoconferencia en una cumbre en la que avisó de que Rusia no tiene intención de detenerse en Ucrania, sino que “quiere ir más allá”. Con este argumento pidió a los miembros de la OTAN que intervinieran de forma directa en el conflicto, pero en esta ocasión no exigió el establecimiento de una zona de exclusión aérea.
Coordinador de América: José Antonio Sierra
