En medio de nuevos avances rusos en el Donbás, la OTAN se enfrenta a una división interna respecto al envío de armas a Ucrania y la amenaza que supone Moscú para Occidente

Biden decide enviar misiles de mayor alcance a Ucrania mientras Rusia inicia maniobras nucleares

REUTERS/EVELYN HOCKSTEIN - El presidente Joe Biden ha anunciado a través de un artículo en The New York Times que enviará misiles de mayor alcance a Ucrania

Estados Unidos se ha convertido en el principal proveedor de armas de Ucrania. Antes de que comenzase la invasión rusa, Washington envió toneladas de armamento a Kiev para hacer frente a la posible agresión. Desde que esta comenzó el 24 de febrero, la Administración Biden ha aprobado varios paquetes de asistencia militar para que Ucrania pueda detener el avance de las tropas rusas en su territorio nacional.

La Casa Blanca ha recalcado que el envío de esta ayuda tiene como objetivo la defensa de Ucrania, no atacar directamente a Rusia. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha insistido en varias ocasiones en la necesidad de evitar un conflicto entre la OTAN y Rusia, ya que eso supondría una Tercera Guerra Mundial. Por este motivo, Washington ha decidido no enviar tropas a Ucrania. En ese sentido, y con el objetivo de prevenir un conflicto bélico de mayores dimensiones, Biden también ha asegurado recientemente que no enviará sistemas de misiles que puedan llegar a territorio ruso, a pesar de las peticiones por parte de las autoridades ucranianas.

REUTERS/VALENTYN OGIRENKO - Miembros del servicio ucraniano desempaquetan misiles antitanque Javelin, entregados por avión como parte del paquete de apoyo militar de Estados Unidos a Ucrania, en el aeropuerto internacional de Boryspil, a las afueras de Kiev, Ucrania, el 10 de febrero de 2022

No obstante, lo que si ha aprobado el líder estadounidense es el envío de misiles de mayor alcance, según anunció él mismo a través de un artículo en The New York Times. De acuerdo con Biden, este sistema permitirá a los ucranianos “atacar con mayor precisión objetivos clave en el campo de batalla”.

Además de este nuevo sistema, el paquete de asistencia militar estadounidense también incluirá otro tipo de armamento que ya ha enviado previamente a Ucrania, como los misiles antitanque Javelin, el arma estrella del Ejército ucraniano que se ha convertido en un símbolo de la resistencia contra Rusia, o radares de vigilancia aérea.

En el artículo Biden también se refiere a las sanciones contra Moscú y a la cooperación entre los miembros de la OTAN para hacer frente a las amenazas rusas. Igualmente, el mandatario estadounidense ha vuelto a destacar que no busca iniciar una guerra entre la Alianza y Rusia, así como tampoco “intentará provocar la destitución” del presidente Vladimir Putin.

“Mientras Estados Unidos y nuestros aliados nos sean atacados, no estamos directamente involucrados en este conflicto”, subraya Biden. “Tampoco animaremos a Ucrania ni le permitiremos atacar fuera de sus fronteras. No queremos prolongar la guerra solo para infligir dolor a Rusia”, añade.

Respecto al posible uso de armas nucleares por parte de Rusia, Biden ha escrito que hasta ahora “no hay indicios de que Moscú tenga la intención” de utilizarlas en Ucrania. “Cualquier uso de armas nucleares en este conflicto, en cualquier escala, sería totalmente inaceptable para nosotros y el resto del mundo, y tendría consecuencias nefastas”, indicó Biden.

Ejercicios nucleares en Ivánovo

Estas declaraciones se producen poco antes de que el Ministerio de Defensa de Rusia anunciase unas maniobras nucleares en la región de Ivánovo, al noreste de Moscú. Tal y como informa la agencia de noticias rusa Interfax, “alrededor de 1.000 militares participan en el ejercicio utilizando más de 100 vehículos, incluidos los lanzadores de misiles balísticos intercontinentales Yars”, con capacidad de alcanzar objetivos a una distancia de hasta 11.000 kilómetros.

AP/MINISTERIO DE DEFENSA RUSO  -   Cohete lanzado desde un sistema de misiles como parte de una prueba de misiles balísticos intercontinentales con base en tierra lanzados desde las instalaciones de Plesetsk, en el noroeste de Rusia

En estos ejercicios “intensivos” participan las Fuerzas de Misiles Estratégicos, una de las ramas de las Fuerzas Armadas de Rusia y el componente principal de las fuerzas estratégicas nucleares. El objetivo de estas fuerzas son la disuasión nuclear de una posible agresión contra el país.

División en la OTAN: Europa occidental frente a las naciones al este del Telón de Acero, que cuentan con el respaldo de EE. UU. y Reino Unido

El nuevo paquete de asistencia militar estadounidense y el anuncio de maniobras nucleares rusas llega en un momento de división dentro de la OTAN y la Unión Europea respecto al envío de armas a Ucrania, sus posibilidades de victoria y la amenaza que supone Rusia.

Según ha relevado en un informe el periódico estadounidense The Wall Street Journal, los aliados occidentales se encuentran cada vez más divididos sobre el abastecimiento de armas pesadas a Ucrania. Ciertos países consideran que continuar enviando armamento podría prolongar el conflicto, lo que sin duda tendría repercusiones económicas globales, afectando especialmente a los países europeos.

Esta situación dentro de la OTAN da lugar a dos frentes internos con diferentes percepciones y opiniones sobre la amenaza que representa Rusia a largo plazo y las probabilidades de que Ucrania gane la guerra, explican los periodistas de WSJ Drew Hinshaw y Bojan Pancevski.

Por un lado, se encuentran aquellos países que abogan por seguir suministrando armas a Ucrania y presagian una mayor expansión de Rusia, mientras que otro grupo cuestiona la supuesta amenaza que presenta Rusia a la OTAN.

REUTERS/ALEXANDER ERMOCHENKO  -   Una mujer cerca de un bloque de pisos, que fue destruido durante el conflicto entre Ucrania y Rusia en la sitiada ciudad portuaria del sur de Mariúpol, Ucrania 17 de marzo de 2022

En el primer frente se situarían Estados Unidos, Reino Unido y países del centro, norte y este de Europa, algunos de los cuales formaron parte de la Unión Soviética. Este grupo considera que Moscú no se detendrá en Ucrania y tratará de seguir avanzando y tomando países, lo que convierte a Rusia en una amenaza contra Occidente. Por este motivo, naciones como Polonia o las repúblicas bálticas apoyan el envío de armas pesadas a Ucrania, ya que podrán contener a las tropas rusas y disuadirían a Putin de una invasión en otro país cercano.

Como ya se ha señalado, algunos de estos países comparten un pasado común bajo el dominio de Moscú, por lo que sus percepciones son distintas a las de otras naciones que no han formado parte del gran imperio soviético. Esto se refleja en declaraciones de los líderes de esos países, como por ejemplo el presidente polaco, Andrzej Duda, quien aseguró que desde Varsovia enviarían todo lo que pudieran.

“¿Por qué? Porque creemos que esta es una guerra contra la civilización. Se trata de una guerra por la defensa de Europa”, declaró Duda, según recoge WSJ. Polonia, a pesar de no formar parte de la URSS, se consideraba un estado satélite de Moscú.

De una forma similar se ha expresado el ministro de Defensa de Letonia, país que sí formó parte del régimen soviético. “Nuestro entendimiento, que se basa en una larga historia de interacciones con Rusia, es que no podemos confiar en la misericordia rusa y vemos el ataque ruso a Ucrania simplemente como el preludio de un mayor expansionismo imperial ruso”, reflexionó Artis Pabriks, citado por WSJ.

Varsovia ha enviado a Kiev más de 240 tanques T72 de diseño soviético, drones, lanzacohetes, decenas de vehículos de combate de infantería y camiones llenos de municiones. La República Checa, por ejemplo, ha facilitado helicópteros, tanques y piezas necesarias para las fuerzas aéreas ucranianas.

Pero el compromiso con Ucrania va más allá de las autoridades. Ciudadanos de Lituania y República Checa han donado millones de euros a través de campañas de crowdfunding para comprar drones turcos Bayraktar y otras armas para Ucrania.

Europa occidental: diferente enfoque de la guerra

Por el contrario, al otro lado del Telón de Acero se encuentran los países de Europa occidental, naciones que, de acuerdo con Hinshaw y Pancevski, “están perdiendo el interés por mantener una guerra que creen que es imposible ganar y que ha llegado a un sangriento punto muerto que está agotando los recursos europeos y exacerbando una recesión inminente”.

Estos países forman parte del segundo bloque, liderado por Alemania y Francia, que cada vez se muestra más reacio a enviar armas pesadas de largo alcance a Ucrania por temor a que la guerra se prolongue y la situación económica empeore. Asimismo, este grupo duda de que Rusia amenace directamente a la OTAN, a diferencia de los países del este.

PHOTO/AP - Los grandes programas de armamento entre Alemania y Francia no atraviesan por su mejor momento. Emmanuel Macron ha dejado para después del 24 de abril su reactivación, que él o Marie Le Pen deben acordar con el canciller Olaf Scholz

También cuestionan que Ucrania pueda ganar la guerra, por lo que han pedido un alto el fuego y han planteado en Kiev concesiones territoriales, algo que ha sido criticado tanto por las autoridades del país como por la sociedad ucraniana.

Países como Austria, Italia o Francia no están viviendo este conflicto de la misma manera que lo hacen otros como Polonia o Estonia. Mientras que para los países del este de Europa la invasión de rusa es tan solo un preámbulo de planes mayores sobre el continente, para los países occidentales el principal problema de la guerra es el aumento de los precios de la energía.

AP/MICHAEL SOHN  -   Tuberías de las instalaciones de aterrizaje del gasoducto "Nord Stream 2" en Lubmin, en el norte de Alemania

No obstante, a pesar de las críticas, Berlín y París rechazan las acusaciones de que están haciendo muy poco por ayudar a Ucrania en la guerra. Pero lo cierto es que Alemania no ha enviado todavía tanques a Ucrania, mientras que Francia solo ha enviado 12 cañones tipo obús.

Según el periódico alemán Die Welt, a pesar del compromiso del canciller Olaf Scholz de ofrecer asistencia militar a Kiev, en los dos últimos meses solo ha enviado dos paquetes, uno con piezas de recambio para ametralladoras y otro con minas antitanque. La economía más grande de Europa ha enviado a Ucrania menos ayuda militar que países menores, como por ejemplo Estonia.

PHOTO/ARCHIVO  -   El canciller alemán, Olaf Scholz

Desde hace años Berlín ha desarrollado una relación amistosa con Moscú, especialmente en el plano comercial y energético. Alemania es uno de los principales clientes de la empresa de gas rusa Gazprom, y junto con Moscú desarrolló el gasoducto Nord Stream 2, aunque debido a la situación en Ucrania todavía no se ha puesto en funcionamiento.

Scholz ha advertido en diferentes ocasiones que el conflicto actual podría conducir a una tercera guerra mundial con armas nucleares de por medio, por lo que aboga por una política cautelosa respecto a la guerra. Esta política la respalda el 70% de los alemanes, según una encuesta Instituto forsa de Investigación Social y Análisis Estadístico. Los sondeos también han revelado que el 46% de los encuestados temen que las entregas de armas aumenten la posibilidad de que la guerra se extienda más allá de Ucrania. Tal y como indica WSJ, otras encuestas han mostrado recelos similares en Italia y Francia.

Asimismo, a diferencia de otros líderes internacionales, ni el presidente francés Emmanuel Macron ni Scholz han visitado Kiev todavía. Igualmente, ambos mandatarios se mantienen en contacto tanto con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, como con el líder ruso. “Con cada llamada telefónica, los ministros del norte y del centro de Europa se enfadan cada vez más”, reveló un alto funcionario checo a WSJ. “Esto está destruyendo la unidad, que es preciosamente lo que quiere Putin y lo que están ofreciendo los franceses y los alemanes”, agregó.

Incluso el embajador ucraniano en Berlín, Andrij Melnyk, ha trasladado al periódico estadounidense su decepción de que “ni el gobierno federal ni el canciller personalmente tengan el coraje de hablar sobre una victoria para Ucrania y actuar en consecuencia para apoyar a Ucrania con armas pesadas y modernas”.

No obstante, Wolfgang Schmidt, jefe de la Cancillería alemana y ministro federal, ha subrayado a WSJ que la posición de Alemania está en concordancia con la de Estados Unidos y Canadá, aunque reconoce “algunas diferencias de enfoque entre Berlín y otras naciones de Europa central y oriental”. Tal y como asegura Schmidt, esas diferencias no están relacionadas con la “evaluación de la amenaza que representa Putin”.

“Si no enfrentamos las ambiciones de Putin de manera decisiva y unida, el conflicto se extenderá a la República de Moldavia, Georgia, pero también a los Balcanes occidentales”, alertó el ministro. Por otro lado, ha explicado que las conversaciones de Scholz con Putin tienen el objetivo de contarle “lo que realmente está sucediendo”.

REUTERS/ALEXANDER ERMOCHENKO  -  Imagen de militar ruso

Mientras las brechas entre los países de la OTAN se profundizan, las tropas rusas continúan avanzando por el Donbás. En las últimas horas han tomado la mayor parte de la ciudad de Sievierodonetsk, en el óblast de Lugansk. Las autoridades ucranianas, por su parte, han anunciado avances en Járkov y en Jersón, ocupada por los rusos a principios de marzo.

Coordinador de América: José Antonio Sierra

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