El piloto madrileño llega a la escudería italiana

Carlos Sainz cabalga en Ferrari. El confinamiento de un fichaje

photo_camera Carlos Sainz Jr Ferrari

La crisis sanitaria mundial ha facilitado a Carlos Sainz fichar por Ferrari

#RioRevuelto

Este río revuelto que nos deja el coronavirus no está sirviendo para que nadie gane nada. Mientras las vidas se escapan, los sanitarios se exponen y los gobiernos no acaban de encontrar el manual de supervivencia al virus (porque nunca existió), el momento da oportunidades a algunos. Porque la vida sigue, casi por inercia.

#DelDakarAlParon

Inaugurábamos 2020 con Carlos Sainz ganando un Dakar. En Atalayar contábamos el exigente trabajo al que se sometía a sus casi 60 años el que fuera campeón del mundo de rallies. Pero la vida se paró para todos. Alguien apagó el interruptor y nos quitó todo de un plumazo. El deporte también paró en seco y la Fórmula 1 veía como su circo tenía que plegar las banderas hasta nueva orden. 

#Hace60Dias

Hace 60 días todo tenía una explicación. Ahora no nos acordamos de cómo quedaron muchos asuntos de la vida cotidiana. Quién lideraba la Liga, dónde estaba Greta Thunberg, cómo iba a ser el futuro de Cataluña o qué hacía Carlos Sainz Jr. antes del confinamiento. 

#McLaren

El piloto madrileño se preparaba con McLaren para el Gran Premio de Australia que iba a celebrarse del 13 al 15 de marzo en Albert Park. Venía de subirse a su primer pódium en Brasil y era sexto con 96 puntos en la clasificación de pilotos. La proyección ya era buena a comienzos de año. 

#ToroRossoARenault

Tan buena como lo fue su primer lustro en la Fórmula 1. Al principio con Toro Rosso y luego con Renault. Ganaba experiencia y apenas había presión. El camino inverso a Fernando Alonso, pero por los mismos volantes que el piloto asturiano. Alonso hizo grande a Renault, demostró que el piloto hace al coche hasta que alguien decidió alterar sutilmente las reglas del juego para dar más poder a la máquina.

#Trabajo

Sainz trabajó en silencio. Mirándose en el espejo de su padre donde solo veía trabajo. Lo vio en 1994 cuando nació en Madrid mientras su padre la 'cagaba' en Escocia por una mala orden del Luis Moya que le entregaba la carrera a McRae y el mundial a Auriol

#LargaEspera

El piloto que las crónicas nombraban de pasada. Casi a modo de gracia por escuchar el nombre de Carlos Sainz pilotando un coche de Fórmula 1. Pero siempre en pista, con pocos abandonos y pocas averías. Sin el ruido mediático que perseguía y alimentaba Fernando Alonso. Esperando una oportunidad en un mundo donde saber conducir es lo de menos. Plagado de intereses, patrocinios y cláusulas. Había que seguir esperando.

#IlCavallino

Y de esperar sabemos todos desde hace dos meses. Esperar a que nos vacunemos de la COVID-19. Esperar a la nueva normalidad. Esperar para abrazar, para despedir, para saludar… Y esperando en Madrid, junto a sus padres, Carlos Sainz ha tenido su recompensa. El adiós de Vettel, la llegada de Leclerc, la próxima temporada y las dudas de si en julio volverá la competición, han llevado al ‘cavallino rampante’ a poner orden en su escuadra. 

#UnMarquésAlonsoYSainz

Atrás quedó la oferta de Ferrari a Sainz para pilotar su simulador. Ahora va en serio. Quieren al español para ganar. Primero para ganarse un puesto ante otro piloto con mucho futuro como Charles Leclerc y, después, para conquistar lo que Fernando Alonso y el marqués de Portago no pudieron hacer para la escudería italiana: ganar un mundial de Fórmula 1. 

#SueñoDeUnConfinamiento

Carlos Sainz tenía el talento y la capacidad. Solo faltaba estar en el momento indicado en el lugar indicado. Ese momento que llega sin avisar. Quién sabe si esto hubiera ocurrido con la competición disputándose por los circuitos del mundo. Con victorias, derrotas, abandonos… quién sabe si las otras conversaciones que tuvo Ferrari con Bottas y Ricciardo hubieran llegado a buen puerto por las habituales tensiones internas entre pilotos. Las fichas del dominó fueron cayendo de manera precisa. Una decisión dio paso a la siguiente. El camino se despejó y allí estaba Sainz, confinado en casa. Viviendo su nueva normalidad mientras Madrid espera a la fase 1. 

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