Colectivos se posicionan a favor de las afganas e instan a la ONU a prohibir los viajes de dirigentes talibanes
La violencia contra las mujeres afganas sigue sin tener límites y la opresión cada vez se hace más dura. Desde la llegada al poder de los talibanes en agosto del año pasado se está intentado invisibilizar a las mujeres a través de restricciones y medidas que demuestran la falta de libertad en el país asiático. Varios grupos que luchan por los derechos humanos han instado a la ONU a tomar medidas drásticas como respuesta a esta violación de la integridad de las mujeres.
En concreto, se acerca el día en el que expira una de las exenciones concebidas durante la era del expresidente estadounidense Donald Trump, que permitió a los talibanes poder viajar internacionalmente. Con motivo de ello, varios colectivos están insistiendo a la ONU para que no renueve esta concesión y se instaure la prohibición como respuesta por la violencia machista del país.
Los grupos aseguran que esta es una de las maneras de poder por fin aislar a los talibanes y sostienen que ya que ellos prohíben todo tipo de cosas a las afganas, se les tendrá que imponer cualquier tipo de consecuencia que sea severa y firme.
Durante esta semana, el Consejo de Seguridad de la institución tendrá que debatir cuál va a ser la decisión. Si fuera el caso de que terminan con esta exención y se instaura la prohibición, el gobierno talibán no será nunca reconocido por ninguna autoridad internacional. La ONU asegura que hasta que las niñas no vuelvan a los centros de estudio, nadie aceptará la legitimización de los talibanes.
Ahora mismo, solo 14 de 55 miembros del ejecutivo talibán pueden llevar a cabo viajes por el extranjero como miembros en algunas reuniones para buscar la paz. Votar a favor de las mujeres significaría el reconocimiento de la lucha de las mujeres afganas y una consideración de las acciones de los talibanes como ilegales y que atentan contra la libertad y los derechos humanos.
Algunos miembros del gobierno de Estados Unidos no están a favor de la prohibición, sino que prefieren renovarla y seguir permitiendo los viajes de talibanes al extranjero. Pero todavía el país norteamericano no se ha posicionado oficialmente sobre cuál será su voto. Otro de ellos es Noruega, que además juega un papel importante como titular del expediente afgano.
“La exención de la prohibición de viajar es, ante todo, una herramienta para facilitar el contacto con las autoridades de facto. En nuestra opinión, esto sigue siendo crucial si queremos influir en la trayectoria del futuro de Afganistán”, dijo Henrik Thune, viceministro de Asuntos Exteriores de Noruega, recogidas por el diario The Guardian.
Aun así, si hay varios dirigentes internacionales de renombre que han mostrado su posición a favor de la prohibición, como la ex ministra de Asuntos Exteriores de Suecia, Margot Wallström.
“La antigua prohibición de viajar impuesta por la ONU a los líderes talibanes conlleva una exención para algunos de ellos. Mientras tanto, las mujeres afganas apenas pueden salir de sus casas. La exención de la prohibición de viajar no debería renovarse sin condiciones: un progreso real para las mujeres y las niñas afganas”, recoge el diario británico.
Annie Pforzheimer, antigua jefa adjunta de la misión estadounidense en Kabul, recalca la importancia de actuar cuanto antes para evitar peores consecuencias que van a ser sufridas por las mujeres y niñas afganas. No obstante, asegura que poner fin, lo más pronto posible a esto, provocará que otros grupos extremistas no sigan el ejemplo de los talibanes.
“Hablamos de una prohibición de viajar para los talibanes, pues bien, la verdadera prohibición de viajar es para las mujeres afganas, a las que apenas se les permite salir de sus casas. Pero aun así, los talibanes tienen todos los beneficios de viaje que quieren a pesar de eso”, asegura Asila Wardak, activista afgana. Esta señala que las medidas tienen que empezar a ser más restrictivas si se quiere conseguir algo de verdad.
La ONU, aunque todavía no han encontrado la solución a esta cuestión, sí reconocen la violencia contra la mujer en Afganistán. La institución es fiel defensora de que se está limitando la libertad de todas aquellas mujeres y niñas, que cada vez están más solas ante los talibanes que ponen en juego la seguridad de su vida.
Desde la toma de Kabul, los talibanes no han parado de violar los derechos humanos contra las mujeres. A partir de este momento, se las ha obligado entre otras medidas a llevar el burka obligatoriamente, no hablar en público, no recibir educación, no acceder a altos cargos, prohibido viajar solas, etc. Incluso se han reinstaurado los matrimonios infantiles, lo que confirma que las mujeres afganas están viviendo una situación que requiere de la ayuda internacional para poder volver a ser libres.