Las conversaciones llevadas a cabo en Atenas trataron la polémica exploración de los hidrocarburos del Mediterráneo

Concluye una nueva ronda de conversaciones exploratorias entre Grecia y Turquía

photo_camera TURKISH FOREIGN MINISTRY / REUTERS - Fotografia de archivo,representantes de Grecia y Turquía en una reunión para tratar las disputas marítimas entre ambos países, este lunes en Estambul

Los Gobiernos de Grecia y Turquía han mantenido nuevas conversaciones con el objetivo de tratar la exploración de los hidrocarburos de la zona del Mediterráneo, que lleva trayendo una gran polémica desde hace tiempo. Esta reunión, concertada a pocos días de la cumbre de la Unión Europea, prevista para finales de este mes, pretende aliviar tensiones y acercar posturas entre dos países que llevan tiempo enfrentados en búsqueda de la hegemonía del Mediterráneo Oriental.

La delegación griega ha estado encabezada por el embajador Pavlos Apostolidis y la turca por Sedat Önal, viceministro de Relaciones Exteriores. Según fuentes del medio griego ERT, las conversaciones concluyeron después de cuatro horas de negociación que, dicen, aún no parecen tener cerca un acuerdo beneficioso para ambas partes. Debido a ello, está previsto que retomen el contacto en lo que sería un nuevo encuentro en la ciudad turca de Estambul. No obstante, durante la jornada de hoy ha tenido lugar una reunión entre funcionarios griegos y turcos fuera del marco exploratorio, que podría haber acercado posturas en términos de entendimiento diplomático entre los helenos y Ankara.

Atalayar_Cumbre Grecia Turquía

Ya a principios de año tuvieron lugar los primeros contactos entre ambos países, en esa ocasión en Constantinopla, el 25 de enero. Desde ese momento, Grecia quiso dejar claro que se limitarían a discutir acerca de la demarcación de las zonas económicas exclusivas y la plataforma continental en el Mar Egeo y el Mediterráneo Oriental, descartando en todo momento tratar asuntos de “soberanía nacional”.  A pesar de ello, fuentes griegas apuntaban a que los de Recep Tayyip Erdogan tenían la intención de extender la agenda de diálogo, algo que fue rechazado por Grecia. Cabe recordar que todas estas conversaciones se están llevando a cabo dentro de un marco de “informalidad” y que no son vinculantes para ninguna de las partes.

Atenas defiende que la decisión de extender sus aguas territoriales es un derecho soberano y tiene la capacidad de hacerlo en cualquier momento hasta 12 millas náuticas. El ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Nikos Dendias, hablaba de las conversaciones con Turquía obviando en todo momento tratar esa extensión del mar territorial griego: "esperamos que encuentren un terreno común para resolver la única disputa bilateral que tenemos con Turquía, a saber, la delimitación de la zona económica exclusiva (ZEE) y la plataforma continental en el Egeo y el Mediterráneo oriental, sobre la base de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y los principios del derecho internacional”.

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Las violaciones por parte de Ankara del espacio tanto aéreo como marítimo griego desde que tuvo lugar la primera reunión en el mes de enero han hecho que esta segunda ronda de conversaciones tuviese un clima muy diferente al anterior. Se han tratado temas como el energético que rodea a Israel, Chipre y la propia Grecia, que acaban de firmar un acuerdo que unirá las redes eléctricas a través de un cable submarino. Tendrá un coste de 755 millones de euros y contará con una potencia de dos mil megavatios y una profundidad que podría llegar a superar los 2.700 metros. Según Turquía, este cable que forma parte del proyecto denominado “Interconector Euro-Asia” pasa por su plataforma continental, y que añade aún más polémica a la ya de por sí tensa situación que llevan años atravesando.

Entre toda la controversia que todavía existe entre los dos países, la próxima cumbre de la Unión Europea parece fundamental para acercar posturas. Las recientes acciones de Ankara serán estudiadas por la UE y determinarán hasta qué punto está perjudicando Turquía mediante sus últimos movimientos al Gobierno de Katerina Sakellaropoulou.  

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