Contener el yihadismo en África, el gran objetivo de la cumbre de la Coalición Global contra el Daesh

Marruecos ha dado otro paso en el fortalecimiento de su postura como líder regional. La cumbre ministerial de la Coalición Global contra el terrorismo del Daesh celebrada este miércoles en la ciudad alauí de Marrakech, y copresidida Washington y Rabat, ha dado buena cuenta de ello. Hasta el país norteafricano se han desplazado representantes de los más de 80 países que forman parte de la coalición, que han materializado el trabajo y los acuerdos alcanzados durante la jornada en un comunicado conjunto firmado por todos ellos. 

“Garantizar la derrota duradera del Daesh en Irak y Siria sigue siendo la prioridad número uno”, recogía el comunicado, que también hacía hincapié en la “necesidad de hacer frente a la amenaza en evolución del Daesh en África”. Una realidad que se ha empezado a estudiar en las tres primeras reuniones del ‘Africa Focus Group’, y que el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita, ha respaldado: “es muy necesario porque el continente se ha convertido en el objetivo principal del terrorismo”. 

Y es que, en los últimos años, el terrorismo yihadista en las regiones del Sahel y el África Occidental ha aumentado preocupantemente. El África subsahariana acaparó el 48 % de los muertos por terrorismo en 2021, y en los últimos 15 años se ha cobrado más de 30.000 vidas, recordó Bourita. 

Durante el encuentro, muchos han sido los representantes que se han sentado con el representante exterior del Reino para acercar posturas y abordar cuestiones de carácter bilateral, del mismo modo que muchos han sido los que han aprovechado para ensalzar el papel de Rabat en la lucha contra el terrorismo. 

Esta cumbre de la Coalición Global “representa un mensaje muy fuerte” contra el Daesh, señaló la subsecretaria de Estado de los Estados Unidos, Victoria Nuland, haciendo referencia a una reunión que ha logrado congregar a más de 80 delegaciones –37 de Europa, 19 de África, 13 de países árabes y 7 de Asia y Pacífico –, así como a representantes de la Liga Árabe, la UE, la Interpol y la OTAN.

Incidiendo en que Marruecos vivirá, en pocos días, la conmemoración de los atentados terroristas de Casablanca de 2003, Nasser Bourita ha aprovechado para alabar la mejora de la situación en el país gracias a los planes antiterroristas implementados: “una estrategia eficaz, multidimensional y holística para luchar contra el terrorismo y el extremismo violento, que ha permitido a Marruecos desmantelar más de 210 células terroristas desde 2002, entre otros logros”. 

Además, el ministro de Exteriores marroquí anunció que Rabat invertirá 119 millones de dólares en 2022 para la asistencia de los países del África subsahariana en programas de contraterrorismo. Ayuda que se verá complementada en los países de Oriente Medio, que también hacen frente a la amenaza terrorista, con la emisión estadounidense de una “licencia general para facilitar la inversión económica privada" en las regiones sirias no controladas por el régimen y liberadas de las fuerzas del Daesh. Así lo hizo público la representante norteamericana Victoria Nuland, explicando que esto ayudaría en la reconstrucción de dichas comunidades. 

“Nos hemos unido con un compromiso común para asegurar la derrota duradera del Daesh en Irak y Siria, en todo el continente africano y en todo el mundo. Nuestro trabajo ha abarcado desde la liberación de territorios invadidos, hasta la identificación de regiones que son caldo de cultivo para grupos terroristas”, puntualizó Nuland.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, después de anunciar la inminente reapertura de las fronteras de Ceuta y Melilla, ha reafirmado su respaldo a Marruecos en la lucha contra el terrorismo que amenaza la estabilidad de la región. “El epicentro del terrorismo y del yihadismo en estos momentos se encuentra en África y especialmente en el Sahel”, decía Albares, haciendo hincapié, después, en la cooperación entre ambos países. 

Ahora, y tras las negociaciones y los compromisos adquiridos durante esta cumbre, la Coalición Global contra el Daesh habrá de continuar trabajando por poner fin a la expansión de un terrorismo que presenta “una evolución muy importante” en sus tácticas. Drones para misiones de reconocimiento y ataques, o nuevas tecnologías para lograr financiación, son solo algunos de los ejemplos brindados por Bourita. 

Por ello, el fortalecimiento de la cooperación y la incorporación de nuevas potencias a la coalición se han convertido en cuestiones clave para la lucha contra el terrorismo del Daesh. Durante esta cumbre, el país africano de Benin ha anunciado su anexión al grupo, siguiendo los pasos de República Centroafricana, Congo, Mauritania y el Yemen, que ingresaron en 2021. 

"A veces buscamos observadores, socios que no necesariamente deben unirse a la coalición, pero que son actores clave", explicaba el director interino de la Oficina del Enviado Especial en el Departamento de Estado para la Coalición Global contra el Daesh, Dexter Ingram. “Este es el caso de Mozambique, que el año pasado estuvo entre los 10 primeros países en sufrir ataques terroristas a nivel mundial. Y, aunque no son parte de la coalición, queremos asegurarnos de que estamos en contacto con ellos, que tienen un asiento en esta mesa para abordar la situación de África".