Continúa el acercamiento entre Irán y Arabia Saudí

Representantes de Arabia Saudí e Irán han acudido a Irak con el objetivo de continuar el diálogo que busca un acercamiento entre ambos países, sin relaciones formales desde 2016. Esta reunión sigue los pasos de una cumbre para el acercamiento entre Arabia Saudí e Irán celebrada en Bagdad en agosto. Además de participar autoridades de las respectivas potencias, también acudieron el presidente francés Emmanuel Macron, el presidente egipcio Abdel Fattah El-Sisi y el rey de Jordania Abdalá II.

De acuerdo con Associated Press, durante la reunión se discutieron “asuntos pendientes entre los dos países, de acuerdo con la hoja de ruta previamente acordada”. Además, según informó un funcionario iraquí a la agencia, las autoridades saudíes e iraníes trataron también la “representación diplomática” entre ambos países.

El restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Teherán y Riad supondría un hito dentro de la política exterior de las dos potencias, además de tener consecuencias en toda la región de Oriente Medio. Tras la ejecución en Arabia Saudí del clérigo disidente chií Nimr Baqir al Nimr, cientos de personas asaltaron e incendiaron la Embajada saudí en Teherán y el consulado en Mashhad en enero de 2016. Riad respondió a los acontecimientos rompiendo las relaciones diplomáticas con el régimen iraní. Por tanto, el hecho de que ambas partes hayan abordado la cuestión diplomática es un gran paso en el proceso de acercamiento.

También, tal y como aseguró la fuente iraquí a AP, la reunión no fue a nivel ministerial, pero las conversaciones fueron “positivas”.

El encuentro ha sido el primero de este tipo desde que el clérigo conservador Ebrahim Raisi asumiera el cargo de presidente el pasado mes de agosto. Raisi, durante su primera rueda de prensa como dirigente del país no descartó la reapertura de las embajadas iraní y saudí en las capitales. Este movimiento puede responder a los planes de Raisi para paliar la grave situación económica del país.

“El objetivo final de Raisi es la economía. Uno de los medios para lograrlo es el comercio exterior, y cuando hablamos de comercio exterior eso significa desescalada, distensión con Arabia Saudí”, explica el analista político Mostafa Khoshcheshm a CCN. También, durante su ceremonia de investidura en el Parlamento de Teherán, el presidente aseguró estar dispuesto a usar la “vía diplomática” para reparar diferencias con los vecinos regionales.

La victoria de Raisi en las elecciones provocó inquietudes alrededor de las negociaciones de Viena para restablecer el acuerdo nuclear. Asimismo, su carácter más conservador respecto a su antecesor, Hasan Rohani, también tambaleó el proceso de acercamiento entre Teherán y Riad en un principio; aunque ahora, de acuerdo con las declaraciones de Raisi, parece que el actual mandatario continúa el camino trazado por Rohani en este aspecto.

Bajo el anterior Gobierno iraní se aprobó un intercambio de visitas diplomáticas con Riad un año después de los incidentes en la Embajada saudí. También, cuando comenzó el acercamiento en abril, el Ministerio de Relaciones Exteriores aseguró que “con negociaciones y una perspectiva constructiva, los dos países importantes de la región y el mundo islámico pueden dejar sus diferencias y entrar en una nueva fase de cooperación y tolerancia para traer estabilidad y paz a la región”.

El acercamiento entre Riad y Teherán, además de sus diferencias, ha estado presente en el inicio de la 76º sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Según informó Reuters, Hossein Amirabdollahian, ministro iraní de Relaciones Exteriores, se reunió con funcionarios saudíes y de otros países del Golfo en Nueva York. Irak, principal mediador entre ambas potencias, también estuvo presente en el encuentro.

“Nuestra reunión subraya el hecho de que solo la diplomacia y el diálogo pueden poner fin a las crisis, los malentendidos y las diferencias”, declaró Amirabdollahian, tal y como informa la agencia Mehr. “La prioridad del nuevo Gobierno de la República Islámica de Irán es fortalecer y desarrollar las relaciones con sus vecinos y la región”, añadió.

También en la ONU, el rey saudí Salmán bin Abdulaziz ha mencionado el acercamiento con Irán, país al que considera un “Estado vecino”. “Esperamos que nuestras conversaciones iniciales con Irán se traduzcan en medidas concretas que fomenten la confianza, medidas que logren las aspiraciones de nuestros dos pueblos”, declaró bin Abdulaziz.

El monarca recalcó avanzar hacia unas “relaciones colaborativas basadas en el compromiso de los principios y resoluciones de la legitimidad internacional”, así como en “el respeto de la soberanía y la no interferencia en los asuntos internos de otros”.

Además de acercar posturas, también se ha alineado con Occidente para hacer frente al desarrollo nuclear de Teherán. El rey saudí reafirmó “la importancia de hacer de Oriente Medio una región libre de todas las armas de destrucción masiva” ante la Asamblea General. Asimismo, aludió a la guerra en Yemen, cuestión clave dentro del acercamiento. “Lamentablemente la milicia terrorista hutí rechaza las soluciones pacíficas. Han apostado por una opción militar para apoderarse de más territorio en Yemen”, agregó.

Es precisamente este conflicto, uno de los focos de enfrentamiento más relevantes entre las dos potencias de Oriente Medio. Arabia Saudí ha acusado a Irán en múltiples ocasiones de apoyar a las milicias rebeldes hutíes, grupo que ha llegado a atacar territorio saudí. Ante los representantes mundiales, bin Abdulaziz recalcó que Teherán debe cesar “todas sus formas de apoyo a grupos terroristas y milicias sectarias que solo traen la guerra, la destrucción y el sufrimiento a los pueblos de la región”.

No obstante, Yemen no es el único punto de discordia. En Siria también han mantenido posiciones contrarias. Mientras Arabia Saudí respalda a grupos armados contrarios a Bachar a-Asad, Irán respalda al Gobierno sirio. Dentro de sus desacuerdos también cabe destacar sus diferencias religiosas y su rivalidad económica.

Irak se posiciona como el principal mediador entre las dos potencias de la región tras años de inestabilidad. Bagdad pasó de organizar las primeras reuniones secretas entre Arabia Saudí e Irán hasta planificar una cumbre para el acercamiento con líderes mundiales como Macron.

“La celebración en Bagdad de esta conferencia es una clara evidencia de la adopción por parte de Irak de una política de equilibrio y cooperación positiva en sus relaciones exteriores”, aseguraba el comunicado de la Conferencia de Cooperación y Asociación de agosto.

Fuad Husein, ministro iraquí de Exteriores, también reafirmó el rol de Irak como “mediador entre varios países”, un hecho que le ha permitido alcanzar “un papel diplomático importante entre las naciones vecinas”.