Ya el año pasado, las autoridades judiciales decidieron confiscar varios bienes del expresidente y varios de sus colaboradores, así como ponerlo bajo arresto domiciliario

Continúan las investigaciones por corrupción contra el expresidente mauritano Ould Abdel Aziz

photo_camera AFP/LUDOVIC MARIN - El expresidente mauritano Mohamed Ould Abdel Aziz

Este jueves, un juez de instrucción de Nuakchot, siguiendo las recomendaciones del fiscal general Ahmedou Ould Abdallah, presentó cargos de corrupción contra el expresidente Mohamed Ould Abdel Aziz y otras diez figuras próximas a él, entre ellos su suegro, varios empresarios y exministros. 

Según ha podido saber la agencia de noticias AFP a través de una fuente familiarizada con el expediente, la acusación contra el expresidente es larga e incluye blanqueo de capitales, malversación y obstrucción a la justicia. 

La noticia ha generado reacciones inmediatas en la capital del país, concretamente en las inmediaciones del Palacio de Justicia, donde desde este martes se han congregado partidarios y detractores del expresidente. 

La elaboración del expediente de corrupción se remonta a los primeros meses del actual Gobierno. La opinión pública, cada vez más exigente en la lucha contra la corrupción, ha llevado a las autoridades competentes a investigar varias causas de la era de Ould Abdel Aziz.

En paralelo, diputados contrarios a Abdel Aziz, tanto de la oposición como de la actual mayoría oficialista, han creado una comisión parlamentaria para investigar los expedientes de corrupción de la etapa del expresidente.

La comisión ya ha escuchado el testimonio de decenas de figuras nacionales entre ministros, cargos de la administración pública, asesores y empresarios. Ha podido revisar miles de documentos relativos a negocios y decisiones importantes relacionadas con el manejo de dinero público. Sus dos ex primeros ministros, Yahya Ould Haddamin y Mohamed Salem Ould al-Bashir, también han sido citados en el Parlamento por varios delitos económicos y financieros.

Los partidarios del Gobierno actual creen que todo el procedimiento anticorrupción se enmarca en lo que denominan el proyecto de reforma del presidente Mohamed Ould Sheikh al-Ghazouani, de conseguir incremental los niveles de transparencia y rendición de cuentas de la administración. Además, acusan al anterior mandatario de instaurar un sistema de robo sistemático de recursos públicos, lo que llevó al expresidente y su entorno a enriquecerse sustancialmente.

Presidente Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani

Los simpatizantes de Abdel Aziz, no obstante, ven en esta operación anticorrupción una cortina de humo de los actuales dirigentes para tapar su fracaso e incapacidad de reformar el país y una persecución política contra el antiguo líder del país. 

Desde el Gobierno, su portavoz se ha mostrado cauto al emitir cualquier tipo de valoración limitándose a señalar que el expediente está en el poder judicial y que el expresidente es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad.

Ould Abdel Aziz, de 64 años, asumió la Presidencia en 2008 y la ocupó durante dos mandatos hasta 2019 cuando fue relevado por Ould al-Bashir, su exministro de Defensa. 

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