Militares cubanos muestran su apoyo a Daniel Ferrer y se propone un acuerdo de todas las partes para no relegar a la isla caribeña al abstraccionismo

Creado un Consejo para la Transición Democrática en Cuba

photo_camera Cuba

La oposición política al régimen castrista acaba de diseñar un nuevo Gobierno a través de lo que se conoce por “Consejo de Transición Democrática en Cuba”, que será presidido por José Daniel Ferrer García, cabeza visible del movimiento disidente en el interior de la isla desde la muerte de Oswaldo Payá, en julio de 2012. De esta manera ha sido informada esta corresponsal por la responsable de las Relaciones Internacionales de ese nuevo Consejo, Elena Larrinaga de Luis, quien, desde la novedosa plataforma Cuba Humanista (proyecto inclusivo y transversal, nacido en febrero de este año para dar voz a los disidentes que las autoridades callan), ha ido enviando propuestas para una reforma económica y educativa en la propia isla y que han dado su fruto hasta en el mismo Parlamento Europeo. “La responsabilidad del Gobierno cubano es para con sus ciudadanos, por el bien nacional”, aclara Larrinaga de Luis.

Según ha aclarado Larrinaga de Luis, estamos hablando de una larvada e incesante lucha en silencio durante los últimos meses, siendo la respuesta de la Oficina del Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea (carta firmada por Josep Borrell Fontelles) no solo positiva, sino empática con esta propuestas, en el sentido que sugirió recientemente a las autoridades cubanas tener en cuenta la liberación de los sectores económico y educativo, piedra angular del desarrollo europeo e imprescindible para el bienestar del pueblo cubano. “La voluntad del Gobierno castrista en avanzar es nula. Se le acabó su tiempo y lo sabe. La situación apunta a un inminente fallo multiorgánico. España tuvo la ocasión de hacer una transición pacífica de la dictadura de Franco a una democracia, y ha sido nuestro modelo inspirador a seguir”.

Para Larrinaga de Luis, la Resolución del Parlamento Europeo en defensa de la disidencia cubana, aprobada en estos días y que ha contado con el voto en contra de los socialdemócratas, no deja lugar a dudas que estas propuestas encubiertas han contado con la supuesta connivencia de Josep Borrell. 

Ciertamente, la Cámara ha mostrado su condena enérgica a las supuestas violaciones sistemáticas de los derechos humanos y laborales cometidos por la dictadura castrista, argumento esgrimido por Larrinaga de Luis a través del Observatorio Cubano de los Derechos Humanos (OCDH) durante años. Los pilares del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación han de ser respetados, y en este sentido, Josep Borrell les ha avalado. “El país lo hacemos todos y queremos que las autoridades cubanas participen de este Consejo, para no relegar a Cuba a un abstraccionismo. Existen personas en el Gobierno que no quieren hipotecarse con decisiones adoptadas por sus superiores. Tienen ya la fuerza para entender que el futuro les pertenece”, asegura Larrinaga de Luis. Militares cubanos objetores de conciencia (MOC) han lanzado una misiva en la que muestran ya su apoyo a Daniel Ferrer y Movimiento de San Isidro y denuncian la existencia de una cúpula dirigente que sitia y detiene arbitrariamente a sus ciudadanos. 

En este mismo orden de asuntos, Larrinaga de Luis ha querido dejar claro que la oficina del Alto Comisionado ha aprobado ayudas y subvenciones a organismos oficiales en la isla que no estaban contemplados en los objetivos del mencionado Acuerdo como, la Federación de Mujeres Cubanas, brazo político del PCC y  ejecutor de los mítines de repudios y la represión contra las Damas de Blanco y las activistas de DDHH, o el Comité Provincial del Partido Comunista de La Habana y la Universidad  de las Villas, que ha expulsado a más de 25 personas entre estudiantes y profesores por “diversionismo  ideológico”.  

La responsable de las Relaciones Internacionales del citado y novedoso Consejo, Elena Larrinaga, ha recordado que la filtración de unos correos electrónicos, de acuerdo con el Gobierno cubano por parte de algunos miembros de la delegación del PSOE del hemiciclo europeo, “es un hecho reprobable, que deja en mal lugar a estos funcionarios que pertenecen y se deben a la Unión”. No obstante, existen elementos coercitivos dentro del sistema cubano, que han mostrado su total acuerdo al cambio. “Hemos demostrado abierta y claramente que nuestro procedimiento es el de la lucha pacífica, con la argumentación de hechos y evidencias constatadas; por ello, se ha mantenido siempre comunicación abierta con las instituciones cubanas”.  

Para Larrinaga de Luis, Cuba no cuenta con abastecimiento de ningún tipo y el discurso de “echar la culpa al gigante norteamericano” ha tocado también su fin. Existe conexión entre el Gobierno cubano y un supuesto delito de prevaricación de fondos.  La alocución del Parlamento Europeo sobre ayudas concedidas a organismos con estructuras democráticas dista ya de la realidad.

Carmen Chamorro García, directiva del CIP/ACPE y diplomada en Relaciones Internacionales por SEI

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