Crece un 30,3% el comercio exterior de China en 2021
En 2021, los intercambios comerciales por parte de China aumentaron un 30,3%, en comparación con el año anterior, alcanzando así una cifra histórica de 6,05 billones de dólares, según comentó Li Kuiwen, vocal de la Administración General de Aduanas del país, y recogido por South China Morning Post.
Asimismo, las exportaciones chinas también sufrieron un aumento en 2021, llegando hasta el 29,9%, lo que, a su vez, supone una cifra de 3,36 billones de dólares, provocado por una gran demanda del extranjero en proceso de la recuperación económica mundial, la cual según diversos expertos está siendo desigual y efímera.
Sin embargo, de acuerdo con el previo organismo, las importaciones del país crecieron un 30,1%, haciendo posible un total de 2,69 billones de dólares.
Esto quiere decir, que el superávit comercial de China ha superado a lo largo del año la cifra de 670.000 millones de dólares, lo que significa un incremento de casi un 25% y una diferencia positiva de más del 16% respecto a las cifras del 2020, según los datos oficiales del organismo aduanal chino.
Cabe destacar, que los intercambios comerciales más asiduos han sido con Latinoamérica en primer lugar, Estados Unidos, y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) continúan la lista, mientras que la Unión Europea (UE) ocupa un cuarto lugar en el desglose.
"De cara a este año, el comercio se enfrenta a una creciente incertidumbre, inestabilidad y desequilibrio. La economía china afronta una triple presión, que incluye la contracción de la demanda, las perturbaciones de la oferta y el debilitamiento de las expectativas", comunicó Li Kuiwen.
"La pandemia mundial sigue siendo grave, el entorno exterior es cada vez más complejo e incierto y, agravado por la elevada base del 2021, el comercio en 2022 se enfrentará a cierta presión", añadió el portavoz de la Administración General de Aduanas de China.
Además, Kuiwen destacó que "la economía china es resistente", incluso a pesar de la gran cantidad de “dificultades y desafíos”, asegurando que "los fundamentos positivos a largo plazo no cambiarán".
Sin embargo, el funcionario señala que es de suma importancia “reforzar nuestra decisión de mantener un comercio estable".
El 2021 ha sido un año de un aumento considerable de las relaciones comerciales entre China y Rusia. El comercio entre ambos países ha crecido exponencialmente, alcanzando un aumento del 35, 8% durante el último año, marcando su récord en 146.880 millones de dólares.
Según datos de la Administración de Aduanas del país asiático, las importaciones chinas a Rusia crecieron en el pasado año un 37.5 %, mientras las exportaciones lo hicieron hasta alcanzar un 33.8 %.
A pesar de que, en 2020, las relaciones comerciales entre ambos países sufrieron una reducción de cerca del 3%, el 2021 ha marcado un ritmo ascendente en las relaciones comerciales bilaterales. Esta tendencia al alza venía incrementándose anualmente desde que en 2009 China se convirtiera en el principal socio comercial de Rusia.
No obstante, la expansión del comercio entre ambos países que vino experimentando, fue causado principalmente por el aumento de las ventas de hidrocarburos rusos a China y también por otra parte, debido a un elevado crecimiento de las exportaciones chinas de productos manufacturados hacia el mercado ruso.
Las importaciones de China desde Estados Unidos aumentaron el pasado año en cerca de un 33% y sus exportaciones hacia el país norteamericano crecieron un 27,5%.
A pesar de esto, en los últimos años China ha experimentado el mayor crecimiento económico de la historia, debido principalmente a su integración en las cadenas de producción globales del montaje de componentes.
Sin embargo, poco a poco, las empresas chinas han logrado producir bienes de tecnología punta, convirtiéndose en un serio competidor para otros países, especialmente para Estados Unidos.
En la última década, China ha ido sustituyendo a Estados Unidos como principal proveedor de Asia, África Europa y América del sur.
El país asiático, se propuso construir una plataforma digital que no dependiera de la tecnología norteamericana.
En cuanto a esto último, sus motivos podían obedecer al interés del Gobierno chino en regular las empresas tecnológicas para adjudicarse la recopilación y gestión de la información relativa a los ciudadanos.
En 2018, se estableció una guerra comercial entre China y Estados Unidos, en la que Trump impone aumentos arancelarios y limitaciones a las importaciones, e incluso el veto a empresas como Huawei o Tik Tok.
China se ha convertido en la fábrica del mundo y persigue convertirse en la principal potencia tecnológica mundial, tras haber liderado el desarrollo del 5G.
El presente en las relaciones comerciales entre ambos países es de tensión y cierta lucha por la hegemonía del comercio mundial. El futuro vendrá marcado por la ruptura comercial o, por el contrario, un cese de las tensiones y una hegemonía compartida en el comercio internacional.
