El objetivo ha sido el batallón 628 del Ejército de Haftar ubicado en la ciudad de Taraghin

Daesh se atribuye un atentado en Libia por primera vez en meses

photo_camera AFP/DIVISIÓN DE INFORMACIÓN DE GUERRA LNA - Combatientes del Ejército de Liberación Nacional libio (LNA)

La organización terrorista Daesh está resurgiendo en Libia aprovechando el caos derivado de la guerra civil abierta entre el Gobierno de Unidad Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), liderado por el primer ministro Fayez Sarraj, y el Ejército de Liberación Nacional (LNA, por sus siglas en inglés), comandado por el mariscal Jalifa Haftar. Este lunes, el grupo yihadista se ha atribuido un ataque que tuvo lugar este sábado contra el batallón 628 del LNA en la entrada de la ciudad de Taraghin, al este de la ciudad de Murzuq, en el suroeste de Libia, según ha informado la agencia de noticias de Daesh Amaq. En el atentado, que fue “insignificante” porque fue llevado a cabo por “pocos individuos”, no se produjeron víctimas mortales, de acuerdo con una fuente militar consultada por Al-Marsad.

Esto se ha producido el mismo día que el Ejército de Haftar ha anunciado la captura de “uno de los integrantes más peligrosos de la organización terrorista Daesh”. “Las milicias del LNA lideradas por el mariscal de campo Jalifa Haftar han arrestado en Trípoli a Muhammad al-Ruwaidani, conocido como Abu Bakr al-Ruwaidani, que había sido trasladado a Libia bajo los auspicios de la inteligencia turca”, señaló este lunes el ‘Frente Popular para apoyar al Ejército libio contra el colonialismo turco’ en Facebook. “Esto es una prueba más de la relación entre Erdogan, la organización Daesh Takfiri y las organizaciones extremistas en general”, puntualizó esta organización en la red social.

Este nuevo ataque, el primero de la organización terrorista en suelo libio en varios meses, pone de manifiesto cómo el grupo está ganando, de nuevo, fuerza y terreno. Su objetivo es claro: desestabilizar al Ejército de Haftar, pues Daesh recibe el sustento del GNA de Sarraj y de los socios de este, como Turquía, Qatar y los Hermanos Musulmanes. De hecho, cabe recordar, en este punto, que mercenarios sirios financiados por la nación euroasiática liberaron a prisioneros del grupo yihadista de la cárcel de Sorman -ubicada al noroeste cerca de Trípoli- el pasado mes de abril. Además, y según fuentes de seguridad libias, la fuerza aérea turca ofreció el respaldo necesario para llevar a cabo esta operación. Este movimiento no fue aislado; días antes, los milicianos “rescataron” a otro grupo de yihadistas que estaba preso en otro centro penitenciario. La justificación que ofreció entonces el GNA es que esto era necesario para salvaguardar la seguridad de los detenidos ante la alerta sanitaria generada por la pandemia del coronavirus.

En cualquier caso, que se produjera una liberación de terroristas hace un mes y ahora se estén intensificando las acciones del grupo contra la facción que ellos consideran rival, el LNA, no es casual. 

Combatientes del LNA en una academia militar en la ciudad oriental de Bengasi, en Libia, el 18 de abril de 2019

El Ejército de Haftar ya ha reaccionado al ataque por medio de su portavoz. Al-Mismari, en una entrevista concedida a Al Arabiya-Al-Hadath, ha declarado que están “acostumbrados a Daesh, que lleva ataques de represalia después de cada operación exitosa de las fuerzas armadas contra la organización”. “Esta operación vino en respuesta a sus pérdidas en el oeste de Trípoli y al arresto de Abu Bakr al-Ruwaidani”, ha puntualizado el general. “Daesh siempre intenta y busca demostrar su existencia y venganza, ya que siempre trata de reafirmar su control y dejar claro que tiene espacio para moverse en la región suroeste” del país, ha aseverado el portavoz del LNA.

Este martes, las fuerzas de Haftar también han conseguido frustrar otro atentado de Daesh en la misma ciudad de Taraghin. Según ha desvelado el medio local Al-Wasl, “se encontraron trampas explosivas en la puerta de la Policía Militar de la Décima Brigada, que fueron desmanteladas sin daños”. 

Una fuente militar del LNA ha advertido, en esta línea, que “la actividad de Daesh está aumentando en el sur de Libia después del arresto de uno de sus líderes”, por lo que es previsible que se produzcan nuevos ataques contra los efectivos de Haftar en los próximos días.

El último atentado que se había atribuido la organización terrorista en suelo libio antes del de este fin de semana se produjo en junio de 2019, cuando el grupo lanzó un ataque en la ciudad oriental de Derna, provocando heridas a 18 personas. Había sido, además, el primero en ser reivindicado por el grupo yihadista en esa localidad desde 2016. Durante el año pasado, Daesh también llevó a cabo atentados contra la ciudad de Sabha, causando nueve muertes, y contra un campo petrolífero en el sur del país, con tres bajas. 

Hace ocho meses, el analista Sudarsan Raghavan ya alertaba en The Washington Post que la guerra civil en el país norteafricano estaba creando “la apertura” para el regreso de Daesh “a medida que los esfuerzos antiterroristas flaquean”. Entonces, el Ejército de Estados Unidos cifraba en un centenar el número de yihadistas afiliados al grupo en Libia.

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