La organización yihadista se ha responsabilizado del ataque contra un funeral, que dejó 24 muertos. El otro ataque, contra un hospital de atención materna, todavía no ha sido reclamado

Daesh se atribuye uno de los dos atentados en Afganistán que dejaron 40 muertos

photo_camera PHOTO/AFP - Un oficial de seguridad afgano lleva un bebé después de que unos hombres armados atacaran un hospital de maternidad, en Kabul, Afganistán, el 12 de mayo de 2020

Un ataque a un hospital de atención materna en Kabul que recibe apoyo de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) y un atentado suicida durante un funeral en el este de Afganistán causaron este martes al menos cuarenta muertos y decenas de heridos, dos acciones que provocaron una ola de indignación en el país. La acción contra el hospital dejó al menos dieciséis civiles muertos, entre ellos dos recién nacidos, y una quincena de heridos, en uno de los peores ataques contra un centro de salud de MSF desde que en 2015 Estados Unidos bombardease por error una de sus clínicas en el norte del país ocasionando 42 fallecidos. 

Personal de seguridad afgano en el lugar de un ataque contra un hospital en Kabul el 12 de mayo de 2020
Tres atacantes durante cinco horas en el hospital

En el distrito de Dasht-e-Barchi, en el oeste de la capital afgana, el ataque contra el hospital comenzó esta mañana y concluyó cinco horas después con la muerte de los tres asaltantes. El Ministerio de Salud afgano informó del fallecimiento de dieciséis civiles, sin contar los tres atacantes, y el mismo número de heridos, en una acción que dejó “la mayor parte de los edificios administrativos y de maternidad destruidos”. “Dadnos la oportunidad de prestar servicios sanitarios a nuestra desafortunada y pobre gente”, pidió el departamento. 

Entre las víctimas mortales hay “dos recién nacidos, madres de recién nacidos y matronas, a los que dispararon”, detalló por su parte en un comunicado el portavoz del Ministerio afgano de Interior, Tariq Arian. El rescate de un centenar de personas, entre ellas tres extranjeros, dejó imágenes en las que se ve a las fuerzas de seguridad evacuando en brazos a recién nacidos. 

Médicos Sin Fronteras confirmó a Efe que el hospital está respaldado por la organización. “Por el momento, nuestra prioridad es la seguridad de nuestros pacientes y del personal, no hay más información en este momento”, dijo una trabajadora de la ONG en Kabul, que prefirió mantener el anonimato. Esta maternidad es el único centro para atender emergencias y partos complicados en un vecindario de más de un millón de personas, según indica MSF en su página web, después de que en sus redes sociales la ONG celebrara esta mañana el nacimiento de un niño tras un parto complicado por problemas durante el embarazo. Esta zona está habitada sobre todo por miembros de la minoría chií hazara, víctima de continuos ataques en el país. 

Mapa de Kabul localizando un ataque con armas de fuego en un hospital el 12 de mayo

24 muertos en un funeral 

Poco después del inicio del asalto en Kabul, un atacante suicida detonó los explosivos que portaba durante el funeral de un comandante de Policía en la provincia oriental afgana de Nangarhar, bastión en Afganistán hasta el año pasado del grupo yihadista Daesh. El atentado dejó al menos veinticuatro muertos y 67 heridos, una parte de los cuales se encuentran en “estado crítico”, señaló la oficina del gobernador provincial en un comunicado. 

Una de las víctimas mortales es un miembro del consejo provincial, mientras que un parlamentario de la Wolesi Jirga, como se conoce la Cámara Baja, resultó herido, explicó a Efe el portavoz del gobernador de Nangarhar, Attaullah Khogyanai. 

Voluntarios llevan a un niño herido después de un ataque suicida en el funeral de un comandante de la policía local en Nangarhar, el 12 de mayo de 2020
Daesh reivindica el ataque contra funeral 

Daesh se atribuyó la autoría del ataque perpetrado este lunes contra el funeral de un alto mando policial en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, en el que murieron al menos 24 personas, según el recuento oficial. “El soldado del califato Abdalá al Ansari ha conseguido alcanzar una agrupación de la seguridad afgana y elementos de sus milicias aliadas en la zona de Khewa, en Nangarhar, donde hizo detonar su chaleco explosivo en medio de ellos”, informó la agencia Amaq, vinculada a los yihadistas.

Según su versión, la acción causó un centenar de muertos y heridos entre las filas de las fuerzas de seguridad afganas y “milicias” amigas. La formación terrorista no se pronunció sobre el otro ataque ocurrido este lunes en Kabul contra un hospital de atención materna, que concluyó cinco horas después de su inicio con la muerte de 16 civiles, el fallecimiento de los tres asaltantes e importantes daños materiales en el centro médico, apoyado por Médicos Sin Fronteras. Los talibanes ya se habían desvinculado de ambos atentados, acudiendo de inmediato a la red social Twitter para distanciarse de las dos acciones, cuando tiene lugar un controvertido intercambio de prisioneros entre la fuerza insurgente y el Gobierno que es visto como un paso previo a las negociaciones de paz intraafganas. 

El cuerpo de un terrorista yace en el suelo en Kabul, Afganistán, el 12 de mayo de 2020

El presidente afgano, Ashraf Ghani, condenó “en los términos más duros posibles” estos ataques, durante un discurso a la nación en el que remarcó que una vez más los civiles son las principales víctimas de esta “guerra impuesta”. Pero lejos de limitar su intervención a los lamentos, Ghani anunció que las fuerzas de seguridad afganas dejan de estar en posición defensiva, como se decidió en el marco del acuerdo de Doha entre Estados Unidos y los talibanes del pasado 29 de febrero. “Para la defensa del país, la seguridad y la protección de las personas y la infraestructura nacional y para repeler y frustrar los ataques y amenazas de los talibanes y otros grupos terroristas, ordeno a las Fuerzas de Defensa y Seguridad del país que regresen al modo ofensivo”, dijo, enérgico, el presidente afgano. 

También la Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) expresó su “repugnancia ante los ataques terroristas de hoy”. La organización pro-derechos humanos Amnistía Internacional denunció por su parte los “inadmisibles crímenes de guerra de hoy en Afganistán”. “Los autores de estos graves crímenes deben rendir cuentas y los civiles deben ser protegidos”, señaló la organización. 

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