De Marruecos a la Meca en bicicleta
Partiendo de Marruecos hace cuatro años, un trotamundos marroquí cruzó veintiocho países africanos para poder finalmente llegar a su destino en Arabia Saudí, donde pretendía hacer la peregrinación a la Meca. Su periplo empezó en enero de 2017, cuando Yassine Ghallam decidió realizar su sueño de realizar el Hajj. Pero a diferencia de la clásica peregrinación, durante la cual los fieles viajan a Arabia Saudí en avión, el ciclista marroquí optó por una opción poco convencional y muy original: ir a la Meca en bicicleta, durmiendo en una tienda portátil llena de sus pertenencias personales y utensilios de cocina.
Después de viajar por veintiocho países africanos y experimentar innumerables aventuras, Yassin decidió hace algún tiempo dejar su bicicleta en Arabia Saudí, donde planeaba hacer la peregrinación a la Meca. Casi cuatro años después de haber salido de Marruecos, llegó a Medina, pero no pudo lograr su objetivo porque las autoridades saudíes sólo permitieron que un número limitado de personas realizaran el Hajj, como gran parte de las medidas para detener la propagación del coronavirus. Su historia ha convencido tanto a los saudíes, hasta el punto de que ha sido visitado por gente que le ha dado apoyo y consuelo.
"Hemos venido desde Qassim para conocerte. Eres nuestro invitado y el invitado de cada hogar del reino. Estamos muy contentos de tenerte", le dijo a Yassin. "Caminé desde La Meca hasta Madina a pie, siguiendo el viaje del Profeta Mahoma” dijo. Un miembro del grupo de Al-Mutairi se unió a la celebración y dijo: "la razón por la que vinimos a Abha tan rápido fue porque nos conmovió tu historia. Yo también quiero regalarte algo. Nos encargaremos de tus gastos de Hajj para el próximo año."Yassin estaba abrumado por la emoción y lloraba de alegría. El viajero llamó a su madre y le contó la sorpresa para el próximo año. "Tengo noticias maravillosas para ti. Mis amigos saudíes se encargarán de tu viaje de Hajj el año que viene", dijo, añadiendo que ella nunca había visitado La Meca antes.
"Quería descubrir este continente al que pertenecemos, pero no sabemos mucho. Así que decidí viajar a pie para encontrar la historia de nuestros antepasados y el camino que usaban para hacer el peregrinaje", recuerda en una declaración a Yabiladi. "Decidí viajar con 0 dirhams. Fue un reto con mi madre que una vez me dijo que el dinero es importante en la vida y yo no estaba de acuerdo con ella", añade. Para poder hacer frente a los costes del viaje, este ex empleado de la compañía de tranvías de Casablanca tuvo que trabajar como profesor de árabe y matemáticas, mecánico y agente hotelero. Pero la aventura no fue fácil para este trotamundos marroquí. Su viaje sufrió varios contratiempos, una vez que empacado su equipaje, su viaje comenzó desde Mauritania. "Cuando llegué a Dakar, sufrí una lesión en la rodilla y un médico me aconsejó comprar una bicicleta para continuar mi viaje, lo cual hice. En Benín contraje el paludismo, lo cual le me dejó postrado en cama durante una semana en el hospital, y en Nigeria tuve un accidente de tráfico ", recuerda Yassine.
Así pues, su aventura le ha permitido documentar y subir en video a Youtube todos sus viajes algunos de los cuales alcanzan ya más de las 70.000 visitas y recorrer países como Guinea-Bissau, Guinea-Conakry, Côte d'Ivoire, Ghana, Togo, Benin, Nigeria, Camerún, Gabón, Congo-Brazzaville, Angola, Namibia, Zambia, Mozambique, Swazilandia y Sudáfrica, antes de llegar a las Comores, Madagascar y Mauricio. Interrumpió su viaje para ir a los Emiratos Árabes Unidos antes de volver a las Comores y continuar su aventura. Luego se trasladó a Tanzania, donde escaló el Monte Kilimanjaro, antes de dirigirse a Kenya, luego a Etiopía, Sudán, Egipto, donde asistió a la Copa de Naciones de África, y luego a Jordania, la última parada antes de regresar a Arabia Saudí.
Pero para Yassine, esta aventura le permitió, no solo mejorar su inglés sino también le permitió conocer los fundamentos básicos de varios idiomas, como el lingala, una lengua bantú hablada en la República Democrática del Congo y la República del Congo, y el swahili. "Lo más importante es que aprendí sobre la humanidad de los países africanos, y también me aferré a mis sueños y comprendí que debemos fijarnos metas para nuestras vidas, no vivir por casualidad y permanecer indiferentes a lo que diga la gente", concluye el joven ciclista que planea, su regreso a Marruecos, donde tiene previsto dar varias conferencias sobre su experiencia y escribir un libro sobre su aventura.