De Mistura viaja a Argelia tras visitar los campos de refugiados de Tinduf
Pese a que el plan inicial solo contemplaba una visita oficial de dos días a los campos de refugiados saharauis de Tinduf, la decisión de Staffan de Mistura –enviado especial de Naciones Unidas para el conflicto del Sáhara– de desplazarse también hasta Argelia y Mauritania equivale, casi dos meses después, a la gira que se esperaba que el diplomático realizase el pasado mes de julio, tras su viaje a Rabat.
Así, este lunes, el enviado de Naciones Unidas para el Sáhara llegaba a la capital argelina de Argel, donde era recibido por el ministro de Asuntos Exteriores, Ramtane Lamamra, para abordar “las perspectivas de fortalecer los esfuerzos internacionales para reanudar las negociaciones directas entre las dos partes en conflicto, el Reino de Marruecos y el Frente Polisario”, según recogía un comunicado de la cartera de Exteriores argelina, publicado por la agencia de noticias estatal APS.
El documento explicaba también que uno de los principales objetivos del encuentro era “alcanzar una solución política justa y duradera, aceptable para ambas partes y que garantice que el pueblo saharaui pueda ejercer su derecho inalienable e imprescriptible, de conformidad con las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas”. Cuestiones que ponen de nuevo sobre la mesa el respaldo argelino al movimiento del Frente Polisario.
El encuentro entre De Mistura y Lamamra –en el que también estuvo presente el embajador Ammar Blani, enviado especial para los países del Magreb y el Sáhara Occidental– se produce después del viaje del diplomático ítalo-sueco a los campamentos saharauis de Tinduf, en territorio argelino, donde se reunió con el jefe de la delegación negociadora del Frente Polisario, Jatri Addouh, y con su embajador ante las Naciones Unidas, Sidi Omar, el sábado, así como con el líder del movimiento independentista saharaui y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Ghali, el domingo.
Y, mientras el Frente Polisario pide a la ONU “asumir su responsabilidad con el pueblo saharaui”, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, llegaba, por su parte, este mismo lunes a la capital argelina para analizar la cooperación energética del país norteafricano con Europa, en medio de la crisis por la guerra en Ucrania y la imperiosa necesidad occidental de independizarse del suministro ruso. Visita en la que el representante europeo espera, también, abordar la situación del Sahel y el conflicto saharaui.
Así, esta gira por la región norteafricana, la segunda de De Mistura tras la del pasado mes de enero, pretende facilitar los suficientes datos al diplomático de Naciones Unidas de cara a su comparecencia ante el Consejo de Seguridad, el próximo mes de octubre; así como un instrumento para, eventualmente, reactivar el proceso de paz para el Sáhara Occidental, tras la ruptura del alto el fuego entre el Reino alauí y el Frente Polisario –acordado en 1992 –, en noviembre de 2020. Fecha en que el Frente Polisario dio por roto el acuerdo tras el desalojo de activistas saharauis en el paso fronterizo de Guerguerat (entre Mauritania y el Sáhara Occidental).
Con los mismos objetivos, la oficina del enviado especial afirmaba, durante este fin de semana, que De Mistura visitará Nuakchot, la capital de la vecina Mauritania, el próximo 10 de septiembre, donde se encontrará con responsables del Gobierno para consultar “con todas las partes interesadas, de cara a avanzar constructivamente en el proceso político del Sáhara Occidental”.
Históricamente, el vuelo que transportaba al enviado personal del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidental hasta la región, antes de sus giras, corría a cargo de un evión del Ejército del Aire español. Sin embargo, debido a la “posición parcial frente al conflicto saharaui”, afirmaba una fuente argelina al diario El Confidencial, “España ha sido descalificada, y en modo alguno puede asociarse a los esfuerzos por relanzar el proceso político encaminado a encontrar una solución”. Por lo que, De Mistura, a diferencia de sus predecesores en el cargo, no llegó al país norteafricano en un vuelo con bandera española.
“El enviado personal no puede tener ninguna deuda con un país que ha renegado de su posición de neutralidad tradicional sobre la cuestión del Sáhara Occidental”, concluyó la fuente argelina.
La propuesta marroquí sobre la situación del Sáhara, fuertemente apoyada en el plano internacional, dibuja un Sáhara Occidental bajo la soberanía del Reino, pero con una amplia autonomía política. Muy lejos de la propuesta del Frente Polisario, que aspira a la celebración de un referéndum de independencia, y que entre sus respaldos internacionales cuenta, precisamente, con Argel, rival regional de su vecino Rabat.
