La Guardia Revolucionaria iraní se atribuyó una ofensiva dirigida hacia presuntas bases secretas del Mossad en la región del Kurdistán iraquí

Doce misiles lanzados por Irán impactan en las inmediaciones del consulado de Estados Unidos en Erbil

AFP/HO/OFICINA DE PRENSA DEL PRIMER MINISTRO IRAQUÍ - El primer ministro Mustafá al-Kadhemi (2º dcha.) y al primer ministro del Gobierno Regional del Kurdistán iraquí Masrour Barzani (3º dcha.) visitando el lugar donde se produjo un ataque con misiles un día antes en Arbil, el 14 de marzo de 2022

Una docena de misiles balísticos impactaron en la madrugada del domingo en las inmediaciones del consulado de Estados Unidos al norte de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí. La Guardia Revolucionaria de Irán se atribuyó minutos después la autoría de un ataque que no provocó víctimas mortales, pero que dejó dos heridos y numerosos daños materiales, según las autoridades locales. Se trata del primer ataque iraní contra objetivos estadounidenses en dos años.

Como represalia por el asesinato del general Qassem Soleimani en Bagdad, el número tres en la línea de poder de la República Islámica ejecutado durante la Administración Trump, Irán disparó misiles contra la base aérea de Al Asad, ubicada en el oeste de Irak, donde operan de forma conjunta fuerzas iraquíes y estadounidenses. Un tímido ataque que precedió al levantamiento de las milicias chiíes de Irak contra las instalaciones de Estados Unidos, instigados desde Teherán.

En este lapso, Washington se limitó a responder con el lanzamiento de ataques aéreos, congelando unas tensiones que se redujeron de forma significativa con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, menos combativo con Teherán que su predecesor y decidido a rescatar el acuerdo nuclear de 2015. El rápido progreso de las negociaciones para su reactivación terminó por sellar una tregua momentánea entre Washington y Teherán. Tregua que parece haber saltado por los aires.

Mapa Irak Erbil

Aunque las delegaciones iraní y estadounidense no han dialogado cara a cara, sino a través del resto de firmantes del Plan de Acción Integral Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), la reanudación del acuerdo parecía visto para sentencia tras meses de negociaciones. Las partes debían finalizar la última ronda de diálogo y volver a sus respectivas capitales con el cometido de recibir la luz verde definitiva.

Pero la invasión rusa sobre Ucrania deshizo los avances. Rusia, uno de los cinco firmantes, exigió el viernes un alivio de las sanciones impuestas por Occidente y una garantía que le permitiera mantener las relaciones comerciales con Irán en el marco del acuerdo nuclear. Unas demandas que se toparon con el rechazo de Estados Unidos, que consideró que estas forman parte de un escenario ajeno al JCPOA.

La negativa del resto de firmantes ha obligado al ministro de Exteriores iraní a viajar este martes a Moscú para rescatar el acuerdo nuclear. Hosein Amirabdolahian y el Ejecutivo de Ebrahim Raisí quieren arrancar el sí del Kremlin, atenazado por el bloqueo económico al que está siendo sometido por Occidente en respuesta a su agresión sobre Ucrania. Enrique Mora, el número dos de Josep Borrell, anunciará la reanudación de las negociaciones, pausadas hasta nueva orden.

Pero Teherán ha negado haber atacado el consulado de Estados Unidos, recién estrenado y todavía sin personal diplomático, sino dos bases secretas de la inteligencia israelí localizadas en la zona. En un comunicado emitido por las agencias de noticias estatales, Irán dijo haber apuntado a un “centro estratégico de las conspiraciones sionistas en Erbil”. Una ofensiva que se habría producido como represalia por la muerte de cuatro personas en Siria durante un bombardeo israelí, dos de ellas integrantes de la Guardia Revolucionaria.

Raisí Fuerza Quds

En cualquier caso, el ataque recibió la condena del primer ministro iraquí, Mustafa al-Kazemi, y de su homólogo kurdo, Masrour Barzani. Mientras que el gobernador de Erbil, Omed Joshnau, desmintió la presencia de bases israelíes en territorio iraquí: “El tema de Israel se ha hablado durante mucho tiempo. Eso es infundado”. No ha trascendido la existencia de instalaciones del Mossad ni de ningún otro cuerpo de seguridad del Estado hebreo en Irak, aunque es cierto que los servicios de inteligencia israelíes colaboran con los estadounidenses.

Según los analistas, el ataque habría sido medido y calculado para evitar una fuerte reacción. Con este movimiento, Irán refuerza su disposición de defender su cuota de influencia en Irak en detrimento de otros actores, más aún en el contexto de inestabilidad política en el que está inmerso Bagdad, donde las dilatadas negociaciones para formar Gobierno podrían estar cerca de fructificar meses después de la celebración electoral.

Las diferencias personales entre las fuerzas chiíes, mayoritarias en la Cámara baja, han lastrado las negociaciones para nombrar un nuevo primer ministro. Una cuestión sobre la que Irán definió su postura en enero, abogando por un entendimiento entre el clérigo Muqtada al-Sadr y el resto de fuerzas respaldadas por Teherán. Con ese cometido viajó en enero el comandante de la Fuerza Quds, el general Esmail Qaani, decidido a mediar entre las partes.

Coordinador de América: José Antonio Sierra.

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