El país había solicitado ayuda financiera el mes pasado por el fuerte impacto de la COVID-19 en la economía 

Egipto recibe un crédito de 2.770 millones de dólares del FMI para hacer frente al coronavirus 

photo_camera AFP/MOHAMED el-SHAHED - Tiendas cerradas en la calle Khayamiya, en El Cairo, por la pandemia de la COVID-19

El país más poblado del mundo árabe se encuentra de nuevo ante el abismo de la bancarrota. La expansión de la COVID-19 ha ocasionado un fuerte impacto en la economía egipcia, muy ligada al turismo. Los confinamientos y los cierres de las fronteras han llegado en el peor momento, cuando la actividad turística empezaba a despegar tras varios años perdiendo visitantes por temor a los atentados terroristas. Por ello, las autoridades se vieron obligadas a pedir asistencia financiera de nuevo al Fondo Monetario Internacional (FMI) el mes pasado. El organismo ha anunciado que le concederá un crédito de hasta 2.770 millones de dólares este lunes, según una nota de prensa remitida a los medios.  

Con el objetivo de hacer frente a la crisis sanitaria, las autoridades han ampliado el gasto en salud y protección social, pero se ha encontrado sin financiación para llevar a cabo estas medidas. “La pandemia de la COVID-19 ha golpeado con mucha fuerza a Egipto. La paralización del turismo, la fuga de capitales y la reducción de los ingresos por remesas han desequilibrado la balanza de pagos de la nación”, ha explicado Geoffrey Okamoto, miembro de la junta ejecutiva del FMI, en declaraciones recogidas por la nota de prensa del organismo. “Será necesario un apoyo adicional para compensar la balanza de pagos, aliviar la carga del ajuste y preservar la estabilidad macroeconómica de Egipto. Cuando la crisis sanitaria remita, será necesario reanudar las reformas estructurales para impulsar el crecimiento”, asegura Okamoto.  

Trabajadores

Aunque la economía del país se ha visto muy golpeada por la pandemia, el país conseguirá esquivar la recesión, según las últimas previsiones del Banco Europeo de Reconstrucción (BERD) publicadas este miércoles. El informe de Perspectivas Económicas Regionales prevé un crecimiento del 0,5% en 2020 y se espera un rebote de la economía en 2021 de 5,2%. El documento de la entidad recoge que los sectores más afectados de Egipto son el turismo, las importaciones y la inversión extranjera directa.  

Los grandes proyectos de construcción pública y el auge del sector de las telecomunicaciones han sido hasta ahora los factores que más han contribuido al crecimiento. La región del Mediterráneo meridional y oriental sufrirá un impacto especialmente negativo por el peso que representa el turismo, la caída de la demanda interna por las medidas de contención y la desaceleración de la inversión extranjera directa.  

Así, el BERD prevé que las economías de la región se contraerán un 0,8% en 2020 en conjunto, aunque se producirá un repunte del 4,8% en 2021. La entidad advierte de que todas las proyecciones están sujetas a “una incertidumbre sin precedentes”. “Si el distanciamiento social se mantiene durante mucho más tiempo del previsto, la recesión podría ser mucho más profunda y los niveles de producción per cápita de 2019 no se volverá a alcanzar en los próximos años”, asegura el informe. 

En todas las regiones en las que invierte el BERD (Europa central y oriental, Asia central y Oriente Medio y África septentrional) las medidas de contención han afectado a la demanda y oferta internas. Entre las conmociones externas destacan una fuerte caída de los precios de los productos básicos, la perturbación en las cadenas de valor mundiales, el colapso del turismo y la disminución de las remesas. 

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