El aumento de los suicidios, la otra crisis del Líbano
Líbano atraviesa uno de los momentos más difíciles que recuerda su población. Son varios los puntos que ahogan a un país sumido en una crisis social y económica que se ve agravada cada día que pasa. La depreciación de la moneda o la disputa judicial a causa de la explosión en Beirut del año 2020 han provocado una situación de la que muchos en el Líbano se ven incapaces de salir.
Information International, una entidad independiente de investigación y consultoría con sede en Beirut, ha llevado a cabo un estudio publicado recientemente en el que se muestra un preocupante aumento en el número de suicidios en la población libanesa. Se trata de un dato que hace saltar las alarmas en el país ya que, a pesar del delicado contexto que lleva años atravesando el Líbano, los suicidios no habían experimentado grandes diferencias. Es más, el año pasado este dato sufrió una disminución en comparación al de 2021. El año con el número más alto de suicidios fue 2019 con 172, mientras que la media entre 2013 y 2022 es de 143.
Y es que los números concuerdan con los hechos. A este estudio de Information International, hay que añadir cuatro suicidios de la última semana. Mohammed Ibrahim, sobrino del fiscal financiero, el juez Ali Ibrahim, se disparó en la ciudad de Wardaniyeh. Mientras que el día anterior, Hussein Al-Abed Mroueh, quien, según sus conocidos “tenía problemas económicos y financieros constantes y no trabajaba en un campo específico”, fue encontrado muerto en Zararia, al sur del Líbano. A estos se suma el suicidio de Mousa Al-Shami, quien dejó un mensaje en redes sociales pidiendo el cuidado para sus hijos, y que no podía soportar más las cargas económicas que estaba sufriendo.
El último ha sido un joven de 30 años que asesinó a su mujer y su hijo de 4 años en la región de Daraya en la gobernación del Monte Líbano, antes de quitarse la vida. Según informes, uno de los motivos principales era la imposibilidad de la familia para hacer frente a la deuda que tenían. Los motivos económicos se postulan como el factor común de esta oleada de suicidios, como apunta Embrace Lebanon, una organización no gubernamental que se encarga de brindar ayuda en el campo de la salud mental.
Esta considera que son muchos los factores que, en un momento de tanta complejidad como el que atraviesa el país, afectan a este tipo de decisiones. Están involucrados aspectos psicológicos, sociales, biológicos o culturales, entre otros. Y que la crisis, el abuso, la violencia, y, especialmente, la situación de vulnerabilidad, son los que están empujando a cada vez más gente al suicidio. De hecho, se apunta a que los grupos vulnerables de la población son los que más están sufriendo esta situación, un grupo que, además, está aumentando a medida que la crisis empeora.
La encuesta realizada en 2022 por la Administración Central de Estadísticas y la Organización Internacional del Trabajo, señala que el colapso de la moneda nacional – depreciada en un 97% de su valor desde que comenzase la crisis – junto con la incapacidad del Estado para llevar a cabo las reformas exigidas por la comunidad internacional ha hecho que el número de personas en situación de riesgo aumente drásticamente. Hasta hace poco el 28% de familias recibían prestaciones económicas en concepto de ayuda social, un dato que se ha visto reducido al 10%. Todo ello, sumado a que los ahorros de estas familias son inexistentes ya que, según esta misma encuesta, el 85% no podría sobrevivir ni un mes en caso de perder sus fuentes de ingresos.
Naciones Unidas eleva hasta el 80% de la población que se encuentra por debajo del umbral de la pobreza en el Líbano. La inflación creció un 171% tan sólo el año pasado, y la población, como están dejando ver los últimos sucesos, no encuentra un salvavidas al que aferrarse ni un atisbo de solución en el horizonte.
