Esta maniobra tiene el objetivo de engrosar las cuentas de la entidad y equilibrarlas

El Banco Central de Líbano recurre a trucos contables para incrementar en 6.000 millones de dólares sus activos

REUTERS/MOHAMED AZAKIR - Banco Central del Líbano en Beirut

El Banco Central del Líbano ha recurrido a trucos contables para incrementar en 6.000 millones de dólares sus activos durante la crisis financiera que azota al país, según los estados financieros a los que ha tenido acceso el diario Financial Times. Las declaraciones auditadas en 2018 indican que el gobernador del Banco Central, Riad Salame, cambió las normas de contabilidad para engrosar los activos de la entidad y equilibrar sus libros a medida que aumentaban los pasivos de riesgo

Las cuentas fueron auditadas por las consultoras EY y Deloitte con reservas hasta el 30 de junio y todavía no se han hecho públicas. Dos expertos independientes de la entidad han asegurado que nunca se habían topado con prácticas contables similares a que a las que ha aplicado Salame y han planteado sus dudas sobre este procedimiento. Estos especialistas han advertido que esta maniobra se podría estar utilizando para ocultar pérdidas. 

Libras libanesas

“Es muy extraño. Es solo una manera de utilizar la contabilidad para valorar artificialmente los activos del Banco Central y ocultar que su valoración neta es negativa”, asegura Willem Buiter, ex economista jefe de Citigroup y especialista en Banca Central en declaraciones a Financial Times. Ni el Banco Central de Líbano ni las auditoras Deloitte y EY han se han pronunciado sobre este asunto a las peticiones del Financial Times. 

Un gobernador para los tiempos difíciles

Salame lleva 27 años como gobernador del Banco Central de Líbano y se le ha atribuido el mérito de estabilizar las finanzas del país durante los violentos conflictos que asolaron la nación y el resto de la región, a pesar de la falta de reformas de los sucesivos gobiernos libaneses. Líbano atraviesa en la actualidad la crisis económica más grave desde que terminó su guerra civil hace 30 años. La devaluación de la moneda se ha comido los ahorros de los ciudadanos y ha alimentado una galopante inflación. El desempleo se ha disparado y el nivel de vida se ha desplomado. El Gobierno libanés reconoce que el Banco Central tienen pérdidas de 50.000 millones de dólares. 

Para hacer frente a esta dramática situación, el Banco Central también ha recurrido a la política monetaria no convencional para aumentar las reservas, estabilizar el sector bancario, mantener la paridad de la moneda y financiar el gasto del Gobierno. Desde 2016, los opacos y complejos intercambios entre bancos comerciales y el Banco Central, en dólares, libras libanesas y compras de deuda, han sido calificados por algunos analistas como una especie de “esquema Ponzi”. El propio plan de recuperación económico del Ejecutivo reconoce que el sistema bancario de Líbano es insolvente.

Banco comercial Líbano

Aún así, Salame ha defendido las prácticas contables del Banco Central. “Tenemos que tener la ingeniería financiera para conseguir tiempo para que el Líbano no se derrumbe y no hemos hecho nada que no esté acordado internacionalmente”, aseguró el gobernador durante un discurso en mayo. 

Los estados financieros de 2018 reflejan que las operaciones de ingeniería financiera desplegadas por el Banco Central han profundizado las deudas de la entidad a medida que la situación económica de Líbano se ha deteriorado, según informa el Financial Times. La deuda de la institución con bancos y organismos financieros se ha disparado un 25% en 2018. Dos economistas libaneses, que han preferido no revelar su nombre, han asegurado que el aumento de los pasivos está relacionado con la expansión de la ingeniería financiera, en declaraciones al Financial Times. 

Los mecanismos contables del Banco Central han implicado pagar tasas de interés muy altas para conseguir divisas en dólares y eso le ha supuesto perder depósitos por valor de 24.000 millones de dólares entre otoño de 2017 y febrero de 2019, según los datos que maneja el FMI (Fondo Monetario Internacional). Los bancos locales, que a menudo se encuentran en dificultades, se han beneficiado de este aumento de divisas del Banco Central. 

El año pasado, el FMI advirtió a Líbano que las medidas no convencionales del Banco Central para mantener el flujo de dólares se estaban volviendo cada vez más arriesgadas y costosas. “El Banco Central ha sido el eje de la estabilidad financiera", asegura el FMI en su evaluación de la fortaleza económica del Líbano publicada en octubre de 2019, "pero a costa de la intensificar los vínculos entre bancos soberanos, que plantean riesgos para la estabilidad del sector bancario, y que pesan en su balance, al tiempo que protegen la rentabilidad de los bancos".

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