El gobernador de la entidad financiera se reunió con Recep Tayyip Erdogan en Estambul este lunes

El Banco Central de Libia ha depositado en Turquía “miles de millones” de dólares

REUTERS/UMIT BEKTAS - El logo del Banco Central de Turquía (TCMB) en la entrada de la sede en Ankara

La Turquía de Recep Tayyip Erdogan continúa planificando su futuro en Libia tras el anuncio de su victoria militar sobre Trípoli, de la mando del Gobierno de Unidad Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), liderado por el primer ministro Fayez Sarraj, del pasado 4 de junio. El pasado 29 de junio, el gobernador del Banco Central de Libia (CBL, por sus siglas en inglés), Al-Siddiq Al-Kabir, viajó a la ciudad turca de Estambul para reunirse con Erdogan. También mantuvo encuentros con su homólogo turco, Murat Uysal, y con el ministro turco de Hacienda y Tesorería, Berat Albayrak. Durante las reuniones, se “revisaron temas de interés mutuo”, según se informó en un breve comunicado de la Oficina de Medios del CBL. 

Sin embargo, de acuerdo con Al-Arabiya, otros asuntos estuvieron sobre la mesa, relacionados con “transferencias y depósitos financieros”, cuya gestión ha sufrido “un cambio importante después de la intervención turca en Libia”. El jefe del Comité de Crisis de Liquidez de la sucursal Al-Bayda del CBL, Ramzi Al-Agha, ha denunciado estas modificaciones en las operaciones, según ha recogido el diario local Libya Review y ha asegurado, en esta línea, que la reunión que se celebró entre Erdogan y Al-Kabir “violó todos los protocolos internacionales”, puesto que dichos encuentros, de acuerdo con las leyes libias -y en concreto la Núm. 2. De 2001- deben incluir al menos al jefe del GNA, Fayez Sarraj, así como que es necesario que la comunicación entre las unidades administrativas y gubernamentales del Estado con cualquier organismo externo se realice a través del Ministerio de Relaciones Exteriores. En la práctica, esto se traduce en que a Estambul deberían haber viajado tanto el primer ministro como el ministro de Economía y Finanzas.

Durante el encuentro, según ha informado Libya Review, se abordó “la transformación de las operaciones de gestiones financieras”, llevada a cabo por Al-Kabir, que ha creado “un conjunto de depósitos a plazo con un período aproximadamente 4 años, sin ningún tipo de rendimiento, que se han denominado depósitos cero”. Su valor, de acuerdo con la publicación, ya ha alcanzado los 8.000 millones de dólares, y ya han sido depositado en el Banco Central de Turquía, donde permanecerán en los bancos de la nación euroasiática durante al menos cuatro años, sin intereses ni costes. Esto ayudaría “a la estabilidad de la lira turca” y serviría, del mismo modo, “para apoyar la economía turca”.

Murat Uysal, gobernador del Banco Central de Turquía

Libya Review también ha informado de que “hay instrucciones para dirigir todos los créditos financieros a los bancos turcos y transferir los fondos y los depósitos libios que estaban presentes en los bancos europeos a los bancos turcos” y que, operaciones de este tipo, ya se han llevado a cabo “recientemente”. 

Estas acciones han generado duras críticas en el seno de la Cámara de Representantes libia, dirigida por Aguila Saleh en Tobruk, que no reconoce al GNA. El parlamentario Mesbah Douma ha denunciado en el periódico egipcio Youm 7 que se necesita “cambiar la Junta Directiva del CBL” porque de lo contrario, “los gobiernos de la mafia continuarán robando la riqueza del pueblo libio”. 

El diputado también se ha referido a las continúas interrupciones que sufre el mercado del petróleo libio y, en este sentido, ha mostrado su apoyo “al proceso de cierre de los campos petroleros en lugar de saquear sus ingresos en beneficio de los países que patrocinan la guerra en Libia”, con una clara alusión a Turquía. Douma ha asegurado que “la Mafia del Norte”, como él ha denominado al GNA, ha agotado los recursos de las regiones del sur, controladas por la facción rival, el Ejército de Liberación Nacional (LNA, por sus siglas en inglés) comandado por el mariscal Jalifa Haftar, priorizando indebidamente a las áreas bajo su dominio. En concreto, ha apuntado a la región sureña de Fezzan, rica en campos de petróleo y gas, que actualmente carece de las necesidades más esenciales como agua y alimentos, una situación que se ha agravado al convertirse en una de las zonas de Libia más afectada por la incidencia de la pandemia del coronavirus.

El Banco Central de Libia en Trípoli

Ante este escenario, el parlamentario ha solicitado “el establecimiento de una nueva autoridad ejecutiva que unifique las instituciones soberanas y designe personalidades que puedan gestionarlas de manera eficiente sin sospechas de corrupción, algo que afecta especialmente al CBL”. 

Cabe recordar, en este punto, que la entidad financiera libia ha estado involucrada en numerosas actividades sospechosas vinculadas a Turquía. La semana pasada, se conoció que había recibido la orden de transferir aproximadamente 169 millones de euros a la cuenta de una compañía turca denominada SSTEK Defense Industry Technologies Inc, de la que la Industria de Defensa de Turquía, dirigida por Erdogan, tiene el 55% de las acciones. Anteriormente, también salió a la luz que Sarraj le había pagado al presidente turco 12.000 millones de dólares para mantenerse en el poder, 4.000 de los cuales habían sido depositados en el Banco Central de Turquía y los 8.000 restantes habían sido destinados al pago del coste de la intervención militar turca en el país norteafricano a favor del GNA.

Además, según ha informado Arab News, la acumulación de contratos turcos en Libia asciende a 16.000 millones de dólares, incluidos 400-500 millones de dólares para proyectos que todavía no han comenzado.

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