Es el tercer país del mundo más afectado por la pandemia

El coronavirus da el golpe de gracia a la maltrecha economía iraní

photo_camera PHOTO/AFP - Bazar Tajrish en Teherán el 12 de marzo de 2020. Irán comunicó el 12 de marzo que había pedido al FMI su primer préstamo en décadas para combatir el brote del COVID-19

La paralización causada por el coronavirus ha dañado gravemente la economía iraní, ahogada desde hace dos años por las sanciones estadounidenses y golpeada también ahora por el cierre de las fronteras, que repercute en los países vecinos.

Irán, el tercer país del mundo más afectado por la pandemia con 853 muertos de entre casi 15.000 contagiados, no ha impuesto una cuarentena en las ciudades como Italia o España, pero eso no evita que muchos negocios hayan cerrado sus puertas, por orden gubernamental o ante la falta de clientes.

Cines, teatros o gimnasios fueron de los primeros en ser obligados a clausurar al ser espacios propicios a la aglomeración, al igual que escuelas, universidades y cualquier centro de enseñanza privado.

Las autoridades han recomendado a los ciudadanos permanecer en sus casas, una medida que aunque no todos cumplen sí se ha notado en las calles, las tiendas y los negocios de hostelería. Más teniendo en cuenta que esta época, justo antes del inicio del año nuevo persa, el próximo día 20, era de máximas compras.

“Nuestra venta es cero”

“En estas fechas solíamos hacer una caja diaria de 90 o 100 millones de riales (entre 600 y 650 euros) y ahora es 0”, se lamenta Ghazaleh Aminí, una empleada de 30 años de una pequeña tienda de ropa en el norte de Teherán. Aminí explica que han decidido cerrar y que la caída de las ventas se debe a que desde que comenzó el brote de coronavirus se aconseja “no probarse la ropa ni cambiarla por si está infectada”.

Por temor a contagiarse, la mayoría de los ciudadanos ha dejado de ir también a restaurantes y cafeterías, que llevan desde hace tres semanas prácticamente vacíos y algunos de los cuales han cerrado. En un restaurante popular de kebab de la capital, el encargado Ahad se encuentra mano sobre mano. Comenta a Efe que a diario solían tener unos 180 o 200 pedidos y que ahora no llegan a una decena.

“El dueño no está logrando con estas ventas ni cubrir el alquiler y está pensando en cerrar. Los trabajadores no sé qué vamos a hacer”, dice Ahad, cuya preocupación comparten los camareros y cocineros presentes en el local. Incluso las tiendas de alimentación han visto un fuerte cambio: menos clientes en persona y más pedidos a domicilio. “Los encargos por teléfono se han triplicado y nuestros motoristas no dan abasto; algunos, además, tienen miedo de contagiarse”, reconoce a Efe el dueño de una frutería.

Una ayuda para los más afectados

Este golpe se suma a una economía ya en recesión debido a las sanciones impuestas por EEUU en 2018 y a la mala gestión y la corrupción interna. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en 2019 la contracción fue del 9,5% y la inflación del 35,7%. La fuerte devaluación de la moneda local se ha acentuado desde que se confirmaron los primeros casos de coronavirus en el país y se cambia en la actualidad a unos 150.000 riales el dólar, frente a los 42.000 de hace dos años.

Por ello, el presidente iraní Hasan Rohaní anunció hace dos días que a aquellos negocios que “tuvieron que cerrar o su actividad se redujo considerablemente” se les va a dar un plazo de tres meses para pagar los impuestos. También se va a otorgar a los ciudadanos ese tiempo de margen para reembolsar las cuotas de los créditos bancarios y para el pago de las facturas del agua, gas y electricidad.

A los trabajadores con empleos más precarios, unos tres millones, Rohaní señaló que el Gobierno va a ofrecerles cuatro paquetes de ayuda económica, mientras que otros cuatro millones de personas se beneficiarán de créditos a bajo interés.

La bolsa también ha sumado pérdidas diarias de entre el 1,5 y el 3% en la última semana, mientras que las exportaciones e importaciones se han visto muy afectadas por la decisión de los países vecinos -Irak, Turquía, Pakistán, Afganistán y Armenia- de cerrar las fronteras.

La repercusión regional

Rohaní explicó esta semana que están en negociaciones con esos países para permitir, sobre todo, el transporte de mercancías en las fronteras, y prometió aplicar los protocolos correspondientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los datos de la Administración de Aduanas de Irán apuntan a una fuerte disminución de las exportaciones en las últimas semanas: de un20 % en el peso y de un 30% en su valor en comparación con el mismo período del año pasado.

Algunos pasos fronterizos han seguido funcionando de modo intermitente para el tránsito de mercancías, pero se han dado casos de camiones bloqueados y, por ejemplo, el cruce de Mehran con Irak está clausurado hasta “nuevo aviso”. El comercio entre Irán e Irak y Turquía es muy importante, por lo que estas restricciones también están dañando a estos países, que además han dejado de recibir a los numerosos peregrinos iraníes, en el caso del primero, y turistas, en el caso del segundo.

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