Las relaciones del país hebreo con Rusia, así como las acciones militares de ambos en Siria, condicionan la respuesta israelí en el conflicto ucraniano

El dilema de Israel ante la guerra de Ucrania

photo_camera KREMLIN/EVENGY BIYATOV via AP - El presidente ruso Vladimir Putin, a la derecha, y el primer ministro israelí Naftali Bennett hablan durante su reunión en Sochi, Rusia, el viernes 22 de octubre de 2021

Hace un mes Rusia inició un ataque contra Ucrania por aire, tierra y mar. 28 días después, más de 3,5 millones de ucranianos, en su mayoría mujeres, niños y ancianos, han abandonado el país. Quienes han logrado salir dejan atrás ciudades completamente destrozadas por los incesantes bombardeos rusos y familiares que deben quedarse para defender el país. Los hombres de entre 18 y 60 tienen prohibido abandonar Ucrania, de acuerdo con la ley marcial impuesta poco después de que comenzase la guerra.

Durante los primeros 28 días de invasión, Rusia ha lanzado más de 1.200 misiles, según cifras del Pentágono. También ha usado armas hipersónicas y ha lanzado ataques cerca de la central nuclear más grande de Europa, Zaporiyia, avivando el temor de una catástrofe nuclear similar a la de Chernóbil de 1986. La guerra de Putin ha causado, de acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la muerte de 977 civiles. No obstante, el organismo de la ONU advierte que el número real es “considerablemente más alto”.

Todo esto ha provocado una respuesta contundente por parte de ciertos países. La Unión Europa, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Suiza han impuesto sanciones económicas a miembros de la élite rusa.

Por el contrario, algunos países que sí han condenado la invasión rusa ante la ONU se han abstenido de tomar medidas económicas contra el régimen de Moscú, como Emiratos Árabes Unidos, nación a donde han huido muchos oligarcas rusos escapando de las sanciones occidentales.

La Asamblea General de la ONU adoptó este 2 de marzo, por mayoría de 141/193, una resolución que exige a Rusia el cese de la guerra contra Ucrania PHOTO/ONU/LOEY FELIPE
Siria, punto clave en los lazos de Rusia e Israel

En este sentido, cabe destacar el papel de Israel. La guerra de Ucrania ha situado al Estado hebreo en una difícil tesitura. Por una parte, Jerusalén necesita mantener su relación privilegiada con Washington, gran aliado de Kiev; aunque también debe cuidar sus lazos con Moscú.

Los lazos ruso-israelíes están fuerte condicionados por Siria, país donde ambos desarrollan operaciones militares. Rusia apoyando al régimen de Bachar Al Asad, mientras que Israel combate contra las milicias iraníes. Las dos naciones mantienen en Siria un delicado equilibrio en pos de mantener sus propios intereses.

Combinación de imágenes de archivo del presidente ruso Vladimir Putin y del primer ministro israelí Naftali Bennett  AFP/MIKHAIL KLIMENTYEV Y JACK GUEZ

“A veces, en Israel no hablan de Rusia, sino del 'vecino del norte' y, por supuesto, el norte no es pacífico. Israel ha operado fuertemente en Siria en los últimos años en contra de Irán y de milicias apoyadas por Irán, incluyendo a Hezbolá”, recuerda el experto en política exterior israelí de la Institución Brookings, Natan Sachs, a BBC. “Rusia permite a Israel ejecutar operaciones militares específicas dentro de Siria para contrarrestar la amenaza de Hezbolá”, añade.

Por este motivo, con el objetivo de evitar que las tropas rusas e israelíes se enfrenten en territorio sirio, Jerusalén y Moscú han desarrollado en los últimos años lo que denominan medios de comunicación israelíes como “mecanismo de resolución de conflictos”. Por su parte, el ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, se ha referido a este aspecto como “mecanismo de cooperación”.

Un niño envuelto en una bandera israelí asiste a una manifestación de apoyo a Ucrania tras la invasión rusa, antes de que el discurso del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy fuera retransmitido a la Knesset, el parlamento israelí, y proyectado en la plaza Habima de Tel Aviv, Israel, el 20 de marzo de 2022 REUTERS/CORINNA KERNA

Esta asociación con Moscú es fundamental para los intereses israelíes, así como para su seguridad nacional. Por ello, Jerusalén debe ser muy cauteloso al referirse a la invasión rusa de Ucrania, ya que, en caso de adoptar una postura más contundente similar a la de Estados Unidos, podría comprometer esa colaboración con Rusia y, por tanto, ver peligrar sus esfuerzos para contener la influencia de Irán en Oriente Medio.

El delicado equilibrio israelí en la guerra ruso-ucraniana

Esta difícil situación que enfrenta Jerusalén desde que comenzó la guerra el pasado 24 de febrero se ha reflejado en las declaraciones y acciones de las autoridades israelíes. Según informó EFE días después del inicio de la invasión, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, habría pedido a sus ministros que no se pronunciasen abiertamente ante la situación de Ucrania, lo que buscaría prevenir posibles tensiones con Moscú.

Una mujer reacciona mientras inspecciona sus pertenencias en las ruinas de su casa que fue golpeada en un ataque militar, en medio de la invasión rusa de Ucrania, en Kyiv, Ucrania 23 de marzo de 2022 REUTERS/SERHII NUZNENKO

De hecho, el propio líder israelí evitó condenar la agresión e incluso no nombró a Rusia poco después de que comenzasen los bombardeos sobre Ucrania. En cambio, Bennett se dirigió a los israelíes y judíos de Ucrania. “Todo judío sabe que lo estamos esperando aquí”, señaló, recordando que “que la puerta al Estado de Israel siempre está abierta”.

El presidente, Isaac Herzog, que en ese momento se encontraba en Atenas en una reunión con su homóloga griega, tampoco condenó directamente la agresión de Moscú. “Como muchos en todo el mundo, rezo para que regrese la paz entre Rusia y Ucrania”, afirmó. En la misma línea se mantuvo el ministro de Finanzas, Avigdor Lieberman.

No obstante, tal y como explicó un diplomático a The Times of Israel, la decisión de Bennett de evitar mencionar a Rusia fue deliberada y coordinada con Lapid, quien sí empleó un tono más contundente para referirse a la invasión rusa. “El del discurso de Bennett más suave pretendía complementar el tono más belicoso de Lapid”, indicó el diplomático.

El ministro de Exteriores denominó la agresión rusa “una grave violación del orden internacional”, la condena más dura y directa de Jerusalén a Moscú desde que comenzó la crisis en Europa del Este, según el periódico israelí.

Un manifestante sostiene un cartel con los colores nacionales ucranianos y en el que se lee en inglés "Israel apoya a Ucrania" durante una protesta contra la invasión rusa de Ucrania en Tel Aviv, el 20 de marzo de 2022 AFP/ JACK GUEZ

Lapid también ha reconocido como la relación con Moscú condiciona la respuesta israelí ante el conflicto en Ucrania. “Israel ha estado y estará en el lado correcto de la historia”, aseguró el ministro, aunque también justificó la postura de neutralidad que Jerusalén aspira tener.

“Israel tiene una frontera de seguridad con Rusia, la potencia militar más importante en Siria, y nuestro mecanismo de cooperación ayuda en nuestra batalla decidida contra el atrincheramiento iraní en nuestra frontera norte”, explicó Lapid, según EFE.

AFP/ EMMANUEL DUNAND  -   El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Yair Lapid

Tratando de mantener este difícil equilibrio, Israel se abstuvo de votar en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU para condenar la invasión rusa, pese a de que Washington solicitase que lo hiciera. No obstante, sí votó a favor de una resolución no vinculante condenando a Rusia por la invasión en la Asamblea General. Israel, a pesar de querer mantener los lazos con Rusia, tampoco debe descuidar sus relaciones con Estados Unidos, “su aliado más importante” según Lapid, y sus socios occidentales.

Por ello, el Gobierno israelí trata de mediar entre Kiev y el Kremlin con el fin de encontrar una solución al conflicto. Con este fin, Bennett ha mantenido llamadas telefónicas con Putin e incluso ha viajado personalmente a Moscú. Israel también ha brindado ayuda humanitaria a Ucrania, aunque ha descartado enviar armamento, decisión que sí han tomado otros países. Asimismo, tampoco ha decretado sanciones económicas contra Rusia, de hecho, el famoso oligarca cercano a Putin, Roman Abramovich, fue visto en Israel a principios de marzo.

Miembros del servicio militar de emergencia retiran el cuerpo de un militar ucraniano muerto en la zona de un instituto de investigación, parte de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania, tras un ataque, en el noroeste de Kiev, el 22 de marzo de 2022 AFP/ARIS MESSINIS

El líder israelí también ha dialogado con la parte ucraniana. En este sentido, el Knesset ha sido uno de los muchos parlamentos a los que se ha dirigido el presidente Volodimir Zelensky, quien enfatizó su origen judío para lograr un apoyo más contundente por parte de Israel.

Zelensky pide un cambio a Israel pero se equivoca evocando el Holocausto

En un discurso marcado por referencias al Holocausto, Zelensky instó a Jerusalén a apoyar a Kiev de una manera más contundente en la guerra con Rusia. El líder ucraniano preguntó a los políticos israelíes por qué su país no enviaba armas a Ucrania, además de reprochar la falta de sanciones serias contra Moscú.

Manifestantes se reúnen en la plaza Habima, en el centro de la ciudad costera mediterránea de Israel, Tel Aviv, el 20 de marzo de 2022, para asistir a un discurso televisado por vídeo del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky AFP/ JACK GUEZ

"Estoy seguro de que compartís y sentís nuestro dolor. Por eso, no puedo explicar por qué a estas alturas aún tenemos que instar a países de todo el mundo a que nos presten ayuda”, lamentó Zelensky. “La indiferencia mata, el cálculo de intereses mata. Puedes navegar entre intereses, pero no puedes navegar entre el bien y el mal”, subrayó el presidente, haciendo referencia a la difícil situación de Israel respecto a Rusia.

El emotivo discurso de Zelensky ante el Parlamento israelí, con citas de Golda Meir incluidas, no ha servido para que el Gobierno hebreo cambie su postura ante la guerra. De hecho, las comparaciones con la situación de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial no ha sentado bien entre una parte de la sociedad israelí. La periodista Lava Harkov de The Jerusalem Post asegura que si Zelensky no hubiera hecho comparaciones con el Holocausto y "demandas poco prácticas", podría haber habido presión pública en Israel para que el Gobierno cambiase su postura hacia Ucrania.

Incluso Bennett remarcó que el Holocausto “no debe compararse a nada”. “Es un evento único en la historia de las naciones, del mundo: la destrucción sistemática de un pueblo en cámaras de gas”, añadió. Por otra partes, varios legisladores y ministros señalaron que el Holocausto “no fue una guerra” y que las comparaciones eran “indignantes”.

Israel impide que Ucrania compre el sistema Pegasus de espionaje y la Cúpula de Hierro por temor a Rusia

A pesar de las peticiones de Zelensky, Israel continúa negándose a enviar armas a Ucrania por miedo a las represalias de Moscú. De hecho, de acuerdo con el portal de noticias israelí Ynet, Jerusalén habría detenido un intento de Estados Unidos de transferir varias baterías del sistema de defensa militar Cúpula de Hierro, unas de las herramientas más eficaces de Israel.

Gráfico del sistema de defensa israelí Iron Dome AFP/AFP

Según el informe del sitio web, las capacidades del sistema de defensa, especialmente durante la guerra de Gaza de 2021, despertaron el interés de Kiev. Por ello, miembros del Gobierno ucraniano comenzaron a persuadir a Washington para que le facilitara la obtención del sistema. No obstante, la Cúpula de Hierro es un proyecto conjunto entre Israel y Estados Unidos, por lo que no puede venderse a un país sin la aprobación de ambos.

De esta manera, funcionarios israelíes dejaron claro a sus homólogos estadounidense que no estaban de acuerdo con la transferencia de las baterías de la Cúpula de Hierro a Ucrania, “por temor a que perjudicara sus relaciones con Rusia, especialmente a la luz de la influencia de Moscú sobre Siria”.

Sin embargo, después de conocer la noticia, varios analistas han cuestionado el papel del sistema de defensa en Ucrania. Tal Inbar, experto de Missile Defense Advocacy Alliance explica al medio israelí Haaretz que la Cúpula de Hierro podría no ser efectiva en Ucrania.

“Cuanto más grande es el país, se necesita una cantidad mucho mayor de radares e interceptores. Israel es un país pequeño, en ese sentido es una ventaja para la defensa antimisiles. Ese no es el caso en Ucrania”, subraya. Asimismo, Inbar recordó que Rusia utiliza misiles balísticos e hipersónicos, por lo que “no pueden ser detenidos por el sistema Cúpula de Hierro”.

En esto coincide la periodista Lava Harkov, que sostiene que “los cohetes y vehículos aéreos no tripulados que Hamás y la Yihad Islámica Palestina lanzan contra Israel desde Gaza son mucho más rudimentarios que los misiles balísticos y otros proyectiles de Rusia”. “Israel apenas tiene suficientes baterías de Cúpula de Hierro para cubrir su propio territorio, que es una fracción del tamaño de Ucrania”, añade en un artículo en la revista Unherd.

REUTERS/ALEXANDER ERMOCHENKO - Una mujer cerca de un bloque de pisos, que fue destruido durante el conflicto entre Ucrania y Rusia en la sitiada ciudad portuaria del sur de Mariúpol, Ucrania 17 de marzo de 2022

A pesar de la opinion de expertos y analistas, Ucrania continúa pidiendo el sistema. “Dadnos la Cúpula de Hierro o simplemente véndanoslo. Lo necesitamos para proteger a los niños ucranianos de los misiles rusos que apuntan a nuestras ciudades. Eso sería lo correcto”, escribe el periodista ucraniano Illia Ponomarenko en Twitter.

De la misma manera y por el mismo motivo, Israel rechazó la solicitud de compra del software de espionaje Pegasus de NSO a Ucrania, según informa The New York Times. Kiev ha tratado de conseguir el sistema desde la anexión rusa de Crimea en 2014, pero Jerusalén lo ha impedido a través de un embargo a las ventas.

Gráfico sobre las capacidades del programa espía Pegasus desarrollado por la empresa de software israelí NSO Group AFP/AFP

Esto se ha extendido también a otros países, como Estonia. La república báltica también trató de hacerse con Pegasus y, de hecho, estaba en proceso de comprarlo, pero un alto funcionario de defensa ruso contactó con sus homólogos israelíes y les informó que Estonia había usado el software espía en su teléfono.

Por ello, Israel impidió que Estonia usara el sistema. The New York Times señala que el Gobierno estonio había hecho un pago inicial de $30 millones para poder acceder al spyware.

“Uno de nuestros objetivos es cambiar la posición del gobierno israelí para que deje de ser neutral”

Además de las coyunturas de política exterior y militares, Israel también se enfrenta a un desafío dentro del propio país. Según cifras del periódico The New York Times, aproximadamente 1,2 millones de ruso parlantes -un 12% del electorado- han llegado a Israel desde la antigua Unión Soviética en las últimas tres décadas, un tercio de ellos desde Rusia y casi la misma cantidad desde Ucrania. Esto convierte a Israel en una de las naciones con las diásporas de habla rusa más importantes del mundo.

Personas sostienen pancartas mientras participan en una protesta contra la invasión rusa de Ucrania, frente a la embajada rusa en Tel Aviv, Israel, el sábado 5 de marzo de 2022 AP/ARIEL SCHALIT

Israel no puede ser ajeno a lo que está ocurrido en Ucrania. El Gobierno hebreo está facilitando la llegada de refugiados judíos ucranianos al país, mientras envía toneladas de ayuda humanitaria. No obstante, la comunidad ucraniana exige a Bennett una respuesta más contundente. “Uno de nuestros objetivos es cambiar la posición del gobierno israelí para que deje de ser neutral y empiece a hablar", destaca Ana Zharova, fundadora de la asociación Amigos Israelíes de Ucrania a BBC.

Pero no todos opinan igual. Según recoge NPR, algunos ciudadanos israelíes de origen soviético respaldan la operación militar de Putin, como Shlomi Azran, quien opina que en Ucrania todavía hay mucho nazismo. Azran asegura al medio estadounidense que respeta a Zelensky, aunque sostiene que su Gobierno podría haber hecho más para contener a los extremistas.

Con la guerra en Ucrania, Israel enfrenta desafíos externos e internos. El balance y la neutralidad que Jerusalén aspira tener es un designio difícil que genera controversia y desconfianza entre sus aliados, aunque estos puedan llegar a entender los motivos de Israel. 

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