¿Qué lección deberíamos extraer de esta crispación entre Argelia y España?

El futuro de las relaciones económicas entre Argelia y España

PHOTO/REUTERS - El gasoducto que une España, Marruecos y Argelia

Estamos más que nunca legitimados para hacernos preguntas, ¿cuáles son las razones, los elementos, los acontecimientos y las fallas que han conducido a la situación actual?

En primer lugar, para poner en contexto, observamos este cuadro que resume la evolución de los intercambios comerciales entre los dos países:argelia españa

argelia gas

argelia españa

En estos dos cuadros observamos que la balanza comercial fue siempre favorable a Argelia, teniendo en cuenta la naturaleza del producto exportado a España y el proyecto que lo materializó. Por regla general, los exportadores de energía de forma organizada y estructurada a medio y largo plazo son siempre los beneficiarios, tal como podemos verlo hoy en la estructura del comercio entre Estados Unidos y España, que importa grandes cantidades de gas GNL. También es importante señalar que la inversión sigue siendo muy tímida o en ocasiones inexistente.

Perspectiva histórica

La relación hispano-argelina ha sido siempre cordial, desde la independencia de Argelia. Se aceleró con la llegada del gran proyecto de gasoducto GME, estructurante para la región, generando grandes perspectivas de negocio entre España y Argelia. Este proyecto ha modificado la estructura de los intercambios económicos entre los dos países, apoyando el potencial e imprimiendo nuevos reflejos de intercambio.

El proyecto GME: la idea fue desarrollar un ambicioso proyecto, imaginado por ambos países, bajo el liderazgo de su impulsor, Pedro Durán Farell, cuyo objetivo era crear un entorno territorial capaz de impulsar el crecimiento de toda la región a través del potencial de intercambios que se generaría de forma transversal, implicando a otros sectores de actividad. Este enfoque permitiría abrir el ámbito de desarrollo, cambiar el comportamiento económico y, por tanto, liberar iniciativas.

La dimensión regional aportada a este prometedor proyecto fue bien recibida por todos los protagonistas y funcionó bien en un momento en que Argelia atravesaba una situación muy difícil en su historia, durante los años 90. El proyecto entró en funcionamiento a finales de 1996, con una capacidad inicial de 8.500 millones de m3/año, aumentada a 13.500 millones en 2005. De hecho, ha conseguido alcanzar todos los objetivos que se le habían asignado, hasta el punto de que Argelia negoció con España una perspectiva más ambiciosa, para que España se convirtiera en un Hub gasista, irrigando una parte de Europa, pero Francia ha bloqueado toda nueva conexión de gas. El gas ruso era predominante en ese momento.

El proyecto Medgaz: Argelia acababa de cerrar un capítulo muy doloroso de su historia, la década negra de los 90, que coincidió con un repunte financiero debido esencialmente a la revalorización de los precios de los hidrocarburos a partir de 2004, tan esperada para la reconstrucción. El primer reflejo fue aumentar sus capacidades de producción de gas, este esfuerzo se materializó, permitiéndole así más posibilidades de oferta en su mercado natural.

España fue informada, al igual que Italia y Francia, de estas nuevas capacidades de gas argelino, y era la única interesada en este nuevo acuerdo en ese momento. Como resultado, los dos países pusieron en marcha el proyecto Medgaz en 2007, que entró en funcionamiento en 2011, con una capacidad de 10.500 millones de m3/año.

Este proyecto fue una respuesta concluyente a la colaboración hispano-argelina y consolidó la relación entre ambos países. Por lo tanto, se abrieron grandes perspectivas para las empresas españolas que podrían participen en los grandes proyectos de infraestructuras lanzados por Argelia en su plan quinquenal 2010-2014.

Hacia finales de 2014 y principios de 2015, los precios de los hidrocarburos experimentaron tendencias a la baja, principalmente debido a una desaceleración económica en Asia. China ha empezado a cambiar, favoreciendo el desarrollo inclusivo y apoyando un modelo de crecimiento local, entre otras cosas.

Esta nueva situación permitiría a España reorientar su estrategia energética, accediendo así a otros mercados. De este modo, podría diversificar sus fuentes de suministro, ya que el gas argelino representaba el 58% de sus necesidades en 2015, apoyándose sobre todo en el gas de esquisto estadounidense, que había empezado a penetrar progresivamente en el mercado europeo.

Yacimiento de gas en Argelia REUTERS/LAMINE CHIKHI
Razones de la nueva posición de España

Tres elementos fundamentales en mi opinión:

  • El cierre de GME
  • La crisis hispano-marroquí
  • La guerra en Ucrania y el nuevo orden mundial en gestación

Cierre del GME

¿Podría ser el cierre del GME una de las razones de la decisión española? Este cierre se produce en plena crisis de la COVID-19, con un año 2021 donde el invierno fue particularmente muy duro; España volvió a sus antiguos volúmenes de suministro de gas argelino, más del 53% de sus necesidades. Por otra parte, sería legítimo pensar que España comenzaba a alimentar algunas sospechas en cuanto a la fiabilidad de Argelia en sus compromisos, aunque Argelia siempre ha cumplido estos y haría de esta actuación su caballo de batalla.

De facto, es cierto que se han producido problemas técnicos relacionados con la ampliación de las capacidades del gasoducto Medgaz. Estos previsibles problemas técnicos se normalizaron posteriormente gracias al dominio de las técnicas de turbocompresión, con lo que el transporte pasó a ser de más de 10.000 millones de m3/año y el flujo ha vuelto a ser constante, reflejando el compromiso que Argelia siempre ha mantenido para satisfacer a todos sus clientes.

Sin embargo, parece que España había empezado a buscar medios alternativos, en caso de que Argelia no proporcionara las cantidades necesarias. El cierre del GME también cuestiona el modelo concebido durante su lanzamiento por España y Argelia, incluyendo a Marruecos, país de tránsito.

Al mismo tiempo, Argelia no iba a mantener el suministro de gas muy barato a Marruecos, mientras se mantenía el conflicto político, especialmente dese que el contrato había expirado a finales de octubre de 2021. Las consideraciones políticas pusieron fin definitivamente a este proyecto y Argelia refutó oficialmente la renovación tácita de la operación GME. El oleoducto quedó fuera de servicio el 1 de noviembre de 2021.

Crisis hispano-marroquí

Las relaciones hispano-marroquíes siempre han sido tumultuosas, debido a los enclaves españoles de Melilla y Ceuta. Esto no impidió un intenso intercambio económico entre los dos antiguos vecinos con 1.400 empresas españolas activas en Marruecos en 2021, con una inversión española de 5.000 millones de euros y miles de trabajadores marroquíes establecidos en España, principalmente en el sector agrícola; de ahí esta extrapolación en este sector, así como la de la transformación en suelo marroquí por parte de empresas españolas.

Marruecos, por su parte y para hacer prevalecer su soberanía sobre el Sáhara Occidental, comenzó a tensar la situación con su vecino del norte soltando oleadas de migrantes, provocando el Incidente y todo ello tras el anuncio de la Casa Blanca en 2020 de su apoyo al plan marroquí.

La crisis alcanzo su paroxismo en mayo 2021 ¿habría influido en este giro del Gobierno español?

La guerra de Ucrania y el nuevo orden mundial

La guerra en Ucrania ha desbaratado todos los protocolos y no parece en modo alguno volver a poner la situación tal como estaba antes del conflicto; una gran crisis energética, más allá del aspecto geopolítico, se instaló en Europa para durar al menos hasta el horizonte 2025.

Siendo Rusia el principal proveedor de gas y petróleo de Europa, está llevando a cabo una guerra de desgaste contra Ucrania; país apoyado por la Unión Europea y sus socios tradicionales. También hay que prever las consecuencias de esta guerra militar entre dos países, que se ha transformado en una guerra mundial monetaria. Las repercusiones son imprevisibles y es lo que lógicamente impulsa a los países de este mundo a aglomerarse para defender sus intereses.

La actual crisis del gas en Europa está haciendo estragos y todos los esquemas están sobre la mesa para encontrar soluciones rápidas y eficaces. España parece haber tomado en serio la propuesta de Estados Unidos de suministrar gas natural licuado para Europa y hacer de España un HUB de gas y que Italia sería el socio privilegiado de Argelia, debido al hecho de que es la parte oriental de Europa la que más lo necesita a largo plazo, es decir, a precios preferenciales.

España seguirá siendo cliente de Argelia, con lo que correrá el riesgo de perder volumen si Italia prevé aumentar aún más sus suministros de Argelia para satisfacer a otros países europeos. Argelia no puede asegurar las cantidades que faltan, pero seguiría siendo un proveedor en constante desarrollo. El problema en esta combinación sería el precio, porque si los precios van a bajar, el gas de esquisto estadounidense se volvería caro a pesar de su subvención, debido al aumento de las tarifas que conoce el sector de la logística desde el advenimiento de la pandemia.

¿Se considerarían la guerra en Ucrania y el nuevo orden mundial en gestación como uno de los factores que impulsan el cambio?

PHOTO/REUTERS – Imagen de gasoducto
¿Cómo reinventar una relación fluida y sin complejos entre Argelia y España?

Está claro que la relación entre los dos países experimentará dificultades y será poco ambiciosa en el corto plazo. Esta desconfianza de Argelia hacia el Gobierno español es el resultado de la fricción relacional entre Madrid y Argel y la falta de comunicación e información entre los gobiernos.

Por parte española, se argumenta que la relación debe ser restablecida a toda costa, ya que su nueva posición sobre el futuro del Sáhara Occidental no habría sido dirigida contra Argelia, sino para regular su gran crisis con el vecino del sur.

Sin embargo, Argelia tiene derecho a preocuparse seriamente por este giro español, independientemente de lo que pensemos. Argel es muy consciente de las repercusiones sobre su futuro y su estabilidad en la región, habida cuenta de las amenazas que la rodean, (Mali, Libia, Níger y Marruecos). La incomprensión es palpable y el cambio español se percibe como una amenaza adicional para la estabilidad de Argelia en su región.

También hay que señalar que, si Argelia sigue siendo incomprendida por sus socios en su comportamiento, en el que, en la política prima sobre cualquier otra consideración, esto es debido al problema de la seguridad, tan difícil de gestionar y gravoso.

¿Hay una salida?

En estos casos, sólo los proyectos a medio y largo plazo con efecto portante y estructurante podrían aliviar el ambiente y permitir una salida gradual del estancamiento. Se recomienda, en este sentido, dar expresión a lo económico, restaurar deliberadamente la relación política. Los dos países son vecinos y es inconcebible congelar todo.

Argelia y España deben dar muestras de gran imaginación y flexibilidad para superar esta diferencia. Ambos países se necesitan mutuamente, dada la nueva situación geoestratégica mundial que se está configurando y dado el flujo comercial que ya existe.

La idea sería lanzar un gran proyecto inspirado en el que imaginó y llevó a cabo Pedro Durán Farell. Hay una plétora de proyectos prometedores que podrían ser lanzados por ambas partes, en las economías azul y verde, la innovación industrial y logística, y la agricultura industrial, sin olvidar el proyecto de gasoducto transahariano, donde España podría conectarse a un nivel estratégico alto.

Paralelamente, también se debería intensificar los intercambios económicos, para cimentar la relación bilateral, permitiendo que los actores de los sectores público y privado se expresen. Abrir oficialmente el campo a los bancos de ambos países para que domicilien filiales a ambos lados de las dos orillas y permitir que las empresas de ambos países aspiren a una colaboración de calidad y equilibrada con la ubicación compartida.

AFP/ RYAD KRAMDI -  Fotografía de archivo, soldados argelinos hacen guardia en el complejo de gas de Tiguentourine, en In Amenas, a unos 1.600 kilómetros al sureste de la capital

Este enfoque también permite concertar la relación entre las empresas para optimizar la colaboración y emanciparlas en las normas internacionales. Argelia está poniendo en marcha una importante reforma relativa a la inversión y al atractivo de la IED.

Para ello es necesario dotarse de verdaderas herramientas con objeto de impulsar el intercambio económico, como el CCIAE, CÍRCULO DE COMERCIO E INDUSTRIA ARGELINO-ESPAÑOL. Esta asociación profesional cuenta entre sus miembros con empresas españolas establecidas en Argelia, empresas mixtas y empresas argelinas. Fue aprobada en 2013 y actualmente se encuentra en proceso de convertirse en una Cámara Bilateral Mixta.

El CCIAE debería considerarse un instrumento fundamental para reinventar la dinámica relacional entre Argelia y España y poder generar y orientar el negocio en beneficio de las empresas. El proyecto existe concretamente y el intercambio no se detendrá nunca, no es menos cierto que actualmente sería cómodo dar prioridad a estos órganos dotándolos de más apoyos y soporte para permitirles llevar bien el proyecto y crear este florecimiento de negocios entre los dos países en beneficio de sus respectivas empresas.

"La doctrina dominante había ignorado totalmente un hecho esencial: la liberalización total del comercio y de los movimientos de capital sólo es posible y deseable en el marco de agrupaciones regionales de países económica y políticamente asociados y de desarrollo económico y social comparable", Maurice Allais

Djamal-Eddine BOU ABDALLAH, presidente del CCIAE y socio-director de SDG GROUP ALGÉRIE empresa mixta hispano-argelina

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