Los líderes de las siete naciones democráticas más ricas impulsan una nueva ronda de sanciones contra Rusia para detener su maquinaria bélica en Ucrania

EL G7 consolida la coalición contra Putin y limita el precio del petróleo ruso

photo_camera PHOTO/@EmmanuelMacron - Los líderes del G7 se reúnen en Elmau con la presencia del presidente ucraniano Volodímir Zelenski

Los líderes del G7 están reunidos desde el domingo en el Castillo de Elmau, un lujoso hotel ubicado en una pequeña localidad del sur de Alemania, próxima a la frontera con Austria. Desde allí, los Biden, Trudeau, Jonhson, Macron y cía se han conjurado para sacar adelante un nuevo paquete de sanciones contra Rusia en respuesta a su invasión a gran escala de Ucrania que contempla limitar el precio del petróleo ruso, según Reuters. “El G7 emitirá una declaración de apoyo a Ucrania, que incluirá nuevos e importantes compromisos de sanciones para intensificar aún más nuestras medidas económicas contra Rusia”, avanzaba la Casa Blanca a través de un comunicado. 

Las siete principales naciones democráticas industrializadas, que en 2002 acogieron en su seno a la Rusia de Putin como miembro de pleno derecho, dedican hoy sus esfuerzos a hundir la economía rusa para paralizar cuanto antes la sangrienta campaña militar del Kremlin en la exrepública soviética. El idilio del G8 duraría 12 años, hasta que Moscú decidiera ocupar la península de Crimea. Su participación continúa suspendida desde entonces, y no parece que vaya a volver pronto cuando el objetivo declarado es “aislar aún más a Rusia de la economía mundial”.

Los líderes de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón, con la representación de la Unión Europea, han aprobado este lunes una nueva ronda de sanciones contra Rusia que incluye por primera vez la imposición de un precio límite a las importaciones de petróleo ruso, una medida destinada a reducir de forma considerable sus ingresos. Falta por conocer de qué manera se llevará a cabo este tope, pero el compromiso del denominado ‘Grupo de los Siete’ parece inquebrantable.

G7 Summit

Habría tres vías para limitar los precios: conformar un cártel de compras y amenazar con sanciones a los importadores que superen el tope establecido, aplicar un arancel masivo a las importaciones de petróleo y gas ruso o imponer sanciones selectivas para impedir que Rusia convierta los ingresos del petróleo en divisas menos líquidas, una medida que podría llevarse a cabo a través de la imposición de sanciones a las entidades rusas involucradas en las ventas de petróleo, según explican los economistas Brian O'Toole y Daniel Fried en Atlantic Council.

La limitación de los precios del ‘oro negro’ supone un golpe de efecto contra la economía rusa. “El doble objetivo de los líderes del G7 ha sido apuntar directamente a los ingresos del presidente Vladímir Putin, particularmente a través de la energía, pero también minimizar los efectos indirectos y el impacto en las economías del G7 y el resto del mundo”, recoge Reuters citando a fuentes de la Administración estadounidense. Los líderes occidentales se encuentran ante el reto de limitar los ingresos de Rusia en materia energética sin provocar un perjuicio económico a nivel global, un complicado ejercicio de equilibrismo en mitad de un escenario marcado por los precios máximos históricos de la energía y la inflación desbocada.

“Estados Unidos ha reunido a más de 30 aliados y socios de todo el mundo para imponer costes drásticos a Rusia y la coalición liderada por Estados Unidos seguirá aumentando la presión sobre Putin”, recoge en un comunicado la Casa Blanca. La Administración Biden ha anotado al menos un centenar de nuevos nombres de individuos y entidades en la lista negra de las sanciones, y ha anunciado la imposición de aranceles a los productos rusos. Los máximos representantes del G7 estudian limitar también los precios del oro ruso, el segundo sector más importante para su economía por detrás del energético.

La Casa Blanca sostiene que “las exportaciones estadounidenses a Rusia, incluidas las de insumos tecnológicos críticos que Putin necesita para mantener su Ejército, han disminuido aproximadamente un 97%. Las importaciones rusas de bienes de todo el mundo podrían caer un 40%. Las fábricas de toda Rusia están luchando por mantener la producción”. Según esta versión, las sanciones occidentales en su conjunto estarían surtiendo el efecto deseado por la gran coalición contra Putin.

“El PIB de Rusia probablemente se reducirá en dos dígitos, la inflación está aumentando a más del 20%, Rusia está luchando para hacer los pagos de los bonos y ha incumplido su deuda soberana por primera vez en más de un siglo”, ha reivindicado en una nota la Casa Blanca el mismo día en que Bloomberg se hacía eco del impago por parte de Rusia de sus bonos soberanos extranjeros de 100 millones de euros en intereses por primera vez desde 1998 tras el vencimiento del período de gracia de 30 días. Un impago rechazado de plano por el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

“Las sanciones no suelen funcionar. Hasta ahora, las durísimas sanciones occidentales contra Rusia han fracasado estrepitosamente a la hora de dañar la economía rusa”, indica a Atalayar el economista internacional especializado en petróleo y consultor del Banco Mundial, Mamdouh Salameh. “De hecho, están perjudicando a las economías de quienes las impusieron mucho más que a la de Rusia. Me atrevería a decir que la economía rusa está floreciendo bajo las sanciones porque estaba bien preparada para ellas”.

“La economía rusa es autosuficiente”, sostiene Salameh. “Rusia es también el mayor exportador mundial de energía y materiales alimentarios, así como de metales preciosos. También tiene el mayor arsenal nuclear del mundo”.

G7 Summit

Para que fructifiquen las sanciones, Occidente tiene que trascender de sus fronteras geográficas y tejer alianzas con otros actores que, hasta el momento, han decidido mantener una postura de contención. Uno de esos actores es la India de Narendra Modi, que ha sido uno de los cinco líderes de las naciones invitadas a la cumbre del G7. Por el momento, el objetivo de la estrategia pasa por impedir una victoria militar rusa decisiva a corto plazo, lo que podría inducir a Putin a llegar a un acuerdo en términos más favorables para Ucrania en lugar de negociar mientras este controla gran parte del territorio ucraniano.

Zelenski ante el G7

El presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha comparecido en una reunión por videoconferencia durante el retiro de los líderes del G7 en los Alpes bávaros para pedir a sus socios más armamento, concretamente sistemas de defensa antiaérea, más sanciones contra Rusia, ayuda para la exportación de grano desde los puertos ucranianos del mar Negro y financiación para la reconstrucción del país. Al término de la conversación, el G7 ha vuelto a cerrar filas con Ucrania y se ha comprometido a mantener “todo el apoyo que sea preciso mientras sea preciso”.

La Administración Biden ha confirmado que el G7 “se comprometerá a ayudar a Ucrania a cubrir sus déficits de financiación presupuestaria a corto plazo, incluido un compromiso de 7.500 millones de dólares de Estados Unidos con cargo al segundo suplemento recientemente aprobado”. Además, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha confirmado en el marco de la cumbre del G7 en Alemania que el próximo paquete de ayuda militar a Ucrania “incluye capacidades avanzadas de defensa antiaérea”.

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