El Gobierno de Cataluña pone en órbita desde Rusia el primer satélite español 5G
El primer satélite del Gobierno de Cataluña está programado para volar a su órbita el próximo sábado, 20 de marzo, a las 07:07 y 12 segundos, hora peninsular española. Será emplazado a unos 500 kilómetros de altura por un lanzador ruso Soyuz 2, cuyo despegue tendrá lugar desde el cosmódromo de Baikonur, emplazamiento militar alquilado por el Kremlin a la república de Kazajistán, en Asía central.
Financiado con fondos oficiales que ascienden a 1,7 millones de euros, constituye el punto de partida de un proyecto mucho más ambicioso que aspira a invertir del orden de 18 millones de euros. Con esos fondos se pretende favorecer la creación de un sector espacial que en el horizonte de 2025 haya alcanzado un volumen de facturación de 280 millones de euros y generado 1.200 nuevos puestos de trabajo.
Este primer satélite forma parte de la denominada Estrategia New Space de Cataluña aprobada el 27 de octubre de 2020. Su finalidad es desarrollar un tejido empresarial formado por empresas de pequeño tamaño volcadas en proporcionar servicios basados en ingenios espaciales de escasas dimensiones, bajo coste y rápidos de fabricar. La iniciativa catalana no está enmarcada en la Estrategia Espacial de España, sencillamente porque el Gobierno de Pedro Sánchez no ha aprobado ninguna.
El ingenio que se va a convertir en el pionero del New Space de la Comunidad Autónoma catalana es un nano satélite tipo CubeSat 3U, de 30x10x10 centímetros y una decena de kilos de peso. Será el primer eslabón de una futura constelación de media docena de plataformas dedicadas a establecer conectividad 5G, que las autoridades catalanas pretenden que sea financiada con los fondos Next Generation de la Unión Europea dedicados a la digitalización, el acceso a la información y la mitigación del cambio climático.
El satélite que encabeza la futura constelación de comunicaciones de quinta generación con matricula española ha sido bautizado Enxaneta, apelativo con el que se designa al niño que sube hasta la cima de una torre humana denominada castell ‒castillo, en español‒ y alza el brazo sin que se desmorone el grupo humano que lo sustenta. El nombre de Enxaneta es el resultado de un concurso promovido por Infok, un informativo de la cadena de televisión TV3 del Gobierno de Cataluña dedicado al mundo infantil.
La contratación de nano satélite no ha sido efectuada de forma directa por el Gobierno Autonómico de Cataluña ni por el Departamento de Políticas Digitales y Administración Pública que dirige el Consejero Jordí Puigneró.
Las estipulaciones contractuales se han materializado a través del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), una fundación privada creada en 1996 y dedicada a promover y difundir todo tipo de actividades, estudios y proyectos relacionados con la tecnología y la investigación científica vinculada con el espacio.
Instituto financiado por el Gobierno de Cataluña, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas del Ministerio de Ciencia e Innovación y las Universidades de Barcelona, Autónoma de Barcelona y Politécnica de Cataluña, la función del IEEC en Enxaneta radica en el seguimiento y la valoración técnica de todo el proyecto, incluida la recepción de los datos y su utilización.
La labor del IEEC consiste en “actuar como expertos entre el Gobierno de Cataluña y las empresas encargadas de los proyectos”, asegura su director, Ignacio Ribas. Entre los planes también está generar productos y servicios que sean de interés general, con el objetivo “que Cataluña se convierta en proveedora de datos a escala global”.
La compañía responsable del diseño, desarrollo, fabricación y pruebas del Enxaneta ha sido la sociedad británica Open Cosmos, que ha llevado a cabo sus cometidos en sus sedes de Harwell, a unos 70 kilómetros al oeste de Londres, y de Castelldefels, a 26 kilómetros de Barcelona.
Con una vida operativa estimada entre 4 y 5 años, su función una vez en el espacio consistirá en proporcionar servicios de conectividad de Internet de las Cosas (IoT) en el conjunto del territorio catalán, labor que recae en el operador español de telecomunicaciones Sateliot, especializado en tecnologías 5G.
La estación para el seguimiento, control y recepción de datos se ha establecido en el Observatorio Astronómico del Montsec, a unos 70 kilómetros al norte de Lérida y a cerca de 200 al noroeste de Barcelona. Sobre el citado observatorio se volcarán dos veces al día las informaciones recogidas a lo largo y ancho de Cataluña, incluidas las zonas remotas o que no cuentan con redes terrestres de comunicaciones.
Las autoridades de la Comunidad Autónoma confían en que Enxaneta contribuya a determinar el caudal del agua de los ríos, el seguimiento de rebaños y fauna salvaje y a recabar los datos de las estaciones meteorológicas situadas en lugares de difícil acceso. Una vez verificados se remitirán para su explotación a los distintos departamentos de la Comunidad Autónoma.
Junto al satélite del Gobierno de Cataluña viajarán al espacio otros 37 ingenios, el mayor de las cuales es el CAS500-1, una astronave de observación electroóptica de 500 kilos del Instituto de Investigación Aeroespacial de Corea (KARI). El resto son pequeñas plataformas de Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Eslovaquia, Hungría, Israel, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido y Tailandia.
También viaja el Challenge One de la empresa tunecina Telnet, un satélite semejante al Enxaneta y también dedicado al Internet de las Cosas, que va a servir de base para la creación del ecosistema espacial para Túnez y los países de su entorno. En el mismo vuelo ascenderá el DMSat-1 del Centro Espacial Mohammed bin Rashid de Emiratos, una misión que mediante imágenes en las bandas visible e infrarroja cercana intentará detectar los aerosoles y gases de efecto invernadero que existen en la atmósfera de Emiratos; y el Najm-1 de Arabia Saudí, un pequeño ingenio experimental de observación de la Tierra.
