La medida posibilita que De Mistura pueda moverse por la región y reunirse con las partes

El Gobierno facilita un avión para sus desplazamientos al enviado de la ONU para el Sáhara

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El Gobierno ha puesto a disposición del nuevo enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, un avión para que pueda desplazarse a la región y mantener contactos con las partes con vistas a resolver este contencioso.

Así lo ha hecho saber el Ejecutivo en una respuesta parlamentaria por escrito, a la que tuvo acceso Europa Press, a una pregunta formulada por Vox, que se había interesado por las «acciones concretas» que se iban a adoptar para respaldar a De Mistura, nombrado el pasado octubre.

Además del «apoyo político al desarrollo de su mandato», el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, «le ha ofrecido el apoyo logístico que España ha prestado a sus predecesores, con la puesta a disposición de un avión de la fuerza aérea española para desplazarse a la región», indica el Gobierno, precisando que también se ha invitado a De Mistura a visitar España.

Precisamente, el ministro de Exteriores mantuvo su primer encuentro con el nuevo enviado de la ONU el pasado 3 de diciembre en Roma. Entonces, Albares le ofreció el apoyo de España para «relanzar el diálogo» entre las partes y la voluntad de colaborar estrechamente con él con vistas a «impulsar la búsqueda de una solución política mutuamente aceptable» y basada en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

En este sentido, en su respuesta parlamentaria fechada el 26 de noviembre, el Gobierno recalca que la postura respecto al Sáhara Occidental «es constante». «España apoya una solución en el marco de disposiciones conformes a los principios y propósitos de la Carta de Naciones Unidas y siguiendo las resoluciones del Consejo de Seguridad», zanja.

El nombramiento de De Mistura vino a llenar el hueco dejado casi dos años y medio antes por su predecesor, el expresidente alemán Horst Koehler, quien renunció por motivos personales. De su mano, el proceso político vivió un nuevo impulso con reuniones a las que asistieron tanto el Gobierno de Marruecos como el Frente Polisario, que controla la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

El nombre de De Mistura, un italo-sueco que cuenta en su currículum con haber sido enviado especial para Siria, Afganistán e Irak, ya había sonado con fuerza en mayo, cuando el Polisario dijo que le había dado su apoyo, pero Marruecos no dio luz verde hasta septiembre. El propio secretario general de la ONU, Antonio Guterres, reconoció este verano que tanto Rabat como el Polisario habían tumbado más de una decena de candidatos. 

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