Acto en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes en recuerdo del premiado autor, actor y director de cine y teatro

El legado "in memoriam" de Fernán Gómez: la cartilla de la CNT y la pluma que le regalaron al ingresar en la RAE

La Caja de las Letras del Instituto Cervantes recibió como legado in memoriam de Fernando Fernán Gómez dos representativos objetos personales del escritor, actor y director de cine y teatro: su cartilla de la CNT del sindicato de espectáculos, fechada en 1938, y la pluma estilográfica que le regalaron por su ingreso en la Real Academia Española en 2000. Ambos son testigos de la trayectoria de quien fue "un ejemplo de conciencia crítica en nuestra sociedad contemporánea", dijo el director del Instituto Cervantes. 

Luis García Montero definió a Fernando Fernán Gómez (Lima, Perú, 1921 – Madrid, 2007) como "alguien que es imprescindible en el mundo del cine" así como "un grandísimo escritor". De su variada obra publicada destacó la novela ‘La Puerta del Sol’ (1995), su recordada obra teatral ‘Las bicicletas son para el verano’ (1984); sus memorias, de las que "da buena cuenta en ‘El tiempo amarillo’" (1990, ampliadas en 1998) o el libro de poesía ‘El canto es vuelo’ (2002). 

De este título, García Montero leyó el poema titulado ‘Vergüenza’, que es, afirmó, "un sentimiento fundamental a la hora de comprometernos con la realidad". Para el también poeta y catedrático de Literatura, "perder la vergüenza es entrar en una deriva que saca a la sociedad lo peor de sí misma". 

La familia del polifacético creador estuvo representada por su hijo, Fernando Fernán-Gómez, y su nieta Helena de Llanos. Esta explicó el contenido del legado que se introdujo en la caja número 1003, en cuya placa reza el nombre del homenajeado, descrito como actor, escritor y director, y la fecha de hoy: 3 de marzo de 2022. 

La cartilla de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) del sindicato de espectáculos se la sacó Fernán Gómez en 1938, año en el que empezó a trabajar, en plena Guerra Civil, contó Helena de Llanos. La escuela de interpretación de la organización anarcosindicalista fue uno de los espacios en los que su abuelo "disfrutó de ser actor" como luego nunca volvió a sentir. 

 "Partidario de una moral libertaria" 

Dicha cartilla también representa su forma de ver la vida: "Era partidario de una moral libertaria" en la que lo fundamentar era "ser fiel a ti mismo para ser honesto con los demás". Según su nieta, el director y escritor "no era apolítico, sino antipolítico", porque no creía que los verdaderos problemas se resuelvan por la política, sino a través de la moral, la ética y la filosofía. 

En cuanto a la estilográfica, es una pieza única que simboliza toda su obra creativa. La gruesa pluma fue un regalo que recibió en el año 2000 al tomar posesión del sillón B mayúscula de la Real Academia Española, institución de la que sería miembro hasta su muerte. 

En la entrega del legado en la Caja de las Letras estuvieron también el vicepresidente de la Academia de Cine, Rafael Portela, y la secretaria de esta entidad, Azucena Rodríguez, quien fue ayudante personal de Fernán Gómez en el rodaje de Viaje a ninguna parte. 

Fernando Fernán Gómez obtuvo destacados galardones. Además de varios premios Goya, fue distinguido con el Oso de Oro del Festival Internacional de Cine de Berlín (2005), la Medalla de Oro de la Academia de Cine (2001), el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1995), el Premio Nacional de Cine (1989) o el Nacional de Teatro (1985)

Enviado por José Antonio Sierra, asesor de Hispanismo.

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