Los recientes ejercicios militares conjuntos entre Argel y Moscú en Bechar, junto a la frontera con Marruecos, generan preocupación

El peligro para Occidente por las maniobras de Rusia y Argelia a las puertas del sur de Europa

Rusia y Argelia llevan a cabo maniobras militares conjuntas desde el 16 de noviembre hasta el 28 de noviembre en la región de Hammaguir, en Bechar, al noroeste de Argelia, justo en el margen de la frontera con Marruecos, lo que significa que el Ejército ruso está realizando actividades a las puertas del sur de Europa en un momento de guerra indirecta entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y el país presidido por Vladimir Putin desatada por la invasión rusa de Ucrania. 

Los vínculos militares entre Argel y Moscú se han venido intensificando en los últimos meses con diversos ejercicios castrenses entre ambas naciones y con otros países y se siguen desarrollando con las últimas maniobras militares en Bechar, que oficialmente tienen un cariz de entrenamientos tácticos antiterroristas, solo a unos 50 kilómetros de la frontera con el reino marroquí, que a su vez es vecino de España se sitúa en el entorno de la puerta de entrada al sur de Europa. Además, se trata de un espacio simbólico porque se ubica en una antigua base del Ejército de Francia en territorio argelino que era utilizada para el desarrollo de armas balísticas. 

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La inquietud occidental y de la OTAN se disparó con la invasión rusa de Ucrania decretada por el presidente Vladimir Putin el pasado mes de febrero y ha continuado durante todos estos meses porque se ha mantenido el conflicto bélico. Pero la preocupación se puede acrecentar todavía más con la presencia de tropas rusas a las puertas del sur de Europa, mientras la nación rusa sigue hostigando el frente oriental sobre Ucrania. 

Argelia entra aquí en escena posiblemente como elemento más desestabilizador por la preocupación que genera Rusia ahora en el plano internacional. La fase de cooperación militar entre el país norteafricano y el ruso viene ya de lejos. En octubre de 2021, los dos países realizaron ejercicios militares conjuntos en Osetia del Norte, en los que participó un contingente argelino. En septiembre de 2022, una unidad compuesta por 100 soldados del Ejército argelino participó en los ejercicios Vostok 2022, efectuados en el extremo oriental de Rusia con la implicación en total de unos 50.000 efectivos, 5.000 unidades de armamento pesado, 140 aviones y 60 buques. Además, en los dos últimos años se han realizado regularmente ejercicios militares navales entre las Fuerzas Armadas de Rusia y Argelia. 

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La cooperación ruso-argelina es intensa y la última muestra son los ejercicios militares en Bechar. Poco antes de estos ejercicios, el director del Servicio Federal de Cooperación Militar y Técnica de Rusia, Dimitrii Chougaev, viajó a Argelia donde se reunió, el 10 de noviembre de 2022, con el jefe del Estado Mayor del Ejército Nacional Popular de Argelia, Saïd Chengriha.

Esta visita consolidó las relaciones entre los dos Ejércitos, ya que se produjo justo en el contexto del aumento del presupuesto de Defensa argelino en un 120%, pasando de los 10.000 millones de dólares a los 23.000 para 2023, lo que, según medios marroquíes, convierte a la zona en un “polvorín”. Esto podría haber sido un importante reclamo también para Rusia, que puede ver en Argelia un socio militar destacado y una fuente importante de ingresos para poder obtener parte de este presupuesto con la venta de armamento ruso, unos ingresos que podrían ser destinados a la campaña bélica en Ucrania, como han apuntado diversos expertos.  

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La preocupación es total, según diferentes expertos, porque los ejercicios en Bechar significarían un mensaje de Moscú a Occidente, en el que se muestra la capacidad de Rusia para desplegar sus fuerzas cerca de los intereses occidentales en el Mediterráneo occidental. 

Mientras, la colaboración ruso-argelina puede diferir del discurso oficial argelino que venía abogando por el no alineamiento y la neutralidad ya que hay una cooperación con un país que está actualmente en guerra en pleno corazón de Europa y que ha enfrentado la oposición y sanciones de todo tipo de gran parte de Occidente y la comunidad internacional. 

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Rusia puede recurrir a su presencia en Argelia, a poca distancia de la puerta de entrada al sur de Europa, como una amenaza y una línea de demarcación entre la zona de influencia occidental y la del antiguo clan socialista; aquí cabe recordar que, en la época de la Guerra Fría, Argelia era un país alineado con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) ya que tenía un sistema de partido único como en los países comunistas de la órbita soviética. 

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Desde varios sectores se considera que el alineamiento de Argelia con las posiciones rusas perjudica los intereses geopolíticos de Occidente. Por ello, los países de occidentales deberían revisar sus estrategias y asociaciones con Argelia. El país norteafricano está jugando a dos bandas porque sigue obteniendo beneficios de sus contratos energéticos con Occidente, ya que es un muy relevante suministrador de gas a nivel mundial y, por otro lado, sigue aumentando su cooperación militar con Moscú.

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