Los mercados petroleros mundiales han perdido una quinta parte de su valor

El petróleo sufre una caída del 20% en 2020

photo_camera REUTERS/ LEONHARD FOEGER - Logotipo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)

El precio del petróleo ha sufrido un colapso histórico este año. Pese a que el precio se haya mantenido cerca de los 51 dólares por barril durante el mes de diciembre, ha sido un curso marcado por la inestabilidad. En abril, el crudo estadounidense acabó en negativo y el Brent cayó por debajo de los 20 dólares por barril. La pandemia de COVID-19 y la guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia, los gigantes petroleros, sirvieron como catalizador de un descenso histórico. 

Los actores invirtieron el resto del año en reponerse del golpe, aunque las consecuencias siguen siendo visibles. Los mercados mundiales de petróleo han perdido una quinta parte de su valor. La paralización económica causada por la pandemia provocó una bajada de la demanda de combustible en todo el mundo. “Realmente no hemos visto nada como esto, ni en la crisis financiera, ni después del 11 de septiembre”, señaló Peter McNally, líder del sector global, IME (Industrials, Materials & Energy) para Forum de Third Bridge.

La demanda de combustibles fósiles podría seguir siendo más suave en los próximos años, incluso después de la pandemia. Los países tratan de limitar las emisiones para frenar el cambio climático y comenzar la transición hacia las renovables. Las principales compañías petroleras, como BP y Total SE, publicaron pronósticos que incluyen escenarios en los que la demanda mundial de petróleo podría haber alcanzado su punto máximo en 2019. La consultora energética DNV GL pronosticó a mediados de año que la demanda de petróleo se estancará en 2022. 

La producción mundial de petróleo y combustibles líquidos cayó de 100 millones barriles al día durante 2019 hasta 94 millones en 2020. Las estimaciones de cara al próximo año rondan los 97 millones de barriles al día, según la Administración de Información Energética, el organismo encargado del análisis en el Departamento de Energía de EEUU Este organismo pronostica, además, que la producción de petróleo crudo estadounidense “rondará su nivel actual hasta finales de 2021” a pesar del aplacamiento de la pandemia.

Atalayar_ Aramco salida a bolsa
Alianza mundial por el petróleo

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia, los mayores exportadores de crudo del mundo, acordaron a principios de diciembre el aumento de la oferta en medio millón de barriles diarios. Esa será la cantidad que pondrán cada día en los mercados tras el drástico recorte sufrido durante la pandemia, aunque se reservan la opción de revisar la cifra mes a mes. El pacto, alcanzado tras más de 4 días de negociaciones, colisiona con la débil demanda que atraviesa el mercado y con la transición de combustibles fósiles a energías renovables.

Para los países del Golfo, así como para el resto de los Estados petrolíferos, este acuerdo supuso un balón de oxígeno de cara a la recuperación económica. La petrolera saudí Aramco es la prueba fehaciente de la situación que atraviesan las compañías del sector. Siendo la más grande del mundo, ha reducido su beneficio un 50% a causa de la pandemia. La rusa Rosneft, por su parte, registra pérdidas de unos 700 millones en el tercer trimestre del año. Los precios de triple dígito desaparecieron durante 2020 y en muchos casos la producción dejó de ser rentable. 

Según los expertos, al barril le será difícil ganar tracción al alza en 2021. La demanda sigue retenida por la COVID-19 pese al creciente optimismo sobre las vacunas. Varios economistas y analistas estiman que el Brent promediará un precio de 49,35 dólares por barril en 2021, casi sin cambios respecto al pronóstico de 49,76 dólares que se calculó en octubre. El referencial ha promediado cerca de 42,50 dólares por barril en lo que va de 2020. Los técnicos mantienen, por tanto, su escepticismo con la recuperación del sector. 

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