Se espera una posible e inminente toma del poder por parte talibán

El presidente de Afganistán sale del país tras la entrada de los talibanes en Kabul

photo_camera AFP/WAKIL KOHSAR - El presidente afgano Ashraf Ghani durante una conferencia de prensa

Llegó el momento, quizás más rápido de lo esperado; después de su avance vertiginoso, los talibanes han entrado en Kabul para hacerse con el control de la capital afgana tras un proceso rápido iniciado después del anuncio de la retirada prácticamente total de las tropas internacionales de territorio afgano, lo que dejaba el camino libre a los insurgentes para apoderarse del país. Seguidamente, ha llegado la marcha del presidente de la nación, Ashraf Ghani. 

Después de haber conquistado decenas de capitales y provincias, los radicales talibanes han entrado finalmente en la urbe capitalina ante la escasa oposición de las Fuerzas Armadas locales después de la marcha de las fuerzas de seguridad internacionales; a lo que se ha sumado la sorpresiva salida del presidente Ashraf Ghani del territorio nacional, dejando descabezado al poder legítimo instaurado en el país asiático. 

Se esperaba un traspaso de poderes “pacífico”, pero todo se ha precipitado y ha llegado la incursión talibán en Kabul y la automática marcha del presidente Ghani. 

Los talibanes habían asegurado que no entrarían en Kabul hasta que se produjese la transición de poder, pero lo han hecho finalmente argumentado que deben controlar la situación y evitar actos de vandalismo y robos ante la salida de las fuerzas de seguridad. "Para evitar actos de saqueo en Kabul y que los oportunistas no hagan daño a la gente, el Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) ordenó a sus fuerzas entrar en las áreas de Kabul de donde salió el enemigo", aseguraron los talibanes en un comunicado oficial, recogido por la agencia EFE. 

Militantes talibanes afganos

Esto coincide con la abrupta salida del presidente Ashraf Ghani. El mandatario se habría dirigido a Tayikistán junto a miembros de su esfera más cercana poco después de la entrada de los talibanes en la ciudad capitalina. 

Según fuentes del medio de comunicación afgano Tolo News, Ghani se ha marchado del país acompañado de un estrecho círculo de colaboradores tras delegar en otras autoridades las competencias sobre las negociaciones con los talibanes para la transferencia de poder, como habría confirmado también el ministro de Defensa en funciones, Bismila Mohammadi.

El presidente afgano se habría dirigido a Tayikistán, según ha confirmado un asesor cercano del mandatario a la cadena india WION News, sin ofrecer más detalles. 

Los talibanes comenzaron el asedio de Kabul este domingo y tomaron varias entradas a la capital, mientras se trataba de alcanzar un pacto para la transición pacífica de poder con el Gobierno afgano. Y, finalmente, lograron entrar en la capital desatando el miedo y la incertidumbre, lo que ha llevado al cierre de centros públicos y lugares de trabajo, tras las peticiones hechas por las autoridades afganas. 

Fotografía de archivo, combatientes talibanes, en el distrito de Shindand de la provincia de Herat, Afganistán

"Dado que la capital Kabul es una ciudad grande y densamente poblada, los muyahidines del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) no tienen la intención de entrar en la ciudad por la fuerza o combatir, sino más bien entrar en Kabul pacíficamente", remarcaron los insurgentes en un comunicado antes de penetrar en la capital. 

Mientras, "se están llevando a cabo negociaciones para garantizar que el proceso de transición se complete de manera segura, sin comprometer la vida, la propiedad y el honor de nadie, y sin comprometer la vida de los habitantes de Kabul", indicaron. 

A la vez, insistieron en que el control de la seguridad en Kabul sigue recayendo "en el otro bando" y recordaron a la población que no tienen "intención de vengarse de nadie", incluidos los que sirvieron en el Ejército, la Policía o en la Administración afganas: "Están perdonados y a salvo, nadie será objeto de represalias". "Todos deben permanecer en su propio país, en su propio hogar, y no intentar salir del país", remarcaron los talibanes. 

Fuerzas de seguridad afganas son vistas en el lugar de un campo de batalla donde se enfrentan con los insurgentes talibanes en la provincia de Kunduz, Afganistán

La amenaza de la presencia talibán supone un problema para diferentes funcionarios o periodistas que habían estado trabajando para el Gobierno nacional o incluso que habían trabajado para los países que enviaron tropas a Afganistán de cara a luchar contra los insurgentes. A pesar de que desde las filas talibán se haya hecho un llamamiento a la calma. 

Este fin de semana se espera que lleguen a Kabul una gran parte de los 4.000 militares estadounidenses que el Pentágono ha decidido enviar a la capital afgana para la evacuación de la mayoría del personal de la Embajada de Estados Unidos y de ciudadanos afganos colaboradores. 

Otros países como Canadá, Alemania, Reino Unido o España anunciaron ya en su día la evacuación de parte del personal de sus Embajadas y de otros ciudadanos afganos con sus familias, los cuales trabajaron junto con ellos durante estas dos décadas de presencia de tropas internacionales en Afganistán después de que llegase la irrupción estadounidense en la operación desatada contra Al-Qaeda tras los atentados del 11-S.

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