El debate sobre este puente intercontinental vuelve a la palestra tras el primer estudio de 1979 y expertos aseguran que tendría un impacto económico fuerte para ambas naciones

El proyecto del túnel entre España y Marruecos resurge tras la reanudación de las relaciones diplomáticas entre ambos países

PHOTO/PIXABAY - El estrecho de Gibraltar

La reanudación de las relaciones entre España y Marruecos viene cargada de nuevos acuerdos de cooperación para el desarrollo económico. Tras el reconocimiento del Gobierno español acerca plan marroquí sobre el Sáhara Occidental, los lazos entre ambos países están mejor que nunca. Gracias a ello, muchos expertos y medios han vuelto a retomar uno de los proyectos conjuntos entre las dos naciones que nunca pudo hacerse realidad: el túnel entre España-Marruecos.

Este puente entre África y Europa se empezó a planificar en el año 1979, pero finalmente nunca llegó a ver la luz, pero ya muchos comentan que este empuje de la diplomacia podría ser la clave para su construcción. Se trata de un túnel que conectaría las orillas de ambos países a través del estrecho de Gibraltar, con una longitud de 42 kilómetros entre ambos territorios. 

Su edificación podría impulsar la economía en ambas regiones, sobre todo a las zonas más cercanas al proyecto. Si en algún momento este plan viera la realidad, facilitaría la circulación de personas y mercancías de una forma más fácil y rápida que en avión o en barco y desarrollaría el transporte por el Mediterráneo occidental. 

Europa y África podrían estar conectadas y se podría ampliar y desarrollar los intercambios comerciales de una manera más efectiva. Gracias a ello, el mercado europeo podría acceder más fácilmente al del continente africano entrando a través de Marruecos.

El estrecho de Gibraltar

El origen de este proyecto se remonta a 1979 tras la firma de la declaración conjunta hispano-marroquí. En este memorando firmado entre los reyes de por aquel entonces, Hassan II de Marruecos y Juan Carlos I de España, se expresó la voluntad de colaborar en sectores importantes, conscientes del futuro entre Europa y África, además del trabajo y las consecuencias positivas que tendría la construcción del túnel. De este documento nació el acuerdo de cooperación científica y técnica entre los dos reinos que fue la base del estudio de viabilidad el proyecto.

Muchas instituciones prestaron su aporte para poder financiar este proyecto en un pasado. Entre ellas destacan el Banco Mundial, el Banco Europeo de Inversiones, algunos fondos árabes y el Fondo de Desarrollo Africano. Incluso todavía existen dos empresas públicas de ambos países, la SNED y la SECEGSA, que siguen interesadas en la realización del proyecto desde que este comenzó a tomar forma.

A pesar de ello y tras los distintos conflictos diplomáticos que han vivido las dos naciones, el proyecto quedó apartado y se guardó para un futuro en el que las aguas estuvieran calmadas. Ahora, todo parece apuntar a la iniciativa se ha retomado con los reinados de Mohamed VI y el monarca español Felipe VI. Además, cabe destacar que recientemente se anunció la intención de unir el país alauí con Gibraltar a través de un túnel marítimo o un puente, por lo que España estaría interesada en tener su propia entrada a África.

En la actualidad existe una Comisión Mixta entre cinco miembros españoles y cinco marroquíes que se reúnen cada seis meses y uno de los temas que abordan es el de la construcción de este túnel. Las empresas mencionadas siguen presentando sus informes y avisan a esta institución con cada progreso en el estudio hoy en día.

Todos los expertos y diplomáticos de ambos países que se han pronunciado sobre el tema coinciden en que sería beneficioso para las dos partes y que conllevaría a un importante desarrollo económico. Con su construcción, se podrían desarrollar plataformas logísticas, zonas de transbordo de la cadena de transporte, la racionalización de las infraestructuras, el aprovechamiento de instalaciones para almacenar, e incluso la reducción de los costes del transporte. 

Además, no solo se vería favorecido el comercio y el flujo de mercancías entre ambos continentes, sino que se podría aprovechar la utilización del túnel como un nuevo gasoducto entre Marruecos y España. Esto permitiría que se pudiera transportar el gas en ambas direcciones sin tener que recurrir a otros métodos, algo que beneficiaría a ambas partes tras su conflicto con Argelia. 

Mohamed VI, rey de Marruecos
Problemas para su construcción

El túnel parece viable, pero en el momento de su estudio, los inconvenientes surgieron. El estrecho de Gibraltar en muy profundo y existen corrientes marinas, vientos, mareas y olas que podrían complicar en todos los sentidos su construcción. Pero lo que más preocupa es que el puente se situaría encima de la falla de Azores-Gibraltar, una de las placas tectónicas euroasiáticas. En el caso de que se produjese un terremoto por la colisión de estas placas es una dificultad añadida y que pone en jaque su viabilidad. No obstante, debido a esta situación, sería muy costoso llevarlo a cabo y esto se convierte en uno de los principales obstáculos a la hora de poner en marcha el plan. 

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