El Real Madrid descuelga al Atlético de la Copa con Rodrygo al frente de la remontada
Un muñeco de Vinicius colgado de un puente que da acceso a la ciudad deportiva del Real Madrid y un cartel que aseguraba que Madrid odia al Real Madrid. Con esos tintes de la mafia siciliana empezaba el derbi de la Copa del Rey que enfrentaba a los dos equipos de la capital de España.
El club rojiblanco sigue liderado por una oscura trama de personajes amparados por el club que son capaces de parar entrenamientos, insultar a sus propios jugadores o despertar los más bajos instintos que ya deberían estar enterrados en España.
El reparto de entradas quedó en un segundo lugar cuando comenzó el partido. A nadie le interesaba si había 400 o 4.000 seguidores rojiblancos en el Bernabéu. El césped no ayudaba y las lonas, tampoco. Si a eso le sumamos que el ritmo del Real Madrid recordaba al de la final de la Supercopa, la debacle blanca parecía cercana.
Morata hizo el primer gol tras una internada por la banda izquierda del Real Madrid. Un desajuste entre Mendy y Militao provocó que el Atlético se adelantara y tomase las riendas del partido ante un Real Madrid sin físico que llegaba tarde a todas las jugadas.
Morata vive enfrentado a su profesión. En permanente queja por todo y siempre molesto porque no concibe el mundo del fútbol tal y como es. En la celebración quiso taparse las dos primeras letras de su nombre en la camiseta para recordar los insultos que le lanzan desde la que fue su casa. Vivir tan pendiente del rival y olvidar a los tuyos, no es el camino.
El descanso fue el mejor momento para Ancelotti. El vestuario sirvió, una vez más, para que el técnico italiano pusiera la motivación y la entrega necesaria. Simeone lo dijo tras el partido, “el Real Madrid ha empezado a jugar en la segunda parte”.
Mendy había dado paso a Ceballos justo antes del descanso y luego llegaron Rodrygo y Asensio al rescate. El Atlético no quiso apuntillar a su eterno rival y eso le obligó a encerrarse cada vez más en su área, a quitar a Morata y a dar paso a jugadores de contención como Witsel.
Sin capacidad ofensiva, el Atlético solo podía esperar el gol blanco que llegó tras una buena jugada de Rodrygo en la frontal del área y un disparo con el exterior que entró por el palo de Oblak. Eso pasó en el 79 y lo demás es la historia escrita entre estos dos clubes que ya se citaron en dos finales de Champions con un guion parecido: el Atlético se adelanta, domina y empieza a hacerse pequeño hasta desaparecer.
El calendario aprieta tanto al Real Madrid que el equipo no quería jugar la prórroga. Fue a buscar el 2-1 hasta el minuto 95 para evitarse media hora más. No pudo ser y el tiempo extra decidió el partido. Savic fue expulsado en el 99 y en el 104 Benzema marcaba el 2-1.
El Atlético pidió la expulsión de Ceballos por derribar a un rival en la media luna del área, pero el colegiado solo pitó la falta. Un partido bronco, con entradas duras y mucho teatro por parte de los dos equipos.
Mario Martín y Odriozola entraron en los minutos finales y vieron cómo Vinicius marcaba el tercer gol y descolgaba al Atlético también de la Copa para dejarle en medio de un desierto de cuatro meses sin nada que jugarse.
Las afrentas extradeportivas no llegaron al césped, por suerte. El Real Madrid avanza a semifinales de Copa sin fechas en el calendario para jugar todo lo que tiene por delante. Bendito fútbol. Aunque el derbi capital deja un sabor amargo de la deriva hacia la que algunos quieren llevar a su equipo.
