Los de Ancelotti hicieron una tanda de penaltis perfecta ante un animado Valencia

El Real Madrid jugará la final en Riad tras un partido interminable

photo_camera AP/HUSSEIN MALLA - Los jugadores del Real Madrid celebran después de ganar en los penaltis la semifinal de la Supercopa de España entre el Real Madrid y el Valencia en Riad, Arabia Saudí, miércoles 11 de enero de 2023

Decía Gattuso en una entrevista en El Mundo antes del partido ante el Real Madrid que Ancelotti era el entrenador perfecto porque “ha sabido meterse en la cabeza de varias generaciones de futbolistas para hacerles ganar”. 

Una definición perfecta y diferente, una explicación de por qué Carletto ha llegado hasta 2023 como entrenador del Real Madrid y como campeón de Europa. Pero este año tiene un desafío más porque el equipo blanco lleva meses en una espiral de juego desconocido y poco eficaz del que tendrá que sacar a los suyos antes de que el Liverpool se cruce de nuevo en su camino. El Mundial de Qatar pasará factura. 

La Supercopa de Arabia Saudí es el torneo lanzadera que puede servir al Real Madrid para proyectarse hacia otra temporada histórica. El escenario no puede ser más triste. Un estadio con poco público, el que fue, animó como pudo al Valencia y con algo más de brío al Real Madrid con pancartas de imprenta donde se le pedía al club ganar la 15ª Champions.

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Luis Rubiales tomó asiento en una señorial butaca del estadio del Rey Fahd acompañado de todas las personalidades de un país al que un día quiso convertir y salvar de su propio futuro, pero que ahora reconoce que le vale con hacer negocios. Se iba a comer el último polvorón de la Navidad, un partido duro de digerir entre el Real Madrid y el Valencia al que le sobró la prórroga. 

El formato mejora a los partidos veraniegos, pero se hace largo cuando el estadio se queda medio vacío, el público no anima y se escucha más a los jugadores y a los banquillos que al propio aficionado. 

Con Alaba y Tchouaméni en Madrid recuperándose de sus lesiones, Ancelotti no tuvo problemas en darle una vuelta a la alineación para ir ajustando el ritmo a los jugadores. Camavinga, Nacho y Lucas Vázquez fueron titulares ante un Valencia con el dibujo cambiado que alternaba los balones largos a la carrera de Kluivert y centros precisos para que Cavani martilleara la portería de Courtois. 

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Entre porteros estuvo el partido. Courtois no ha perdido la forma y demostró su profesionalidad en la tanda de penaltis comentando que sabía perfectamente dónde tiraba cada rival. 

Mamardashvili es el mayor activo del Valencia. Llegó a prueba para la cantera y ha revolucionado la portería hasta el punto de que Domenech ha desaparecido y Herrerín tiene que esperar con paciencia su turno. 

Benzema se ha liberado de la presión de la selección francesa y ahora ve el incendio de su Federación desde la distancia. Su fútbol está dedicado al Real Madrid y esta temporada quiere volver a liderar al equipo. A él le hizo el penalti Cömert y el francés marcó con un disparo raso marca de la casa. Un gol en el minuto 39 que dejaba encarrilada la final antes del descanso. 

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Ancelotti dio paso a Modric por Camavinga, que tuvo que retirarse por lesión y por una amarilla. El croata tiene que hacer una pretemporada a base de jugar pocos minutos para evitar males mayores. 

El gol del Valencia no llegó por medio de Cavani, que tuvo un cabezazo bien repelido por Courtois, fue Lino el que cogió la espalda de Lucas en un centro sin peligro y remató a placer el 1-1 en el 46. 

La defensa blanca hace tiempo que sestea más de la cuenta. Se desenchufa de los partidos y comete errores groseros que le cuestan goles al Real Madrid. Para colmo, Militao tuvo que retirarse mareado y el propio Lucas también dejó paso a Carvajal tras una fea torcedura de tobillo. 

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Ceballos y Asensio fueron los pulmones de Ancelotti para la prórroga y, quizá, para los penaltis porque la segunda parte se sumió en un tedioso partido donde apenas hubo ocasiones y el entorno no acompañaba. 

Gattuso había trabajado el empate y aportó mucho al sopor para llevar el partido a la prórroga y a los penaltis. Era su única opción de sacar algo a este Real Madrid desconocido donde Vinicius estuvo más tiempo rodando por el suelo que encarando a rivales. 

En los penaltis el Real Madrid demostró que tiene calidad para tirarlos y para prepararlos. Benzema, Modric, Kroos y Asensio. Tres jugadores fríos y otro con “buen golpeo” como dijo Ancelotti después, aunque también bromeó diciendo que menos mal que no hubo que tirar el quinto porque el elegido era Vinicius. 

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Courtois dio una clase magistral ante los medios explicando que sabía hacia qué lado iba a tirar cada rival. Recordaba el último penalti que le lanzó Cavani, sabía que Cömert lanzaba fuerte y arriba y que Gayá podía tirar centrado o a su izquierda, por lo que se tiro tapando el medio y acertó. 

El Real Madrid estará en la final del domingo en Riad. Se espera que haya algo más de público, pero ahí seguirá la pista de atletismo para darle un toque vulgar al partido. Otra cosa es que enfrente esté el Barça y la opción de que Xavi necesite levantar su primer título para justificar las palancas veraniegas. Esa será otra historia, con permiso del Real Madrid. 

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