El monarca alauí puso en marcha la maquinaria diplomática para favorecer un entendimiento en el país africano

El rey Mohammed VI de Marruecos media en la crisis de Mali

AP/MICHEL EULER - El rey Mohammed VI de Marruecos

Los enfrentamientos violentos en Mali durante las protestas de la pasada semana de la oposición maliense contra la figura del presidente de la República, Ibrahim Boubacar Keita, siguen provocando reacciones. La capital Bamako fue escenario el 10 de julio de duros enfrentamientos contra las fuerzas de seguridad que dejaron decenas de muertos y cientos de heridos (según cifras opositoras) y esta situación no ha pasado desapercibida para el rey de Marruecos, Mohammed VI.

El malestar social proviene de la mala gestión del presidente Boubacar Keita, del que se exige su renuncia, ante una situación de crisis política y económica nacional; y también tiene que ver con el polémico proceso electoral de abril que dio el poder a los grupos políticos afines al jefe de Estado maliense y que fue denunciado como fraudulento. 

Tras la denuncia por parte de la comunidad internacional sobre esta complicada situación en Mali, el rey Mohammed VI de Marruecos, según fuentes diplomáticas, intentó "una mediación secreta" entre el influyente imán Mahmoud Dicko, uno de los líderes de la oposición, y el propio Ibrahim Boubacar Keita, según informan los medios Le Desk y Jeune Afrique. Otras fuentes señalan que el embajador marroquí en Bamako, Hassan Naciri, envió un mensaje del monarca alauí al imán Dicko. También se ha apuntado que el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita, voló desde Rabat a Mali con instrucciones concretas de Mohammed VI para solventar la problemática en el país maliense. 

El presidente de Mali, Ibrahim Boubacar Keita

En este punto, se exige al jefe de Estado de Mali "la disolución del Parlamento, la formación de un Gobierno de transición con un primer ministro designado por la oposición (en sustitución del actual, Boubou Cisse) y el reemplazo de los nueve miembros del Tribunal Constitucional", organismo al que se considera responsable del fraude electoral de abril.

En respuesta, el presidente Keita anunció la disolución de la Corte Suprema y la organización de elecciones legislativas parciales en áreas donde los resultados fueron invalidados por la Corte Constitucional. 

La mediación del rey Mohammed VI de Marruecos aparentemente ha dado sus frutos. Como lo demuestran los "llamamientos a la calma" lanzados actualmente por el propio imán Dicko.

El imán maliense Mahmoud Dicko

La última escalada de violencia estalló el pasado día 10 de julio cuando la coalición opositora formada por el Movimiento 5 de Junio y el Reagrupamiento de las Fuerzas Patrióticas (M5-RFP) declaró la desobediencia civil hasta el derrocamiento del presidente Boubacar Keita, entre otras demandas.

La cabeza visible de la oposición maliense es el jeque musulmán Mahmoud Dicko, pero este se ha desmarcado de la vía de la desobediencia civil adoptada por la mayor parte de la oposición. Ante el auge de los actos violentos, Dicko llamó a la calma y pidió que se eviten los enfrentamientos, sin renunciar a su determinación para derrocar el sistema del presidente Boubacar Keita. "Pido de nuevo a la juventud maliense que muestre moderación y calma. Realmente podemos lograr todo lo que buscamos con paciencia y buenas maneras. Evitar cualquier tipo de violencia", remarcó el líder opositor en declaraciones hechas a la cadena radiofónica francesa RFI.

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