La obra de Ahaddad se presenta en forma amena y muy atractiva para el lector, ya que logra plasmar coherentemente unos acontecimientos de múltiples y desordenados flujos de experiencia personal

El Sáhara… el otro relato

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La entrevista es un recurso de investigación periodística escasamente abordado en su especificidad; o sea, como objeto en sí mismo. Esto es precisamente el propósito de la obra de Mohammed Ahaddad (1989), El Sáhara… el otro relato (2021) publicada por el Centro Cultural Árabe, en lengua árabe. La obra es el testimonio de Mohamed Cheij Biadillah (1949, Esmara-Marruecos), cirujano, profesor de medicina y político marroquí que fue dos veces diputado en la Cámara de Representantes de Marruecos (1977 y 1984) y que es uno de los principales fundadores y lideres del “Movimiento de Estudiantes Sahrauis”. Una entrevista en que se recoge el testimonio del entrevistado en la espinosa cuestión de Sáhara, a la vez política, histórica y simbólica para el Reino de Marruecos. El mérito de esta obra reside en que se profundiza en las causas del conflicto del Sáhara, se explican los pormenores y se analizan los caracteres de tal conflicto no desde la versión oficial, sino desde la experiencia propia del entrevistado. Afortunadamente, el autor de la obra no cae en el papel del simple operador que recolecta datos, sino que logra problematizar sus instrumentos metodológicos para desarticular el discurso histórico oficial, poniendo de manifiesto lo que pasaba entre bastidores de las reuniones y conferencias internacionales y su simbolismo en la reorganización de los sucesos y acontecimientos históricos. Si bien el conflicto del Sáhara está despojado de toda humanidad, el libro de Ahaddad, que se cuenta desde la intimidad y la experiencia propia, le devuelve la pinta humana que cobra a través de la memoria de Cheij Biadillah. Con El Sáhara… el otro relato, el periodista logra reproducir los ambientes de los inicios de la cuestión del Sáhara, haciendo que la perspectiva del tratamiento de este conflicto histórico y político sea novedosa.

Cheij Biadillah abre su relato de la historia con su participación en la Conferencia de Caracas, con las siguientes palabras: “Recuerdo que, en la Conferencia de Caracas, El Ayashi Yakir, el embajador argelino, presentó un documento que llevaba una gran falacia sobre la población del Sáhara, que fingía que es una población de más de un millón de personas, mientras las estadísticas españolas demostraban que la verdadera cifra no supera los 74 mil personas. A su vez, hemos llevado a cabo una feroz batalla en contra de la delegación argelina, […], y le contrarié a Yaker diciéndole que “las estadísticas españolas hablan de 74 mil personas, y que la cifra alcance el millón esto sería literalmente lo que el biólogo francés Louis Pasteur denominó la teoría de “La generación espontanea”. A esta batalla quijotesca fue elogiada por el difunto Uld Sidi Baba, durante nuestro regreso a Rabat.” Con esta información, Cheij Biadillah quiere reivindicar la importancia de su lucha en contra de las tentativas argelinas de falsificación de las estadísticas y su intangibilidad para el referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui.sahar ouafqa  

A su vez, el entrevistado explica que es necesario hacer hincapié en la lucha anticolonial de los saharauis residentes en el norte en la liberación del Sáhara; pues, Cheij Biadillah insiste sobre la voluntad firme de muchas personas y su autodeterminación en participar en la defensa del Sáhara. Sin embargo, subraya que: “[…] cada vez que se alzaba alguna voz que defendía los intereses de Marruecos en la región saharaui, España le explosaba a Tantán, a menudo, caminando”.  

En otra ocasión, acerca de su propia participación en las reuniones de los estudiantes saharauis que formaron lo que sería más tarde el Frente Polisario (acrónimo de Popular de Liberación de Saguía el Hamra y o de Oro) y lo que pasaba entre bastidores de dichos encuentros que tenían lugar en casas privadas de saharauis en Rabat, Biadillah afirma: “Asistí a buena parte de los encuentros, y no te olvides de que fui yo quien sugirió el nombre “Frente Embrionario para la Liberación de Saguía el Hamra y el Río de Oro”. Para tal denominación me inspiré en el diccionario médico que estudiaba, en una señal al inevitable desarrollo del feto, pero también a la posibilidad de su aborto.” Ello demuestra que Cheij Biadillah estaba consciente de que, si bien la creación del frente parece inevitable, pero su permanencia es difícil y supone mucho esfuerzo.  

Por otra parte, en lo referente al Acuerdo de Madrid que para Argelia fue una conspiración en su contra, Biadillah explica que: “los gobernantes argelinos consideraron el Acuerdo de Madrid y la retirada de España del Sáhara como un fracaso inigualable de la diplomacia argelina y una conspiración tripartita; marroquí, española y mauritánica, en contra de Argelia. En opinión de los líbicos, el Polisario, o lo que denominaban el pueblo del Sáhara, acudieron a la llamada que hizo Gadafi en Nuakchot en 1972, al visitar Mauritania. Así que su recompensa para los miembros del Polisario fue su fuerte apoyo que se mantuvo a lo largo de muchos años.” 

Más adelante, en un capítulo que Mohammes Ahaddad subtitula “La mano de Argelia es larga”, el entrevistado responde a una pregunta acerca de la Guerra de las Arenas que se estalló en Tinduf después de la Marcha verde, diciendo: “El ejército argelino intervendrá con toda su fuerza para vengarse por su amarga derrota en la Guerra de las Arenas, […]. Se inicio así una guerra diplomática, económica y militar contra Marruecos. Pero la propaganda más terrible fue la mediática que sembró el terror y el horror en las almas de los habitantes de todas las regiones saharauis, llevando a muchos a huir caminando hacia las fronteras de oriente; o sea, hacia lo desconocido. […] El proceso de intimidación y propaganda ha llegado a tal punto que divulgaron entre los habitantes del Sáhara que se exterminarán y que se violarán sus santidades, recordándonos la tortura de los tiempos del Ejercito de Liberación, que sucedió en Marrakech y Guelmim”. La convergencia de estos acontecimientos hace que el entrevistador se pregunte sí fue ese el inicio de la historia de los campamentos de Tinduf. Pregunta a la cual responde Biadillah diciendo: “Por supuesto, a partir de entonces comenzó la situación crítica de los campamentos de Tinduf.”. Cabe señalar que, en aquel entonces, la población estaba considerablemente empobrecida por la terrible sequía que se abatía sobre el conjunto de los territorios del Sáhara, y que produjo, según Biadillah: “el éxodo de grandes grupos desde el norte de Mauritania y el de Malí -me refiero a Azwad en particular- y desde el sur de Argelia a estos campamentos; […]. El Polisario aprovechó tales condiciones para conquistar los aterrorizados recién llegados. A su vez, con el mismo propósito, explotó las entrelazadas relaciones tribales entre los habitantes de la misma área geográfica, que fue dividida en pedazos de manos de los franceses.” Entonces, el conflicto del Sáhara tiene su origen, en opinión de Cheij, en la derrota de Argelia en la Guerra de las Arenas del 1963; “una derrota que la vecina del este no tragó haciendo que se presione en la creación de la ficticia republica el 27 de febrero de 1976.”sahar ouafqa 

A su vez, el libro subraya la importancia del papel de España en la maniobra y la creación de un foco de tensión entre Marruecos y Argelia antes de que el Polisario fuera reconocido oficialmente en la Conferencia de Adís Abeba. Dice Biadillah al respecto: “la Conferencia de Adís Abeba supuso la culminación de varias batallas diplomáticas, que se emprendieron desde el inicio de la Marcha Verde. Marruecos, en principio, […] estaba liderando otra guerra contra España, que tenía previsto establecer un gobierno local, como primer paso hacia la instauración de un estado afiliado. No obstante, la Marcha Verde abortó los planes españoles. Fue entonces que el difunto rey, Su Majestad Hassan II, había sometido la cuestión del Sáhara al juicio del Tribunal Internacional de La Haya para pronunciar una sentencia definitiva. […] El Tribunal admitió que la relación entre los habitantes del Sáhara y Marruecos fue una relación de lealtad, y que el Sáhara no fue una terra nullius como pretendían los enemigos de nuestra unidad territorial”.  

Así que, lejos de distorsionar la información, la obra de Ahaddad se presenta en forma amena y muy atractiva para el lector, ya que logra plasmar coherentemente unos acontecimientos de múltiples y desordenados flujos de experiencia personal. Eso puede coincidir, en cierta medida, con la perspectiva interaccionista planteada por el sociólogo estadunidense Erving Goffman en lo que concierne la teatralización de la vida cotidiana del político como estrategia de comunicación.  

Es necesario retener que este libro está dirigido especialmente -tal y como lo indica el autor en su conclusión- al investigador en materia, puesto que es un eje de acción que Mohammed Ahaddad tenía siempre presente a la hora de elaborar sus preguntas que satisfacen el qué, quién, cuándo, cómo, dónde, por y para qué del conflicto en cuestión. Es de mencionar, también, que el libro cuenta con materiales fotográficos del archivo personal del entrevistado. Es más, invita a los periodistas a explorar el vasto y poco explorado terreno de la entrevista. Terminamos diciendo que El Sáhara… el otro relato supone una contribución de calidad en la cuestión del Sáhara que hace recomendable la lectura de la obra.

El Sáhara… el otro relato

Mohammed Ahaddad (2021). Entrevista, prólogo de Hassan Tarik, Casablanca: Centro Cultural Árabe, 205 páginas.  

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