Se cuenta con 858.000 millones de dólares para Defensa con la OTAN, la guerra de Ucrania y las tensiones en el Indo-Pacífico como aspectos importantes

Estados Unidos: el Senado aprueba el mayor presupuesto militar de la historia

photo_camera REUTERS/EVELYN HOCKSTEIN - El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin

El Senado de Estados Unidos aprobó el proyecto de ley del presupuesto de Defensa para el año 2023 convirtiéndose en el más grande de su historia gracias a la dotación de 858.000 millones de dólares.

El presupuesto militar ha subido 45.000 millones de dólares respecto a lo que estaba previsto en un principio desde el Gobierno de Joe Biden después de que la Cámara de Representantes hubiese dado luz verde el 8 de diciembre a la Ley de Autorización de la Defensa Nacional, que fue ratificada por el Senado este mismo jueves 16 gracias a 83 votos a favor frente a 11 en contra. El proyecto de ley será remitido a la Casa Blanca para que el presidente Joe Biden lo firme y se transforme en una ley a todos los efectos. 

El apoyo a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el esfuerzo para seguir dando soporte a Ucrania en la guerra frente a Rusia y el sustento a Taiwán frente a la amenaza de China son los retos principales que centran el esfuerzo militar de Estados Unidos y una parte importante de este presupuesto tiene que ver con estos asuntos. El nuevo paquete de gasto es un 10% superior al anterior y asigna 816.000 millones de dólares al propio Departamento de Defensa y algo más de 30.000 millones a programas de seguridad nacional. 

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De esta forma, se reafirma que el compromiso con la OTAN es “férreo” y se enfatiza la importancia de mantener una respuesta unificada frente a la “injusta” guerra de Rusia en Ucrania y otros desafíos comunes de seguridad, como se apuntó desde el Congreso norteamericano. 

Por otro lado, el sueldo de los soldados norteamericanos experimentará una subida del 4,6% y se destinará parte del dinero asignado también a la compra de material militar como armas, barcos y aviones de combate, según se recoge en el proyecto de ley. 

El presupuesto asignado a Defensa es de vital importancia para la superpotencia mundial, como no podía ser de otra manera, y más en la actual situación de inestabilidad global y lucha por el liderazgo mundial ante naciones emergentes que cuestionan el mundo unipolar que se había asentado en las últimas décadas, con Estados Unidos como único líder mundial desde la caída de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y del comunismo. Ahora, naciones como la República Popular de China, Rusia o India reclaman un papel más protagonista en cuestiones decisorias mundiales. Otras naciones relevantes de Oriente Medio, como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos también han adquirido una posición preminente en el concierto internacional y exigen tener una mayor presencia a la hora de establecer o dirimir cuestiones importantes y no depender tanto de las directrices norteamericanas. Esto quedó de manifiesto por ejemplo con la cuestión del nivel de producción de petróleo que se rebajó tras la última decisión tomada por la OPEP+, que engloba a los principales productores de petróleo del mundo más países asociados como Rusia, lo cual fue criticado desde Occidente. A pesar de las presiones estadounidenses, se respetó la determinación tomada en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y no se cedió ante estas.

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La ley presupuestaria en materia de defensa es de suma importancia en el gigante norteamericano y se ha llegado a un acuerdo después de varios meses de negociaciones entre republicanos y demócratas tanto en el Senado como anteriormente en la Cámara de Representantes. 

El acuerdo de este año, según el propio texto de la propuesta, se centra en las prioridades “vitales” del país en materia defensiva, entre ellas la “competencia estratégica con China y Rusia, tecnologías disruptivas como las armas hipersónicas, la inteligencia artificial o la modernización de la aviación, los buques y los vehículos de defensa”. Así, el proyecto de ley asigna más dinero para el desarrollo de armas hipersónicas y otorga al Departamento de Estado norteamericano en torno a 2.000 millones de dólares en asistencia militar extranjera cada año hasta 2027. Este esfuerzo militar tiene que ver con la ayuda externa a Ucrania, para enfrentar a Rusia, y la asistencia a Taiwán para oponerse a la amenaza china. 

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El proyecto de ley proporciona a Ucrania al menos 800 millones de dólares en asistencia de seguridad adicional el próximo año e incluye la concesión de ayuda militar y ventas de armas a Taiwán por un valor de 10.000 millones durante cinco años, según Bloomberg. El presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, Bob Menéndez, confirmó que esto "mejorará en gran medida la asociación de defensa de Estados Unidos con Taiwán". 

El propio presidente Joe Biden se comprometió a defender militarmente a Taiwán si China intenta anexionarla por la fuerza, que es lo que se teme desde la isla taiwanesa, sobre todo a raíz de las últimas maniobras militares llevadas a cabo por el gigante asiático en el entorno taiwanés.

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De hecho, Taiwán es, con diferencia, la zona geográfica más mencionada en el proyecto de ley, con 438 menciones, más que Rusia, con 237, y Ucrania, con 159. De ahí se desprende la importancia que otorga ahora Estados Unidos al Indo-Pacífico para hacer frente a la extensión de la influencia china. 

Coordinador de América: José Antonio Sierra.

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