Se desconoce el destino final del armamento, pero el envío coincide en el tiempo con el reforzamiento militar de los milicianos pro-Ankara en Libia

Etiopía intercepta un cargamento de contrabando de armas turcas

Armas de fabricación turca confiscadas por las fuerzas de seguridad de Etiopía

El Servicio de Inteligencia y Seguridad de Etiopía ha anunciado que han frustrado “el intento más peligroso de contrabandear armas turcas planeado por las redes internacionales”. Según han explicado desde el organismo, el cargamento estaba distribuido en dos contenedores, que habían sido enviados desde el puerto turco de Mersin, el cual, en los últimos tiempos, ha cobrado un protagonismo especial al conocerse que otros barcos también habían partido desde allí con dirección a Libia repletos de armamento militar.

La operación, en la que han participado cuatro países -a saber, Etiopía, Sudán, Libia y Djibouti- se ha desarrollado en el puerto de este último país, tras más de cinco meses de preparación por parte del Servicio de Inteligencia etíope. 24 personas han sido arrestadas y se han incautado 18.000 piezas de pistolas de fabricación turca que estaban escondidas en 229 cajas de dispositivos electrónicos.

De acuerdo con el medio Al-Ain, esta no es la primera vez que las fuerzas de seguridad etíopes logran frustrar la entrada de armas procedentes de Ankara. En los últimos tiempos, se ha incrementado la cantidad de armamento interceptado en varios puestos fronterizos. De hecho, el pasado 19 de febrero, la Policía sudanesa llevó a cabo una operación contra el contrabando de más de 100 pistolas de fabricación turca en el estado limítrofe de Gedaref, en la frontera con Etiopía. 

Entonces, ya se planteó el interrogante de la procedencia de las armas y de la implicación de compañías armamentísticas turcas en el continente africano. Como explica Pablo Rubio en Atalayar, en la región de África oriental, Turquía ya está bastante asentada en Somalia con la base militar TURKSOM, ubicada en las inmediaciones de la capital, Mogadiscio.

Sin embargo, cabe destacar también que esta nueva operación coincide en el tiempo con la intensificación de los combates en Libia, protagonizados por el Ejército de Liberación Nacional (LNA, por sus siglas en inglés) y por el Gobierno de Unidad Nacional (GNA, por sus siglas en inglés). Esta última facción se nutre en la actualidad de más de 4.000 milicianos sirios pro-turcos, a quienes estaría dirigido el cargamento interceptado este martes. El Gobierno de Recep Tayyip Erdogan contempla enviar a, al menos, otros 7.000 mercenarios al país norteafricano, para contrarrestar los avances del LNA comandado por el mariscal Jalifa Haftar en las inmediaciones de la capital, Trípoli.

Cabe recordar, en este punto, que el pasado 3 de febrero las autoridades de la ciudad italiana de Génova interceptaron a un barco con bandera libanesa -de nombre Bana- que transportaba armas turcas a Libia. La embarcación, que también partió del puerto de Mersin, portaba un cargamento de tanques, sistemas de defensa aérea y artillería. Quince días después, cuatro barcos turcos atracaban en el puerto tunecino de La Goulette, presumiblemente con armas en su interior.

Por ello, el LNA ha acusado en reiteradas ocasiones al eje GNA-Ankara de violar el embargo de armas impuesto por la ONU en el año 2011. En la Conferencia de Berlín, celebrada el pasado 19 de febrero, las potencias internacionales, incluida Turquía, acordaron respetar la medida adoptada por la organización internacional, así como a implementar un alto el fuego. Casi un mes más tarde, ninguno de los dos compromisos se ha cumplido.

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