Una semana después de un nuevo golpe de Estado en Bamako, París ha decidido enviar una clara advertencia a la junta militar

Francia suspende sus operaciones militares en Mali

PHOTO/CHRISTOPHE PETIT TESSON - El presidente francés, Emmanuel Macron (C), y el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian (L), visitan a las tropas de la operación francesa Barkhane en Malí

Paris anuncio la suspensión de sus operaciones militares conjuntas con Bamako, en un intento de empujar a la junta en el poder hacia la transición política exigida por la comunidad internacional. La operación francesa Barkhane, seguirá operando, pero por el momento en solitario, según el Ministerio de Defensa. Con esta decisión, París muestra su condena a el golpe de Estado y trata de apoyar la presión de la comunidad internacional sobre los golpistas para que devuelvan el poder a los civiles al termino de las elecciones previstas para 2022. 

se muestra el logotipo de operaciones especiales dirigido por Francia para la nueva Fuerza de Tarea Barkhane Takuba PHOTO/AFP

Con esta decisión, Francia sigue los pasos de la Unión africana y de la Comunidad de Estados de África del Oeste (CEDEAO) que, al término de una sesión extraordinaria consagrada a la crisis en Mali, suspendieron a este país de todas sus instituciones como resultado del doble golpe de Estado perpetrado por los militares liderados por el vicepresidente Assimi Goita, quien asumió el mando supremo, refrendado por la Corte Constitucional. 

Tales acontecimientos han reavivado el debate sobre la lógica de continuar en Mali. Francia, con unos 5.100 soldados en la operación Barkhane, además de medios terrestres y aéreos que aseguran la “estabilidad” regional y la seguridad de las minas de uranio de Niger, importantes para la industria francesa, ha estado apoyando a Mali, que desde 2021 se enfrenta a un empuje yihadista desde el norte que ha sumido al país en una crisis de seguridad. 

A las manos llegaron los diputados de la cámara que representa a 55 países del continente africano.  PHOTO/ARCHIVO

Debido a esta enorme presencia, que supone un coste de 1.000 millones de euros anuales para Francia, desde Paris se lleva intentando mucho tiempo compartir el esfuerzo económico y humano. Para ello se creó la Task Force Takuba, una fuerza que se encuentra integrada en la operación Barkhane, pero que está formada, además de por elementos franceses, por efectivos de una decena de países europeos. Sin embargo, la fuerza Task Force Takuba, se encuentra entre las actividades suspendidas. 

Los problemas se acumulan para Barkhane. Desde hace un año, Francia intenta europeizar la gestión de la crisis en el Sahel. Sin legitimidad democrática en el Sahel, París tendrá dificultades para ser seguido por sus socios. Sobre todo, porque a la inestabilidad crónica de Malí se suma el problema chadiano: tras la muerte de Idriss Déby, se ha abierto un periodo de incertidumbre en ese país. Presionada por los acontecimientos, Francia intenta recuperar la iniciativa. Asimismo, el jefe de Estado subrayó que el ejército francés no podía luchar por sí solo contra el terrorismo en el Sahel y que su presencia sobre el terreno requería el fortalecimiento de instituciones estables y legítimas.

coronel Assimi Goita, que se ha autoproclamado líder del Comité Nacional para la Salvación del Pueblo AP/BABA AHMED

El compromiso con Mali es para Francia un difícil acto de equilibrio. Por un lado, están los intereses referidos a la política de seguridad, así como los económicos. El país galo tiene interés en explotar los recursos del suelo en la zona del Sahel, en especial el petróleo y el uranio.

El futuro de Barkhane es complicado, las perdidas militares y la fatiga de la opinión pública con el conflicto están aumentando, algo que está influyendo en el escenario político del futuro, con unas elecciones presidenciales en el 2022 como evento principal. Políticamente, la operación Barkhane puede influir en el futuro del Eliseo, especialmente en los referentes a su impacto en mejorar la seguridad de Francia y en el debate sobre la utilidad de la misión.  

oldados franceses de la Operación Barkhane, una operación antiterrorista en el Sahel, patrullan en vehículo blindado en Gao, norte de Malí PHOTO/AFP

La operación francesa se ha topado, a lo largo de los años con una realidad sociopolítica que dificulta su presencia frente a la población local.  El presidente francés, Emmanuel Macron, había advertido que Francia retiraría sus tropas si Malí iba "en la dirección" del islamismo radical, en referencia a la disposición de algunos dirigentes malienses a negociar con los yihadistas. Pero en realidad, la cuestión del futuro de la presencia militar francesa en el Sahel ya se había planteado antes del nuevo golpe de Estado. Incluso antes de este segundo golpe de Estado, Francia ya tenía previsto iniciar una retirada gradual de sus tropas de una operación costosa en términos humanos y financieros, a menos de un año de las elecciones presidenciales francesas, y en un momento en que las fuerzas armadas movilizan cada vez más recursos ante las amenazas de conflictos de alta intensidad.

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