Esta institución ha presentado este jueves el documento ‘Flujos migratorios en el Mediterráneo: causas, políticas y reforma’

Fundación Alternativas: “La UE no debería dejar en manos de países terceros la protección de los derechos humanos”

photo_camera AFP PHOTO /SEA-EYE.ORG / CEDRIC FETTOUCHE - En una foto de la ONG alemana Sea-Eye, se muestra a los miembros de esta organización en un bote de goma durante una operación de rescate frente a la costa libia

¿De qué hablamos cuando hablamos de migrantes, migración y de políticas de migración? ¿Qué riesgos escondía el acuerdo migratorio entre la Unión Europea y Turquía? ¿Qué efectos ha tenido la COVID-19 en la movilidad humana? La Fundación Alternativas ha tratado de ofrecer este jueves algunas respuestas a estos complejos interrogantes durante la presentación del documento ‘Flujos migratorios en el Mediterráneo: causas, políticas y reforma’.

El encuentro – en el que se han analizado las principales dinámicas de los flujos migratorios en el Mediterráneo durante los últimos meses – ha estado moderado por Itxaso Domínguez de Olazábal, coordinadora del Panel de Oriente Próximo y Norte de África de la Fundación Alternativas. “Desde la Fundación hemos intentado aunar aspectos de la política exterior española y de las relaciones internacionales con las políticas públicas de la Unión Europea”, ha dicho al comenzar este evento. 

La movilidad como forma de vida 

El primer capítulo de este documento está escrito por Beatriz Mesa, profesora e investigadora en la Universidad Internacional de Rabat, quien hace un recorrido por las principales causas de las migraciones intra y extracontinentales en África. “La movilidad es una manera de vivir en África”, ha asegurado después de afirmar que “estamos en un momento en el que tenemos que hablar más de movilidad y no tanto de migraciones”. “En este documento he explicado no tanto los efectos ni la repercusión, sino el origen o las causas, es decir, que es lo que empuja a tantos ciudadanos a salir de sus hogares, a arriesgar sus vidas, a convocar a toda la familia y a crear un proyecto de vida nuevo en un país diferente”, ha afirmado. 

Durante su intervención también ha defendido que la migración extracontinental no está relacionada con la pobreza y el hambre, sino más bien con la prosperidad o con la ambición de querer encontrar un trabajo mejor o cambiar su condición de vida. Beatriz Mesa apuesta por apoyar al sector agrícola con el fin de crear nuevas oportunidades laborales o por enviar equipos sobre el terreno que realicen un seguimiento de las ayudas concedidas por la Unión Europea. 

No obstante, en este capítulo también ha subrayado algunas de las principales transformaciones de estos flujos migratorios. “Si bien en las últimas dos décadas se viene hablado de jóvenes migrantes, se está produciendo un incremento de la feminización en las rutas migratorias, tal y como se ha observado durante el trabajo empírico en la fragata Navarra”, ha aseverado. Para concluir su primera intervención ha destacado que “este informe se presenta en un momento delicado para ambas fronteras” en un escenario protagonizado por “la desintegración de determinados sistemas políticos”. 

Redefinir los conceptos de migrante y migración  

Por su parte, Anna Terrón Cusi, directora de la Fundación Internacional para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), profesora en Blanquerna y exsecretaria de Estado de Migraciones, ha redactado el prólogo de este informe en el que ha intentado contextualizar y definir objetivamente los conceptos de migración, migrante, políticas de migración y políticas de asilo. “Creo que para abordar las migraciones o las políticas de migración hay que entender toda la complejidad que esconden”, ha subrayado. “También deberíamos abandonar determinados prejuicios que tenemos respecto a esta cuestión.  Si pensamos que las migrantes son todos pobres ya estamos añadiendo una connotación a la cuestión de una determinad manera”, ha explicado. 

Las definiciones de migrante y de migración que empleamos, aceptadas comúnmente en derecho, no son, sin embargo, las únicas que manejamos en nuestra sociedad. En el espacio público, ambos términos pueden adquirir tantas connotaciones como prejuicios existen en nuestra sociedad”, advierte en el documento que ha sido presentado este jueves. 

La tercera persona en intervenir ha sido Ruth Ferrero, profesora de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) e investigadora adscrita al ICEI, quien ha escrito el artículo ‘Migraciones en el Mediterráneo: efectos en el ámbito español y europeo. Políticas públicas y retos de futuro’. “En mi capitulo me he dedicado a analizar las políticas públicas que se han diseñado en el marco de la UE y en España desde el año 2015. He analizado en profundidad cómo han sido los debates y las posiciones en el marco de la Unión, que soluciones se han tomado, que alternativas se han querido dar, en qué momento estamos y que perspectivas podemos tener los próximos meses de cara al próximo pacto europeo”, ha incidido. 

Asimismo, ha recomendado “hacer una buena pedagogía del hecho migratorio, aproximándonos a él con toda la rigurosidad conceptual que podamos”. En el debate español es necesario hacer hincapié y ver de qué forma se puede articular una política migratoria desde España “más justa que beneficie tanto a las sociedades de acogida como a las personas que intentan integrarse en esas sociedades”. 

Un médico libio examina a los migrantes africanos que resultaron heridos tras el vuelco de su vehículo, en un hospital de la ciudad de Beni Walid, a 170 kilómetros al sudeste de la capital, Trípoli
La necesidad de pensar en vías regulares para gestionar la movilidad 

El tercer capítulo titulado “El acuerdo UE- Turquía sobre personas refugiadas: derechos, externalización y dependencia” está escrito por Gemma Pinyol-Jiménez, directora de Políticas Migratorias y Diversidad en Instrategies. Investigadora asociada en GRITIM-UPF y Marta Pérez Ramírez, consultora en el ámbito de las migraciones, el asilo y la diversidad. Red de Ciudades Interculturales (RECI), CER-Migracions (UAB-UB), CEAR. 

Durante la presentación, Gemma Pinyol-Jiménez ha explicado que junto a su compañera ha intentado coger un instrumento de la política migratoria común e intentar analizarlo. “La declaración entre la UE y Turquía sobre este asunto es un ejemplo que nos sirve para poner encima de la mesa algunos de los males que existen”, ha destacado. “Este acuerdo nos permite señalar la obsesión enfermiza que están teniendo los países de la Unión Europea por el control de fronteras como único instrumento de la gestión migratoria. Este hecho provoca que no pensemos en vías regulares para gestionar la movilidad”, ha dicho. 

Por su parte, Marta Pérez ha señalado que “si tuviéramos que elegir un titular este sería que la Unión Europea ha priorizado la eficacia en el corto plazo y la ha antepuesto al compromiso con los derechos humanos y el asilo”. En el caso de la declaración, Marta considera que la misma impacta directamente a las personas que necesitan protección internacional. 

En el informe, ambas autoras han recomendado a la Unión Europea y a aquellos que se dedican a diseñar las políticas públicas que “desarrollen un sistema de asilo común europeo que permita articular una respuesta común en frontera y una distribución de la acogida de personas” y que “eviten la colaboración condicionada que deja en manos de países terceros la protección de los derechos humanos”. 

La crisis provocada por la pandemia del coronavirus ha influido directamente en la movilidad humana; sobre todo, después de que muchos países cerrasen las fronteras como medida preventiva para evitar la propagación de este patógeno. “Aunque la desescalada ya perfila sus contornos finales en Europa, todo apunta a que la movilidad transnacional seguirá siendo objeto de restricciones. Éstas afectan y afectarán a todo tipo de migraciones, pero resulta importante distinguir entre tipos de personas migrantes”, establece esta investigación. 

Más en Sociedad