Laïfa Ouyahia murió el domingo de un ataque al corazón mientras ejercía su profesión de abogado defendiendo a su hermano, implicado en numerosos casos de corrupción

Gran revuelo por la aparición del ex primer ministro argelino Ahmed Ouyahia esposado en el entierro de su hermano

AFP/RYAD KRAMDI - El ex primer ministro argelino Ahmed Ouyahia, que cumple condena de prisión por corrupción, es escoltado por la Policía después de asistir al funeral de su hermano en un cementerio de la capital de Argel, el 22 de junio de 2020

La salida temporal de la prisión de Ahmed Ouyahia para asistir este lunes al funeral de su hermano Laïfa, quien falleció el domingo después de un paro cardíaco, recorrió internet entre la expectación de gran parte del pueblo argelino. Muchas imágenes y videos del ex primer ministro de Argelia esposado circularon ampliamente en las redes sociales debido a la relevancia de este personaje que está en prisión acusado de corrupción y desvío de fondos, uno de los males endémicos de la esfera política y pública del país norteafricano. 

Uno de los actos de más relieve de los últimos tiempos en Argelia fue el entierro del letrado Laïfa Ouyahia, hermano pequeño del ex primer ministro Ahmed Ouyahia. Este último recibió autorización para ir al cementerio de Qaridi de cara a asistir al acto funerario.

Todos los ojos estaban puestos en el antiguo mandatario argelino, que lleva encarcelado desde junio de 2019 en la prisión de El Harrach, donde cumple una condena de más de diez años por corrupción. Los fotógrafos en el lugar se apresuraron a tomar fotos del ex jefe de Gobierno, quien apareció con las manos esposadas y escoltado por la Policía, con la ya imagen típica de las mascarillas para evitar contagios por la actual pandemia de la enfermedad COVID-19. Las tomas recorrieron internet como la pólvora y desataron multitud de comentarios en las redes sociales. 

Las imágenes inmediatamente se volvieron virales en la web y surgieron gran cantidad de reacciones por parte de los argelinos. La mayoría de ellos mostraron alegría por el cautiverio al que está sometido el ex primer ministro, llegando a mostrar su "satisfacción" al ver a Ahmed Ouyahia en este estado; incluso hubo varias personas que criticaron el que se le hubiese dado permiso carcelario para asistir al entierro de su familiar. 

Ahmed Ouyahia había sido primer ministro desde agosto de 2017, cuando sustituyó a Abdelmadjid Tebboune, quien estuvo estado tres meses en el cargo y actualmente ostenta el cargo de presidente de la República tras las elecciones celebradas en diciembre de 2019. Ouyahia fue relevado en marzo de 2019 por Nuredin Bedui después de las protestas populares contra la intención del expresidente Abdelaziz Bouteflika de presentarse a la reelección para su quinto mandato. Anteriormente, Ouyahia ocupó también el puesto de jefe del Ejecutivo hasta en cuatro ocasiones desde 1995.

El ex primer ministro bajo el mandato presidencial de Abdelaziz Bouteflika lleva en prisión desde junio de 2019 al estar implicado en muchos casos de corrupción que están siendo investigados. Bajo el mandato de Ahmed Ouyahia desaparecieron supuestamente millones de dinares a la luz de las terroríficas cifras publicadas por el Tribunal de Cuentas de Argelia en su informe sobre la deuda pública de 2017. Según el organismo, la deuda pública total aumentó en un 43,47%, con una cantidad equivalente al 8,44% del Producto Interior Bruto del país. Este asombroso aumento se debió a la financiación no convencional (aumento de la deuda externa e impresión de dinero), herramienta autorizada por el artículo 45-bis de la ordenanza número 11-03 de agosto de 2003 sobre la ley de finanzas, como recuerda el medio Observ Algerie. Con respecto a este año 2020, muchos especialistas creen que el uso de la deuda externa y la impresión de dinero es inevitable para enfrentar la crisis económica por la que atraviesa Argelia. Una crisis acrecentada por el parón de la actividad económica que ha dejado la pandemia del nuevo coronavirus y por la caída de los precios de la energía, teniendo aquí en cuenta la importancia, por ejemplo, del sector del gas para el país norteafricano. 

En marzo, un tribunal de apelación argelino confirmó las sentencias de más de diez años de prisión para Ouyahia, tras un juicio por corrupción sin precedentes

Uno de los casos más relevantes que atañen a Ouyahia y por el que es juzgado ahora es el del empresario Ali Haddad. Laïfa defendía a su hermano en el proceso judicial, que fue suspendido por el fallecimiento del abogado de un ataque al corazón que tuvo en la corte de Sidi M'hamed, donde su hermano apareció como acusado, según informaron varios medios.

La figura de Laïfa Ouyahia era querida y respetada en la sociedad argelina y en el gremio de los abogados, y su muerte despertó gran pesar y lamento. Todo lo contrario a lo visto con las reacciones populares contra la persona de Ahmed, criticado por sus escándalos ligados con la corrupción económica y política. Justo en un momento en el que Argelia lleva meses pasando por fuertes protestas populares (encabezadas por el llamado movimiento ciudadano Hirak) que se han venido sucediendo un par de veces todas las semanas desde hace más de un año, a excepción de estos tres últimos meses marcados por la obligatoriedad del confinamiento y el distanciamiento social decretados por las autoridades para contener la propagación del coronavirus. La ciudadanía argelina se levantó contra la corrupción política y la crisis económica de un sistema público dominado por la misma casta política durante las últimas décadas y sometido al gran poder que ejerce el Ejército en la esfera de poder.

Involucrado en el caso de Ali Haddad, Ahmed Ouyahia fue llamado de nuevo a comparecer ante la justicia en la corte de Sidi M'hamed, junto con otros exlíderes de alto rango, incluido el ex primer ministro Abdel Malek Sellal. El juicio contra Ali Haddad, empresario y expresidente de la patronal del Foro de Líderes Empresariales (FCE, por sus siglas en francés), se abrió en la propia citada corte de la capital Argel. El expresidente de FCE apareció con los dos ex primeros ministros, Abdel Malek Sellal y Ahmed Ouyahia y otros exministros.

Entre los varios cargos de las acusaciones están los de conseguir privilegios, beneficios y contratos públicos en violación de la ley, despilfarro de los fondos públicos, abuso de posición, conflicto de intereses y corrupción en la resolución de contratos públicos.

Entre los exministros enjuiciados están Amara Benyounès, Abdessalem Bouchouareb (huido en el extranjero), Youcef Yousfi y Mahdjoub Bedda, Abdelkader Ouali, Abdelghani Zaalane y Ammar Ghoul.

La investigación preliminar había revelado datos inéditos sobre la preponderancia del empresario Ali Haddad en el entorno público. De 2000 a 2019, el grupo ETRHB (Entreprise des Travaux Routiers, Hydrauliques et Bâtiments), principal grupo privado de obras públicas dirigido por Haddid, se benefició de 124 contratos públicos (la mayoría de los cuales fueron entre 2012 y 2018), por un monto de miles de millones. 

La investigación detalla en particular los contratos obtenidos por ETRHB con empresas extranjeras; como las portuguesas Teixeira, las turcas Mapa y Ozgun, las chinas CSCEC y Chec, las italianas Rizzani Todini, o las españoles Ofcc, Inerica, Enyse, como recordó el medio elwatan.com.

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