Atenas ha denunciado la actuación de la Guardia Costera turca por empujar un bote lleno de migrantes hacia a las costas griegas mientras que Ankara ha negado los hechos

Grecia acusa a Turquía de comportarse como un “Estado pirata” en el mar Egeo

photo_camera REUTERS/MURAD SEZER - El buque de perforación turco Yavuz es escoltado por la fragata de la Armada turca TCG Gemlik (F-492) en el mar Mediterráneo oriental frente a Chipre

La Guardia Costera griega ha acusado este miércoles a Turquía de forzar la entrada de un bote hinchable en que viajaban decenas de personas migrantes en su territorio marítimo. Esta acusación se realizó a través de un comunicado difundido ayer martes 9 de noviembre en la página oficial de la institución griega, al que acompañaba un vídeo de un minuto en el que se pueden ver dos barcos turcos escoltando al bote en dirección a las costas helenas. 

La grabación “muestra, sin lugar a dudas, los esfuerzos de los barcos de la guardia costera turca utilizando maniobras peligrosas para dirigir el bote al que escoltan hacia las aguas territoriales griegas", declaró la Guardia Costera en la publicación. Además, el ministro de Asuntos Marítimos de Grecia, Giannis Plakiotakis, ha manifestado que Turquía “se ha comportado como un Estado pirata en el mar Egeo, incumpliendo sus compromisos con la Unión Europea". Atenas culpa al país otomano de no tomar las medidas necesarias para evitar que los traficantes envíen desde las costas turcas a personas migrantes en barcos no seguros, y pide a la Unión Europea una "mayor presión sobre Turquía para que cumpla con sus obligaciones internacionales".

Sin embargo, tal como recoge el comunicado, los funcionarios griegos lograron impedir la entrada del bote en aguas griegas, el cual retornó a la costa turca acompañado de los dos barcos otomanos.

Mitsotakis

A su vez, Turquía difundía hoy un comunicado desmintiendo estas afirmaciones, y declarando que los hechos recogidos en las imágenes fueron precedidos al intento del bote de migrantes irregulares de entrar en las aguas territoriales griegas, frente al distrito turco de Esmirna, a las 9.00 hora local. Frente a esto, y según lo recogido por el comunicado, las unidades de la Guardia Costera griega trataron de empujar al barco hacia la costa turca provocando olas. 

"A pesar de todas las llamadas que se les hicieron, las unidades de la guardia costera griega empujaron a los migrantes de regreso a las aguas territoriales turcas en lugar de rescatarlos, y un total de 32 migrantes irregulares en botes de goma fueron rescatados por botes de la Guardia Costera turca", sostenía el escrito. 

El Acuerdo UE-Turquía de 2016

La relación entre Grecia y Turquía se ha vuelto más delicada desde la firma del acuerdo UE-Turquía en marzo de 2016, a través del cual el país otomano se comprometía a detener el flujo de migrantes y solicitantes de asilo en dirección al territorio europeo –especialmente hacia Bulgaria y Grecia –, mientras a cambio recibía miles de millones de euros en ayuda financiera por parte de la Unión Europea. Sin embargo, Turquía, que acoge ya más de 4 millones de refugiados, denuncia que Grecia trata a los migrantes de "forma inhumana", de realizar deportaciones sumarias y de negar a los refugiados el acceso al procedimiento de solicitud de asilo. Mientras que, por otro lado, Grecia afirma que Turquía, con una enorme población migrante, propicia y facilita los intentos de cruce al territorio europeo, violando así el acuerdo de 2016.

Erdogan

A las acusaciones vertidas sobre la potencia griega se suman también las realizadas por distintas organizaciones y grupos de defensa de los Derechos Humanos, entre los que se encuentra Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que culpan a Grecia de forzar ilegalmente a los solicitantes de asilo de vuelta a Turquía.  De este modo lo recogen informes como el publicado por la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA por sus siglas en inglés) o el difundido por Amnistía Internacional en el mes de junio, que afirmaba además que la devolución de migrantes se ha convertido ya en una política fronteriza de facto para el país heleno.

Por su parte, el primer ministro griego, Kyriakos Mistotakis, en una rueda de prensa junto a su homólogo holandés, Mark Rutte, defendió el derecho de Grecia a interceptar barcos procedentes de Turquía; “tal como tenemos derecho a hacer de acuerdo con la regulación europea, y estamos esperando que la guardia costera turca venga a recogerlos para devolverlos a Turquía”. El mandatario ha mantenido que los estrictos controles respecto a las políticas de asilo en las fronteras griegas son "duras pero justas", y que "se mantendrán".

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