El diplomático español participó en el programa ‘De cara al mundo’ de Onda Madrid y abordó diversos asuntos de relieve como la nueva postura española ante el Sáhara y el papel de Argelia

Gustavo de Arístegui: "La estabilidad del Sahel es fundamental para Marruecos"

Gustavo de Arístegui

En la última entrega de ‘De cara al mundo’, el espacio radiofónico de Atalayar, en Onda Madrid, contamos con la participación de Gustavo de Arístegui, diplomático y analista internacional, que habló sobre la misiva que Pedro Sánchez envió al rey de Marruecos Mohamed VI en donde se queda plasmado el cambio de postura de España respecto al Sáhara Occidental. Arístegui aseguró en los micrófonos del programa que “la seguridad del Magreb es la seguridad de España”.

¿Podemos calificar como positiva la decisión de Pedro Sánchez?

Pongámosla en pasivo, ¿qué ha ocurrido durante los últimos cuarenta y seis años?, la decisión de España, y de tantos otros, de enquistar el problema no ha dado algún fruto, no ha arreglado las cosas, ni ha desbloqueado la situación y tampoco ha mejorado las condiciones de vida de los ochenta mil saharauis de los campamentos de Tinduf. No se puede creer que perseverar con una situación que no ha aportado nada positivo durante los últimos cuarenta y siete años, era la cosa más lógica que se podía hacer. Después de cuarenta y siete años de perfecta inoperancia analizamos la situación y vemos que además se ha producido una evolución geopolítica evidente, pues había que adoptar políticas y medidas que giren en torno a las nuevas circunstancias. Además, la guerra de Ucrania ha servido de catalizador de la situación geopolítica mundial acentuando aún más las condiciones que aconsejaban una variación en la postura publica, en privado es por todos sabido que mucho del contenido de la carta ha sido dicho en las reuniones de alto nivel. Como diplomático de carrera que soy, no político, sé que el lenguaje diplomático siempre está rodeado de eufemismos para tratar de hacer que algo, que de otra manera sería inaceptable para alguna de las partes, llegue a ser asumible, por eso, en las reuniones de alto nivel de 2008, con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, y las de 2015, con el presidente Mariano Rajoy, se utilizaba el eufemismo “los esfuerzos marroquíes” para referirse al plan de autonomía sin mencionarlo, es decir, que ahora nos queramos esconder detrás de las palabras y de la semántica me parece francamente ridículo.

Gustavo de Arístegui

España cambia de posición, se supera una crisis diplomática y política, pero Marruecos debe aportar garantías sobre Ceuta y Melilla, aguas territoriales y migración...

Cuando un gobierno en una materia de corte político de Estado hace un acierto de fondo, aunque se haya equivocado en la forma, hay que analizar el fondo y no solo la forma. De verdad creemos que el gesto del presidente del Gobierno de acudir a Ceuta y Melilla para reafirmar la innegable, innegociable, irrenunciable y siempre defendible por los medios necesarios españolidad de Ceuta, Melilla y las islas Canarias me parece un acierto. Criticar eso me parece un error de análisis, de percepción e incluso de patriotismo, por otra parte, todos sabemos que las reivindicaciones van a ser más formales que otra cosa, no se pueden comparar. Me gustaría subrayar de manera clara también que cuando se hace el paralelismo entre la situación en el Sáhara y, Ceuta y Melilla quienes están equiparando ambas cosas son quienes utilizan ese argumento, no se puede utilizar el argumento de que no se puede ceder en una cosa porque se cede ni la otra porque automáticamente se puede inferir de manera inequívoca en que quien dice eso está haciendo el paralelismo entre ambas situaciones cuando son completa y radicalmente distintas. Buscar una solución viable, razonable, creíble y aceptable por las dos partes, nadie ha dicho que esto vaya a hacerse al margen del marco de Naciones Unidas, no implica en absoluto que lo otro tenga que ver o que sea moneda de cambio. Dicho esto, un gobierno debe estar en puertas cerradas y con sus interlocutores y de la manera educada decir que Ceuta, Melilla, las Canarias son intocables e innegociables y que las aguas internacionales son lo que dicta la convención de Jamaica de 1980 y no se puede variar la ley ni el derecho internacional.  

Sin duda, el contexto internacional, la invasión rusa de Ucrania ha tenido bastante que ver. La presencia de la subsecretaria de estado estadounidense, Wendy Sherman, en Madrid, Rabat y luego en Argelia, además del secretario de Estado norteamericano que viajó a Rabat antes de que lo haga el ministro español Albares, nos confiere que el acuerdo al que se ha llegado tiene garantías porque tiene la implicación de los Estados Unidos. 

Me gustaría hacer un ejercicio un poco diplomático, si uno coge la lista de países que han votado en contra de la resolución a la condena de Rusia primera y la de ayer, ve los países que apoyan al Polisario, que como hemos dicho no es el único representante del pueblo saharaui sino que hay muchos más saharauis en el Sáhara Occidental que en los campamentos de Tinduf y en consecuencia el Polisario solo representa a una parte, pero es muy interesante ver que todos los que se han opuesto a las resoluciones que condenaban a Rusia en buena parte son justamente los países que apoyan al Polisario... habrá que preguntarse el porqué de esta situación.  

Además, es un mensaje claro a Rusia porque Argelia siempre se ha considerado un aliado de Rusia y la opción de que pudiera tener salida al Atlántico ha sido siempre rechazada por Estados Unidos. 

Pensemos en la pesadilla que para la geopolítica mundial supone una base rusa en el Atlántico para la paz y la estabilidad mundial. Una de las razones por las que se ganó la Guerra Fría, a pesar de que Rusia tenía los puertos de las seis repúblicas bálticas que en ese momento estaban integradas en la Unión Soviética, la congelación del puerto de Múrmansk y el hecho de que para salir del Báltico está uno controlado por Alemania, Dinamarca, Finlandia y Suecia, que aunque neutrales son extraordinariamente cuidados con los excesos rusos, Noruega miembro de la Alianza Atlántica, Reino Unido, Francia y después ya se sale al Atlántico abierto. En el caso del mar Negro, tiene que pasar por un aliado de la OTAN que controla el estrecho del Bósforo, el mar de Mármara y el estrecho de Dardanelos para llegar después al Mediterráneo oriental donde están Turquía y Grecia, ambos miembros de la Alianza Atlántica, después Italia, Francia, España y el Reino Unido. Para que un barco o un submarino ruso pudiesen salir estaban muy controlados y eran muy pocos los que saliendo del mar Negro pudiesen salir al Atlántico sin ser detectados o sin saber dónde estaban. Cruzar el Estrecho sumergido se puede hacer, pero hace falta mucha experiencia y nada de esto se podría hacer si los rusos tuvieran una base en el Sáhara. Imagínese que un barco de guerra se pueda poner en dos días y medio en la costa de los Estados Unidos... estamos absolutamente locos, nos podemos imaginar que los submarinos lanzamisiles rusos podrían salir sumergidos de una base aeronaval bien construida de una ciudad como Dajla, por favor... 

Gustavo de Arístegui

Impensable, además amplío ese margen de referencia a la injerencia rusa que se está produciendo en el Sahel, en un país como Mali, con mercenarios del grupo Wagner, donde incluso se ha forzado la salida de las tropas francesas, la estabilidad del Sahel es nuestra estabilidad.

La estabilidad del Sahel es fundamental para Marruecos, para el Magreb, para Mauritania y para el África subsahariana, no solo del norte, ya estamos viendo que los grupos terroristas están cada vez más implicados los unos con los otros, la criminalidad organizada acaba siendo aliada la una de la otra, los traficantes de seres humanos, drogas, armas... acaban siendo los mismos que los de la industria del secuestro, o los yihadistas, muchos se dedican a las mismas cosas al mismo tiempo. El reclutamiento se hace de manera indiscriminada y es conocido que ese reclutamiento se produce también entre jóvenes saharauis que están ociosos, se les paga bien y han sido adoctrinados, esta es la triste realidad que se produce en el Sahel. Pensemos por un momento lo que supone que para todo este grupo de criminales organizados el tener una salida directa al Atlántico, sin ningún obstáculo ni control, lo primero que se encuentran es Canarias, que es España, por tanto, está en juego nuestra seguridad. Los primeros interesados en la seguridad, la estabilidad y el control de esta región tienen que ser los españoles. 

Afirmo que ganan los miles de saharauis que viven en Tinduf porque atisban una solución, o piensa usted que se puede pedir a Naciones Unidas que convoquen de nuevo la mesa de Ginebra para solucionar el conflicto. 

Todo lo que sea hablar es bueno, lamentablemente las posiciones han estado enquistadas en el pasado, pero volvamos a hacer un mapa de quienes están a favor de una cosa y de la otra. Los que están a favor de un plan de amplia autonomía dentro del marco de las Naciones Unidas son: Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, buena parte de la Unión Europea, las instituciones de la UE, buena parte de África, la mayoría aplastante de América Latina, y quienes están en contra: Cuba, Venezuela, Irán, Nicaragua, Bolivia, Corea del Norte, etc.… por tanto, ¿con quién queremos estar?

Estuve el año pasado allí y le constato que los saharauis están esperando a los españoles con los brazos abiertos allí en Dajla, El Aaiún, y en toda la región.

Como reflexión final me gustaría decir que no podemos olvidar tampoco el papel central que ha tenido Argelia en la estabilidad del Magreb, los sacrificios de centenares de miles de argelinos que han hecho en la lucha contra el yihadismo. Eso es una deuda de honor que tenemos todos con ellos y que jamás podremos olvidar. 

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