La organización concluye en un nuevo informe que el país del Golfo no ha hecho reformas para evitar los abusos hacia los empleados extranjeros

Human Rights Watch denuncia la explotación de los trabajadores inmigrantes en Qatar

AFP/MAYA ALLERUZZO - Trabajadores inmigrantes en las obras del estadio Lusail de Qatar, unos 20 kilómetros de Doha

Meses sin cobrar, condiciones insalubres, retenciones ilegales por parte de los empleados…el sistema de kafala que impera en Qatar vincula a los trabajadores inmigrantes con sus jefes y da lugar a todo tipo de abusos. Las autoridades del país se comprometieron en 2017 con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha realizar reformas para corregir esta situación. Un nuevo informe de la ONG Human Rights Watch (HRW) presentado este lunes denuncia que nada ha cambiado. El estudio está basado en más de 93 entrevistas a inmigrantes que trabajaban en más de 60 empresas o empleadores y se han revisado los documentos y papeles legales. 

“Llevo esperando a cobrar el dinero que me deben desde agosto de 2019”, explica un ingeniero de 34 años que ha sido entrevista para el informe elaborado por (HRW). Este empleado acabó acudiendo a un tribunal laboral para denunciar el impago de siete meses de salarios. Tuvo que pedir dinero prestado a algunos amigos para enviárselo a sus familiares en Nepal. “Me muero de hambre porque ni siquiera tengo dinero para comida. ¿Cómo devolveré mis préstamos si no obtengo mi salario mediante el proceso legal? A veces pienso que el suicidio es mi única opción. 

A pesar de las reformas que el país ha planteado en los últimos años, los abusos salariales son persistentes y generalizados en, por lo menos, 60 empleadores y empresas en Qatar, según ha documentado el informe de HRW. La organización asegura que ha encontrado numerosos casos de abuso salarial en ocupaciones muy diversas: guardias se seguridad, meseros, baristas, porteros de discoteca, limpiadores, personal de administración y trabajadores de la construcción. Aunque gran parte de los abusos se concentran en las obras para la preparación de Qatar como sede del Mundial de Fútbol de 2022

“Diez años después de que Qatar ganara el derecho a ser sede de la Copa Mundial de la FIFA 2022, los trabajadores inmigrantes aún tienen que hacer frente a retrasos, impagos y deducciones de sus salarios”, ha explicado Michael Page, director adjunto para Oriente Medio y África del Norte de HRW en declaraciones recogidas en la nota de prensa emitida por la ONG. “Hemos oído hablar de trabajadores que han muerto de hambre debido a atrasos en el cobro de sus salarios, trabajadores endeudados que trabajan muy duro en Qatar solo para ser mal pagados y trabajadores atrapados en condiciones abusivas por temor a represalias”, ha señalado Page. 

El sistema productivo de Qatar depende de los dos millones de trabajadores inmigrantes, lo que representan alrededor del 95% de su fuerza laboral total. Muchos están construyendo o prestando servicio a los estadios, el transporte, los hoteles y demás infraestructuras para la próxima Copa Mundial de la FIFA 2022. Muchos llegan a Qatar con la esperanza de obtener empleos e ingresos estables, pero muchos se encuentran con abusos salariales que los endeudan y los atrapan en estos trabajaos con mecanismos de reparación ineficaces. Un gerente de recursos humanos de 38 años de una empresa constructora en Qatar, que tienen un contrato para trabajar en la parte externa de un estadio para la Copa del Mundo, ha asegurado que su salario mensual se ha retrasado cuatro meses al menos cinco veces entre 2018 y 2019. 

Los abusos salariales también se deben a prácticas de contratación engañosas tanto en Qatar como en los países de origen de los trabajadores, que les obligan a pagar entre 700 y 2.600 dólares para asegurar puestos de trabajo en Qatar. Cuando llegan al país, ya están endeudados y atrapados en trabajos que a menudo pagan menos de los prometido. Las prácticas comerciales, incluida la cláusula de pago cuando se paga agravan el abuso salarial y permiten a los subcontratistas a los que no se les ha pagado retrasar los pagos a los trabajadores. 

Los abusos salariales se han exacerbados aún más desde el estallido de la pandemia de la COVID-19. Algunos empleadores utilizaron la pandemia como pretexto para retener salarios o negarse a pagar salarios pendientes a los trabajadores detenidos y repatriados por la fuerza. Algunos trabajadores han afirmado que ni siquiera pudieron permitirse comprar alimentos. Otros dijeron que habían tenido que endeudarse para sobrevivir

Los resultados de este informe han sido enviados por HRW al Ministerio de Trabajo y de Interior de Qatar, así como a la FIFA y al Comité Supremo para la Organización y el Legado de Qatar. La FIFA ha alentado a los trabajadores y las ONG que lo deseen registrar quejas con respecto a las sedes de la Copa Mundial de la FIFA a través de la línea directa de Bienestar de los Trabajadores del Comité Supremo. “A Qatar le quedan dos años antes de que los jugadores pateen el primer balín en la Copa Mundial de la FIFA”, ha señalado Michael Page, el responsable de Oriente Medio y África del Norte de HRW. “El tiempo se le está agotando y Qatar debe demostrar que cumplirá su promesa de abolir el sistema de kafala, mejorar sus sistemas de control de salarios, acelerar sus mecanismos de preparación y adoptar medidas adicionales para abordar el abuso salarias”, ha concluido Page.

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