La reanudación de las conversaciones sobre el JCPOA se llevará a cabo el próximo lunes

Israel cree que Irán desarrollará una bomba atómica en cinco años independientemente del acuerdo nuclear

photo_camera PHOTO/ARCHIVO - El primer ministro de Israel, Naftali Bennett

Tras cinco meses sin contactos para la vuelta del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), el próximo lunes está previsto que se retomen las conversaciones que finalizaron en Viena sin resultado alguno. Aún lejos de conseguir un acuerdo, en Israel están convencidos de que, a pesar de un posible entendimiento, el desarrollo de armamento nuclear iraní no se va a frenar, y en los próximos cinco años contarán con al menos una bomba atómica en su arsenal, por lo que dicen asegurarse un derecho de protegerse por su cuenta ante lo que consideran cuestión de tiempo.

Israel nunca se ha mostrado por la labor de formar parte de un acuerdo nuclear con Teherán. Las únicas veces que ha dejado ver una mínima voluntad de entendimiento ha sido exigiendo unas medidas más restrictivas que las reflejadas por el acuerdo firmado em el año 2015. No obstante, las últimas declaraciones del primer ministro, Naftali Bennett, no dejan lugar a ningún tipo de acuerdo: “En cualquier caso, incluso si hay un regreso a un acuerdo, Israel, por supuesto, no es parte del acuerdo, e Israel no está obligado por ese acuerdo”.

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El propio Bennet decía que “los iraníes han rodeado al Estado de Israel con misiles mientras se sientan a salvo en Teherán”. La posición del primer ministro no es para nada disruptiva en comparación con el resto de los responsables de la política israelí. Desde Tel Aviv ven en Irán un peligro difícilmente controlable y que, se llegue o no a un punto de encuentro, tienen claro que el país presidido por Ebrahim Raisí no respetará ese acuerdo. El ministro de Finanzas de Israel, Avigdor Lieberman aseguraba que “con o sin un acuerdo, Irán será un estado nuclear y tendrá un arma nuclear dentro de cinco años, como máximo”.

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Desde el abandono de Estados Unidos del Plan de Acción Integral Conjunto de forma unilateral bajo la presidencia de Donald Trump en 2018, la violación de las restricciones por parte de Irán han sido una constante. Como respuesta, las sanciones norteamericanas se han sucedido, sin evitar que los iraníes, no sólo siguiesen enriqueciendo uranio, sino haciéndolo a un nivel de pureza mucho mayor al permitido por el JCPOA. Hasta el momento habrían alcanzado un 60% de pureza, según los últimos informes de Naciones Unidas, es decir, 16 veces mayor al permitido en el acuerdo nuclear de 2015.

Ese enriquecimiento de uranio es otro de los factores a los que el primer ministro de Israel se ha querido referir en sus declaraciones diciendo que “su maquinaria (la de Irán) de enriquecimiento es mayor y más sofisticada que nunca”. También ha criticado duramente al Ejecutivo de Raisí, acusándoles de ser “un régimen que no puede dar agua a sus ciudadanos. (…) Un régimen cuya economía es débil y que cuenta con un Gobierno corrupto que lidera con fuerza y miedo”. Además, dice que el país del líder supremo Ali Jamenei se encuentra actualmente “en su punto más extremo desde 1979”.

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Muy diferentes deben ser las conversaciones que comienzan el lunes que viene de las que finalizaron hace cinco meses en Viena si realmente se quiere llegar a un acuerdo. Aunque la realidad es que la voluntad de Teherán de retomar un acuerdo es mínima. Para hacerlo, exigen la retirada de todas las sanciones que le fueron impuestas tras la salida de Estados Unidos. Sin embargo, la Administración Biden, a pesar de tener entre sus objetivos prioritarios la reanudación del acuerdo nuclear, pide el cese del enriquecimiento del uranio y el regreso a las restricciones del JCPOA, antes si siquiera de plantear la reducción de las sanciones.

Las exigencias de unos y otros han encallado las negociaciones en múltiples – hasta la fecha todas – ocasiones en las que se han reunido. No obstante, hay potencias que, a pesar de no estar de acuerdo con la rígida posición israelí, desconfían – no sin falta de motivos – de las intenciones de los de Raisí. “Si estas discusiones son una farsa, tendremos que considerar el JCPOA sin sustancia”, aseguraba el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian. Por eso, las conversaciones de la semana que viene se antojan esenciales para el futuro del acuerdo nuclear y, sobre todo, para la credibilidad de unas negociaciones cada vez más en entredicho.
 

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