Los servicios de inteligencia israelís estarían detrás de la muerte del coronel Hasan Sayyad Khodai, lo que agravaría las desavenencias entre Tel Aviv y Teherán

Israel habría informado a Estados Unidos de su responsabilidad en el asesinato del coronel de la Guardia Revolucionaria

photo_camera AFP/SAUL LOEB - Vestíbulo de la sede de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Langley, Virginia

Un funcionario de inteligencia habría confirmado al periódico The New York Times que, finalmente, Israel estaría detrás del asesinato del coronel Hasan Sayyad Khodai, perteneciente a la Guardia Revolucionaria iraní. Khodai habría muerto después de que dos individuos encapuchados le disparasen desde una motocicleta en las inmediaciones de su domicilio en Teherán, a plena luz del día.

La fuente, que pidió no ser revelada, señaló que funcionarios israelíes consideraron la operación como “una advertencia a Irán para detener las operaciones de un grupo secreto dentro de la Fuerza Quds conocido como Unidad 840”. Esta organización, que Israel ha tratado de mantener en secreto, cada vez se va conociendo más en el ámbito internacional por sus actuaciones violentas contra posiciones y objetivos no iranís. 

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De acuerdo con diferentes informes de inteligencia, esta división se estaría apoyando en varios grupos criminales que utilizan sus infraestructuras para asesinar, secuestrar o perseguir objetivos en todo el mundo. Según afirman varios funcionarios israelís el coronel Khodai “era el comandante adjunto de la Unidad 840 y participó en la planificación de complots transfronterizos contra extranjeros, incluidos los israelíes”.

Indicaron, además, que el coronel Khudaei era “responsable de las operaciones de la unidad en Medio Oriente y países vecinos de Irán, y durante los últimos dos años ha estado involucrado en intentos de ataques terroristas contra israelíes, europeos, civiles estadounidenses y funcionarios gubernamentales en Colombia, Kenia, Etiopía y Chipre”. 

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De hecho, Colombia fue uno de los casos más sonados después de evidenciarse varios intentos de atentados por parte de la organización, donde quedó claro la colaboración de las Fuerzas Quds con una organización terrorista colombiana. Asimismo, en el año 2021 la inteligencia israelí, en colaboración con la turca, consiguieron frustrar dos intentos de homicidios que se habrían intentado cometer en Chipre.

Esta unidad tiene su base en Siria y desde allí ha conseguido estructurar redes por todo el mundo. Dichas infiltraciones se habrían conseguido a través del empleo por parte de Teherán de miembros de Hezbolá para tratar de introducirse en varios países africanos, además de emplear siete organizaciones de poder blando para conseguir el mismo fin. Diferentes fuentes de inteligencia han informado que Estados Unidos habría impuesto sanciones a una universidad online que Irán habría estado utilizando para captar locales en África con el fin de manejarlos como fuentes. Además de esta universidad online, Irán cuenta con universidades presenciales en la República del Congo, Madagascar, Níger y Sudáfrica. 

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Y es que esta influencia iraní en el continente africano forma parte de una operación que lleva gestándose en el tiempo. Lo que ellos mismos han llamado como la “Defensa realista” es parte de un plan que consiste en llevar capacidades militares fuera de sus fronteras, algo que no habría preocupado si no fuese porque se ha descubierto que Teherán habría enviado cargamento de armas y drogas a la costa este africana con la colaboración de grupos criminales locales.

Según ha informado The New York Times, algunos analistas iranís indicaron que “las acusaciones tienen como objetivo evitar que Estados Unidos acepte plantear la designación de la Guardia Revolucionaria como organización terrorista, obstruyendo así un acuerdo sobre la restauración del acuerdo nuclear”.

Por otro lado, dos fuentes de la Guardia Revolucionaria confirmaron que Khodai “era un experto en logística y desempeñó un papel importante en la transferencia de tecnología de drones y misiles a los combatientes en Siria y Hezbolá en el Líbano” y añadieron que fue, además, “asesor táctico de los grupos armados que luchan en Siria, entrenados y armados por Irán”. 

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Además, ha salido a la luz que el plan por acabar con la vida del coronel Khodai se remonta a julio de 2021, cuando agentes que trabajaban para el Mosad secuestraron a un granjero llamado Mansour Rasouli de la ciudad de Orumiyeh en Irán, que habría sido reclutado por la Guardia Revolucionaria para que este llevase a cabo asesinatos fuera de Irán. El objetivo del secuestro, señalan, era “obligar a Rasouli a revelar la cadena de mando de la “División 840”, que según afirmaban desde Israel estaba encabezada por Khodai.

En un vídeo difundido en las redes sociales, Rasouli denunció que “los secuestradores lo torturaron, lo amenazaron de muerte y lo obligaron a confesar que recibió fondos de la Guardia Revolucionaria para cometer asesinatos en Europa”.

Tras cometerse el asesinato, la Guardia Revolucionaria condenó el acto, llegando a tildarlo como “un acto terrorista” y acusó a la inteligencia israelí de “arrogancia global”, términos que han empleado las iranís para referirse también a Estados Unidos. 

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Según informó la agencia de noticias Fars, el Ministerio de Inteligencia iraní habría arrestado a tres espías del Mossad el pasado abril que habrían estado implicados en este altercado. Este asesinato ha sido uno de los más destacados contra una personalidad iraní en Irán, además del homicidio del científico nuclear, Mohsen Fakhrizadeh, ejecutado cerca de la capital en una operación en la que Teherán, nuevamente, acusó a Israel de haberla realizado.

El asesinato de Khodai ha puesto en un aprieto las relaciones entre Estados Unidos e Irán, unas relaciones que por otra parte ya están deterioradas de por sí. Además, el altercado afecta a las negociaciones del Pacto Nuclear en un momento en el que ya se encontraba congelado después de que Irán exigiese a Estados Unidos que eliminase a la Guardia Revolucionaria de la lista de organizaciones terroristas, algo que, según confirmó a Tel Aviv, no va a producirse. 

Coordinador de América: José Antonio Sierra. 

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