Los acuerdos de Abraham han abierto el cauce para impulsar la cooperación espacial en Oriente Medio entre árabes e israelitas

Israel y Emiratos se alían para pisar juntos la Luna en 2024

photo_camera PHOTO/SpaceIL - La nueva misión lunar Beresheet 2 es una prolongación de mayor alcance, dimensiones y metas del fallido proyecto Beresheet de 2019 (en la imagen), el primer intento en solitario de Israel de posar un artefacto robótico sobre la Luna

Israel y la Unión de Emiratos Árabes han acordado ir de la mano a la Luna. Los irreconciliables antagonistas de antaño acaban de alcanzar un nuevo pacto para intentar pisar de manera simultánea el satélite natural de la Tierra. Lo han hecho bajo el paraguas que ofrecen los acuerdos de Abraham, suscritos entre los dos países el 15 de septiembre de 2020 y que son el instrumento que normaliza sus relaciones al más alto nivel diplomático, económico y en todos los órdenes.

Cuando los estados de Israel y Emiratos sellaron en los jardines de la Casa Blanca el inició de su colaboración bilateral, ninguna de las autoridades presentes en la ceremonia ‒mucho menos el presidente norteamericano Donald Trump, que actuaba como testigo‒ se planteaba que el espacio ultraterrestre sería uno de los campos prioritarios de cooperación. Pero nada más lejos de la realidad.

emiratos-israel-luna

Poco más de 400 días después de rubricar los Acuerdos de Abraham y dar luz verde  a decenas de convenios entre Emiratos e Israel, las autoridades políticas de ambas naciones han llegado a la conclusión de que también existen razones de peso para cooperar en el campo espacial

La ministra de Tecnología Avanzada de Emiratos, Sarah bint Yousif Al Amiri, y la ministra de Innovación, Ciencia y Tecnología de Israel, Orit Farkash-Hacohen, se reunieron en Expo Dubái el día 20 de octubre y sellaron su asociación estratégica para volar de manera conjunta a la Luna y colocar al mismo tiempo tecnología emiratí e israelita sobre su suelo.

emiratos-israel-luna

Las negociaciones se remontan a muchos meses atrás, y en ellas ha tenido un papel decisivo el primer embajador de Israel en Emiratos, Amir Hayek y, por supuesto, los responsables ejecutivos de las respectivas agencias espaciales. De un lado, Salem Butti Al Qubaisi, y del otro, el general de Brigada de la Fuerza Aérea de Israel Uri Oron, recién nombrado para dirigir los programas espaciales del ejecutivo del nuevo primer ministro Naftali Bennet.

Sobre la base del proyecto Beresheet 2 de Israel

¿Cómo se va a materializar el primer gran compromiso espacial emiratí-israelita? La propuesta de la ministra Orit Farkash-Hacohen ‒aceptada por su homónima Sarah bint Yousif Al Amiri‒, consiste en reconvertir el proyecto lunar de nombre Beresheet 2 ‒Génesis 2, en español‒, de la empresa privada israelita SpaceIL. La iniciativa está en marcha desde principios de diciembre de 2020, cuando fue anunciada por el propio presidente del estado de Israel, Reuven Rivlin.

emiratos-israel-luna

Con el pleno apoyo oficial del gobierno de Jerusalén y con su lanzamiento al espacio programado para el primer semestre de 2024, en el proyecto se ha dado entrada a la Agencia Espacial de Emiratos, a sus inversores y a su industria, que van a aportar recursos económicos y varios instrumentos científicos. De este modo, ambas naciones evitan tener que competir entre sí por ver cuál de los dos se adelanta al otro en colocar primero su bandera sobre la superficie lunar.

La misión originaria de SpaceIL ‒Beresheet 2‒, es la continuación de la fallida Beresheet de 2019, el primer intento en solitario de Israel de posar un artefacto robótico sobre la Luna. La astronave fue lanzada al espacio desde la base espacial norteamericana de Cabo Cañaveral el 22 de febrero de 2019 por un cohete Falcón 9. El 4 de abril entró en órbita lunar y el día 11 inició su fase de descenso, que terminó en desastre. El informe final concluyó que uno de los giróscopos falló durante la fase de frenado previa a tocar el suelo. Ni el software a bordo de la sonda ni los técnicos en tierra pudieron solventar la anomalía y la astronave se estrelló a una velocidad de 500 km/h.

emiratos-israel-luna

Pero Beresheet 2 es un proyecto mucho más ambicioso, a pesar de que su forma externa recuerda al fracasado proyecto de hace dos años. Consiste en una astronave de forma cilíndrica, con un peso al lanzamiento de 630 kilos y unas dimensiones de 2,5 metros de altura y 1,6 metros de diámetro. En su interior embarca dos pequeños módulos de superficie de un peso unitario de 120 kilos. Una vez en la órbita lunar, la astronave se desprenderá de forma simultánea de las dos sondas, que deben descender y posarse sobre el suelo lunar gracias a cuatro soportes extensibles. 

El orbitador permanecerá alrededor del satélite durante un plazo comprendido entre 2 a 5 años, tiempo durante el que las agencias espaciales de Israel, Emiratos y otros países podrán llevar a cabo programas educativos en centros escolares y universidades para dar a conocer la misión y las características de la Luna.

emiratos-israel-luna
El espacio, un nuevo marco de cooperación entre Emiratos e Israel

SpaceIL asegura que el coste del proyecto asciende a 100 millones de dólares, cantidad que en su mayor parte ha sido aportada por donaciones de particulares, en su mayoría por la Fundación del multimillonario de nacionalidad israelita nacido en Sudáfrica Morris Kahn, del que se dice que ha donado 40 millones. No obstante, la inversión total es a todas luces muy insuficiente para lo que se pretende llevar a cabo, como lo ratifica la entrada de capital y tecnología financiada por Emiratos.

Las negociaciones entre árabes y judíos dieron comienzo por iniciativa de Israel poco después de la firma de los Acuerdos de Abraham. La receptividad de los emiraties fue inmediata y el resultado final es el proyecto lunar conjunto, que está dentro del acuerdo marco de cooperación en los planos tecnológico, científico y educativo firmado hace diez días por las ministras, con el que se pretenden incrementar las relaciones entre ambos países y propiciar que otros naciones árabes establezcan relaciones con Israel.

emiratos-israel-luna

Uno y otro país llevan varias décadas mirándose de reojo y conocen sus respectivos potenciales en materia espacial. Israel ha observado con preocupación la apuesta de Emiratos por convertirse en protagonista destacado del sector espacial internacional, su proyecto de enviar un pequeño vehículo todo terreno a la Luna en 2024, sus inversiones en satélites espía y su posicionamiento alrededor de Marte con la sonda Al Amal, que recopila datos sobre su atmósfera y comparte con centenares de instituciones científicas de todo el mundo. También está al tanto de sus planes de vuelos tripulados, de su misión robótica en 2028 para explorar el cinturón de asteroides entre Júpiter y Marte.

Por parte de Emiratos, conoce la fortaleza de la tecnología espacial de Israel, de la pujanza de su locomotora industrial aeroespacial Israel Aircraft Industries (IAI) y de la voluntad de su anterior primer ministro Benjamín Netanyahu y del actual, Naftali Bennet, de querer convertir a Judea en el cuarto país en posarse sobre la Luna. Nada se ha dicho respecto a la continuidad en el ahora proyecto bilateral de la compañía espacial alemana OHB, que en mayo de 2020 suscribió un contrato con IAI para gestionar los equipamientos científicos a bordo de Beresheet 2. 

Ambos países son aliados claves de Estados Unidos en Oriente Medio, gozan de excelentes relaciones con cualquiera de las administraciones que gobiernen desde Washington, son clientes privilegiados del gigantesco tejido empresarial y científico aeroespacial norteamericano. Por añadidura, cuentan con el beneplácito y mediación de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) si algo pudiera desviarse del camino emprendido por la cooperación bilateral en su trayecto hasta la Luna.

Más en Nuevas tecnologías-Innovación