Ammán ha intentado la compra de 30 millones de metros cúbicos de agua, pero su vecino le ha negado la venta por padecer la misma situación, lo que agrava más la tensión

Jordania recibe la negativa de Siria respecto a la venta de agua en plena sequía

photo_camera AP/ODED BALILTY - Vista aérea muestra el estuario del río Jordán del mar de Galilea

Jordania se encuentra sufriendo una de las peores sequías de su historia. El Gobierno está recurriendo a la ayuda de sus vecinos para paliar los efectos, pero uno de estos se ha negado a atenderle. Siria no ha aceptado la propuesta de compraventa de Jordania y le ha negado 30 millones de metros cúbicos de agua en un momento en el que el Reino la necesita desesperadamente. 

En Jordania se ha vivido un momento de tensión por esta respuesta. El ministro jordano de Agua, Mohammed al-Najjar, ha comentado durante una sesión parlamentaria que ha mantenido una conversación con su homólogo sirio. Este le ha explicado que Siria también sufre una escasez de agua y por eso no puede permitirse la venta.

La cuestión de este recurso entre ambos países lleva años siendo tema de debate. Jordania lleva años pidiendo que Siria ponga en marcha el acuerdo sobre Inversión en Agua del Río Yarmouk firmado en 1987. Ammán señala que Damasco ha excedido este contrato por aumentar el número de presas a su favor y esto ha causado que Jordania no tenga casi agua, afectando a sus derechos. 

Las autoridades jordanas afirman que, desde que se vive está situación, se han perdido 375 millones de metros cúbicos por agua que pertenecen plenamente a Jordania. Además, destacan que el Gobierno sirio se ha apoderado de las aguas superficiales y subterráneas antes de que lleguen a su vecino.

Campamento de Rukban, entre las fronteras de Jordania y Siria

Esto se evidencia por la cantidad de agua que tiene cada uno. A través del río Yarmouk, Siria posee más de 270 millones de metros cúbicos de agua. Pero cabe mencionar que casi todo el recorrido del río, un 80%, está en territorio sirio mientras que Jordania tiene en su poder el 20%.

Aun así, todo apunta a que Siria se aprovecha de esta situación y deja sin agua a su vecino. Damasco se enfrenta a cargos internacionales por retener el agua del río a su favor. Esto ha sido demostrado porque han construido 42 presas y han perforado miles de pozos que incumplen en todas sus medidas el acuerdo firmado con Jordania. 

Jordania está experimentando una crisis del agua sin precedentes. Además de todo este conflicto, el país es uno de los más pobres en fuentes de agua y este año las condiciones meteorológicas no han aportado muchas lluvias a la zona, por lo que los niveles son bajos. 

El agua en estas regiones de Oriente Medio es todo un problema y un conflicto para encontrarlo. Y si los países que lo sufren no se ayudan entre sí, estos pueden provocar tensiones que pueden derivar a situaciones muchos más graves.

Jordania también tiene acuerdos firmados con Israel para la compra de agua. Según los últimos datos de junio, Ammán está comprando 50 millones de metros cúbicos a su vecino hebreo. Esto es gracias a que los dos países llegaron a un memorando de paz y por ello Israel le suministra hasta 55 millones de metros cúbicos por año de agua del mar de Galilea a través del Canal Rey Abdullah a Ammán. El Estado le cobra al Reino un centavo por cada metro cúbico, pero, aun así, Jordania necesita la ayuda de Siria para satisfacer sus necesidades. 

El presidente de Siria, Bachar al-Asad
Propuestas para solucionar el conflicto sirio-jordano del agua

Este problema lleva desarrollándose décadas. En 2016 se vivió un gran momento de tensión entre ambos países que tuvo que ser solucionado a través de un arbitraje internacional. Jordania estalló por no recibir la suficiente cantidad de agua necesaria y pidió que el recorrido del recurso se iniciara desde las represas sirias, pero Siria rechazó esta respuesta.

El conflicto no se solucionó y todavía sigue siendo un debate. A pesar de ello, las relaciones diplomáticas entre los dos países parecen ser cada vez normales después de tantos años de inestabilidad, pero los derechos del agua siguen estando en el aire porque compartir el agua cuando los dos sufren crisis no beneficia a ninguno.

Omán, uno de los países neutrales en esta crisis diplomática, propuso una solución. Según Mascate, se puede elevar la generación de electricidad desde el fondo de la presa a favor de Siria. Después, este país tendría suficiente agua y tendría que permitir un aumento de los flujos de presa comunes con Jordania. Pero, aun así, esta idea no se llevó a cabo y todo sigue parado. 

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